jueves, 28 de marzo de 2024

La increíble y triste historia de un tiro por la culata

En relación con Cuba pasan muchas cosas que se salen de lo esperable de un país latinoamericano de once millones de habitantes y sin embargo no llegan a los medios...

Iroel Eri Sánchez Espinosa en Exclusivo 30/09/2014
9 comentarios

Dolió, por unas largas horas dolió. Como una pena sorda que se lleva donde no se ve, anduve con la noticia pesada, incómoda… Tanto que no tenía ganas de entrar a Internet. Recordé a Cortázar -“No sé escribir cuando algo me duele tanto“- y sentí que matábamos un poco a Chávez y el Ché si aquello llegaba a concretarse: Hugo y Ernesto serían dos perfumes, dos frascos para el glamour siempre caro de las boutiques y las pasarelas.

Pensé en la maquinaria, en su orgía de titulares desatada a la velocidad de la luz que viaja en fibra óptica. Y también en que en relación con Cuba pasan muchas cosas que se salen de lo esperable de un país latinoamericano de once millones de habitantes y constituyen el clásico hombre que muerde al perro y sin embargo no llegan a los medios.

Por estos días La Habana es sede del Festival de Cámara Leo Brower, al que acuden varios de los mejores músicos de buena parte del planeta. Solo el gran Bobby  McFerrin no ha podido estar a tiempo en La Habana, son muchos los trámites que le exige su gobierno para visitar un país a apenas 90 millas de sus fronteras. A pesar de ello, son muy pocas las ciudades que pueden presentar una programación como la que exhibirán las próximas dos semanas los teatros y salas de conciertos habaneras en paralelo con un Festival Nacional de Teatro que transcurre simultáneamente en Camagüey, a más de 700 kilómetros de la capital cubana.

También, en la Cuba de estos días, 15 000 trabajadores de la salud se ofrecieron voluntariamente para atender los enfermos de ébola en África occidental. 465 de ellos se entrenan ya para partir en los próximos días hacia Guinea y Sierra Leona, luego de que el gobierno de La Habana fuera el primero en responder al llamado del Secretario General de la ONU a un reducido número de países, entre los cuales Cuba es el único del Tercer Mundo, para enfrentar la letal epidemia.

Cuba ha estado esta semana en los labios de más de 20 jefes de delegaciones que han intervenido en la Asamblea General de la ONU, pidiendo al gobierno de Estados Unidos que ponga fin a la política de Bloqueo económico contra el país, que ya acumula más de cinco décadas. En su intervención ante ese foro planetario, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, reiteró las posiciones de principio de la Revolución cubana, desde la independencia de Puerto Rico, el reconocimiento de los palestinos a un estado propio con capital en Jerusalén oriental, o el derecho argentino a la soberanía sobre las Islas Malvinas.

Pero nada de lo anterior es noticia. Sólo aquello que sirva a la trama ya escrita para convencer a las audiencias, y a nosotros mismos, de que Cuba —que resistió en solitario la larga noche neoliberal en América Latina y el fin del socialismo en sus aliados del Este europeo— se dirige al capitalismo.

El empeño crece y crece de tal modo que en la prensa internacional las noticias que (mal) interpretan los cambios económicos en Cuba superan ya en cantidad y frecuencia la crónica social de lo que hacen los empleados que para impulsar el “cambio de régimen” paga Washington en Cuba.

¿Por qué si tal como dicen los columnistas de los grandes medios y sus corifeos locales, el gobierno de La Habana se dirige al capitalismo, EE.UU. recrudece el bloqueo y aumenta la subversión?

El cable de la agencia AP sobre dos pequeños frascos etiquetados irresponsablemente por una empresa de productos biológicos con los nombres de dos figuras cimeras vinculadas a la historia de la Revolución cubana traía para algunos la prueba definitiva de que el mercantilismo rampante y la búsqueda de dinero a cualquier precio son el derrotero inexorable del proyecto en el que creyeron hasta su último aliento Hugo Chávez y Ernesto Guevara.

No fue “en el indio hecho de sueño y cobre. Y en el negro revuelto en espumosa muchedumbre, y en el ser petrolero y salitrero, y en el terrible desamparo de la banana, y en la gran pampa de las pieles” donde se señaló al gobierno cubano como cómplice de semejante barbaridad. Fue en algún perfil de la red social Facebook donde se afirmó que un producto jamás registrado y mentirosamente dado como validado por las familias de ambos héroes era la prueba de que “se acabó”, por supuesto, no en el sentido del poema guilleniano que alude al “cuero de manatí con que el yanqui te pegó”.

En páginas digitales donde se ha promovido una “liberalización al estilo Big Bang” para Cuba y se ha pedido moderación para el carácter antihegemónico de la política exterior cubana, se predijo que probablemente no habría “respuesta clara” ante el disparate que un texto sin firma declaró parte de los “nuevos consensos”.

“Con sus dientes de júbilo” norteamérica rió pero por poco tiempo. Contrario a lo anunciado, en la Cuba donde supuestamente ya no quedan valores, donde dicen que los jóvenes se olvidaron de Chávez y el Che, y la gente está desinformada porque no hay Internet para todos y se vive pendiente de un “paquete” made in Miami, se levantó una ola de indignación respaldada por la postura inmediata del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, colocando las  cosas en su sitio y reafirmando con una respuesta clarísima que esos símbolos son sagrados.

Es de agradecer a los siempre pagados agoreros del ayer. Una vez más el tiro les ha salido por su consabida culata. Independientemente de que queda por ver cómo es posible que las organizaciones de base del Partido y la Juventud Comunista de una empresa estatal socialista hayan estado al margen de tan infeliz proceso de marketing, protagonizado por especialistas y directivos de su entidad, lo sucedido deja descolocados a quienes lucran diciendo que Cuba va en vías de ser un país “normal”. Normal,  como esos donde todo se vende y sólo falta ponerle un precio.

La rapidez, nivel y energía de la reacción oficial pone la barrera bien alta para las instituciones cubanas en su relación con la opinión pública y en las muchas veces lenta respuesta a críticas, rumores, dudas y también a campañas malintencionadas que se ceban en los vacíos de una gestión comunicacional  que esta vez los ha dejado colgados de la brocha.

El capitalismo necesita a Cuba, la necesita derrotada, rendida a la evidencia de que toda resistencia es inútil.  Pero Cuba envía señales incómodas para quienes se empeñan en mostrar que también para nosotros todo es mercancía, no sólo por denigrarnos, sino sobre todo por exhibir nuestra renuncia ante quienes reclaman que otro mundo es posible.

Chávez y el Che forman parte ya del imaginario popular y su lugar son los grafitis callejeros, las imágenes casi religiosas en las paredes despintadas de las casas humildes, las canciones, los poemas, los cuadernos de los niños y los pechos de los jóvenes que no tienen dinero ni tiempo para gastarlo en glamour. Los llevan en el cerebro y el corazón los médicos cubanos a punto de partir a hacia África para combatir el ébola “como una estrella súbita, caída en medio de una orgía…” Y para arrancarlos de allí, hace falta algo más que empresarios irresponsables, corresponsales entusiastas y comentaristas que confunden sus deseos con la realidad.


Compartir

Iroel Eri Sánchez Espinosa

Se han publicado 9 comentarios


Milena
 1/10/14 13:22

Iroel: otro error, el proceso está en investigación, fundamentalmente a la prensa extranjera, porque en ningun momento el ingeniero mencionó que se había consultado con sus familiares. La prensa nacional que entrevistó mucho antes a nuestro investigador así lo ha constatado, y usted conoce muy bien los gajes del oficio, sobre todo cuando se trata de manipulación. Por demás, hacerse eco de una nota oficial, por muy de arriba y supuestamente que esta sea, no significa el verdadero error en la base, todos nos equivocamos, eso forma parte de nuestra raza: la humana. Hasta los de bien arriba se equivocan y también caen, o no?

Iroel Sánchez
 1/10/14 10:03

Carlos:

Por favor, vuelva a leer, antes de hablar del paquete y otras cosas digo: "en la Cuba donde supuestamente" en ningún momento he demonizado nada ni he dicho que no se pueda ser patriota por consumir el paquete.

 

Carlos
 1/10/14 8:05

Aparte de lo esencial de la noticia: Iroel, usted además de periodista, es Cubano. No olvide eso. La gente de pueblo, el cubano de a pie, la gente común y corriente de este país CONSUME EL PAQUETE, que además, no es "made in Miami". Aporte usted también, periodista, su gota de oposición racional a la política oficial de criticar primero, para demonizar después, al "paquete". A mí me gusta, aunque no lo comercialice, y estoy en el deber cívico de combatir, como mismo hace usted cuando se habla mal de nuestra patria, a todos aquellos que prestan sus espacios u opiniones para criticar, aunque sea de soslayo como aquí se hizo, el "paquete".

Iroel Sánchez
 1/10/14 0:52

Estimada Carmen Marrero

No me "he prestado a la crítica desmedida" por llamar  "infeliz proceso de marketing" a la presentación ante la prensa en un Congreso internacional de esos perfumes que nuestro gobierno lo calificó más duramente al llamarlo "acción irresponsable" y nuestros enemigos convirtieron en proyectil de la guerra mediática contra la Revolución. 

Le ruego lea este texto de un joven que explica la diferencia que usted no logra comprender: "Mientras la prenda de vestir se usa fundamentalmente para aclarar nuestra admiración a las figuras; el perfume se usa con fines banales, para engalanarnos. El sacrificio de esos hombres bien merecen que mostremos al mundo, mediante el uso de su imagen gráfica, que seguimos sus ideas; pero sería una falta total de respeto que usáramos su legado para “oler” mejor." http://de-chiripa.blogspot.com/2014/09/ernesto-y-hugo-ingenuidad-de-los.html  Además, no me parece muy consecuente aludir a otros para salvar la propia responsabilidad.

Los resultados del trabajo de su institución no pueden llevarnos a dar la espalda a la gravedad de este hecho. La persona que afirmó se había consultado a los familiares faltó a la verdad, algo que me parece muy grave y va contra la ética que debemos defender. 

Saludos

Iroel

 



Juan
 30/9/14 18:20

Estoy muy de acuerdo con el autor del artículo en que no se deben usar en productos comerciales el nombre o la imagen de personalidades tan entrañables para la mayoría de la población. Ello lo intentó en el año 2000 la firma británica Diageo Group, dueña de la marca Smirnoff Vodka. Ante este intento de utilizar la imagen del Che con fines comerciales, el fotógrafo Alberto Korda presentó una demanda ante los tribunales británicos en contra de la empresa de publicidad Lowe Lintas, que fue quién estaba a cargo de la campaña, la que decidió darle marcha atrás al intento.

Con este precedente es inconcebible que una empresa cubana intentara algo similar.

Carmen Marrero
 30/9/14 16:17

Estimado Iroel, lamentamos mucho que usted se haya prestado a la crítica desmedida sobre proyectos que para nada tienen que ver con el propósito deseado por los medios internacionales. Nuestra empresa no es para nada deleznable, ni mucho menos hemos hecho semejante "infeliz proceso de marketing", como usted dice. Que usted sepa algo de política no significa que las sepa todas en economía o negocios u homenajes, porque estoy segura que no conoce ni la mitad de los productos que hemos ofrecido por tantos años y con tanta dignidad al pueblo y a otras naciones, un suministro que inguna de las otras empresas estatales socialistas  han sido capaces de garantizar dentro del propio país. Lamentamos que le haga el juego a las críticas banales que solo tratan de corroer una personalidad y no una imgen. Acaso usted ha podido adquirir en CUC una gorra con la esfigie del che, de esas que vende Artex o un pulóver, de los que se ofrecen en las TRD? Si lo tiene es por méritos políticos, como periodista, no como simple cubano moderador de la realidad social.

¿Repercusión internacional?

Con profunda molestia leímos su artículo. Recién concluido nuestro Congreso, que consideramos exitoso, se emite esta nota incomprensible para todos sus trabajadores.Un grupo de especialistas desarrolla un perfume a partir de productos naturales. Todos entusiasmados con su participación en el evento. Un producto en fase de desarrollo, sin registro, no se encuentra a la venta. Seleccionaron frasco, fragancia,solo faltaba el nombre. Escogieron Hugo y Ernesto, héroes de la juventud, héroes de su Patria, héroes de Cuba y América.Ya se comercializa Celia, Alejando y Lina. En su modesta contribución quisieron homenajear a los que nunca quedarán bien > porque su grandeza va más allá de un perfume, de una gorra, de un pullover, de una cerámica, como existe en todas las tiendas y muy solicitadas por el turismo. Hubo un error de procedimiento. No se consultó con los familiares. Una crítica hubiera sido recogida y solucionada, nada más. Esto no es motivo para ser considerado de trascendencia internacional. Sí lo fue el Congreso, donde LABIOFAM mostró resultados muy positivos y prometedores en la lucha contra el cáncer, la incorporación de productos naturales a todas las ramas en sustitución de productos químicos, minimizando el uso de estos y en defensa de la ecología, además de formulaciones diseñadas para mejorar la alimentación animal. Su contribución en la lucha contra el dengue y la malaria en África y América Latina han sido decisiva para eliminar estos flagelos. Reconocimiento recogido durante el acto de clausura por personalidades y dirigentes de estos continentes.

El Buril
 30/9/14 14:51

Clara y contundente respuesta del pueblo cubano, muy oportuno el artículo de la periodista, pero usted Iroel reaccionó bastante tarde.

Tata
 30/9/14 16:25

El Buril el autor es claro cuando pone este primer párrafo: Dolió, por unas largas horas dolió. Como una pena sorda que se lleva donde no se ve, anduve con la noticia pesada, incómoda… Tanto que no tenía ganas de entrar a Internet. Recordé a Cortázar -“No sé escribir cuando algo me duele tanto“-

Esto aclara su "tardanza"

44
T.G.R.
 30/9/14 12:18

Excelente artículo. De acuerdo con usted. Cuba es y será siempre socialista.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos