viernes, 29 de marzo de 2024

Otros desvelos del Che

Hombre multifacético, entre las muchas inquietudes y quehaceres de Ernesto Guevara también estuvieron la producción y la economía...

Ada Ivette Villaescusa Padrón en Exclusivo 17/06/2015
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El médico, guerrillero, comandante del Ejército Rebelde, pensador revolucionario marxista y antiimperialista, padre tierno, impulsor de movimientos de liberación en el Tercer Mundo, fotógrafo, autor de numerosos textos periodísticos, fundador de órganos de prensacomo El Cubano Libre y Radio Rebelde en plena Sierra Maestra, ministro, polemista; se preocupó y ocupó también de la producción y la economía.

Desde la guerra en las montañas orientales de la Cuba en los años finales de los 50 del siglo XX había instrumentado pequeños talleres para cubrir necesidades de la tropa. Tras el triunfo de la Revolución y durante su puesto en el Ministerio de Industrias, indagó, profundizó, impulsó y enseñó materias como planificación, contabilidad y costos, organización, finanzas, precios, mecanismos de estímulo, política de cuadros, adelantos científicos…

Una persona cercana a él en aquellos tiempos y menesteres, el destacado economista Miguel A. Figueras, me comentó para el periódico Granma hace ya más de dos décadas, cuando se desempeñaba de asesor del Comité Estatal de Colaboración Económica (CECE):

“El Che formó dos grupos con los cuales estudiaba dos noches a la semana, uno sobre El Capital, los miércoles, y otro los lunes sobre el uso de la Matemática y la Estadística. Él era un apasionado de las técnicas modernas de dirección (…). Tenía una gran preocupación porque los cuadros de dirección no se separaran de la base, visitaran las fábricas, conocieran sus problemas, conversaran con los trabajadores”.

Como parte y complemento de tales desvelos, y por lo apremiante para el Gobierno revolucionario de establecer un sistema de dirección económica que se correspondiera con las expectativas y prioridades de las nuevas circunstancias, aprovechando sus dotes para la escritura y el periodismo, el Che encabezaría durante 1963 y 1964 una polémica a través de revistas especializadas del país.

 Conocido como el “Gran debate” (aunque los 60 fueron prolíficos en debates mediáticos), de importancia extraordinaria en la historia de nuestras ideas, en él se discutió sobre organización económica (centralización o descentralización), niveles de decisión, políticas de retribución del trabajo, papel de la banca, el crédito, costos de producción, relaciones empresariales, precios, estímulos materiales y morales, ley del valor y sobre el plan en la transición al socialismo.

En el camino hacia el nuevo sistema de dirección económica, se manifestaron dos tendencias esenciales en el pensamiento político-económico: la que defendía el Sistema Presupuestario de Financiamiento, cuyo representante principal era Ernesto Guevara, y la que apoyaba el Sistema de Autogestión, con el intelectual y político revolucionario Carlos Rafael Rodríguez al frente. Se estableció un contrapunteo público, entre compañeros, ocasionado por las diferencias de criterios acerca de la conducción de la economía. Resaltaron su rigor y nivel científico.

Seguían la corriente del Che: Luis Álvarez Rom, combatiente del Ejército Rebelde y ministro de Hacienda; Miguel Cossío, economista y funcionario de la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN); Joaquín Infante, director de Finanzas y Precios en el Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA); Ernest Mandel, economista marxista de origen belga; Mario Rodríguez Escalona, viceministro de Hacienda; y Alexis Codina, funcionario de la Dirección Económica de la Empresa Consolidada de la Harina.

Se mantenían en la postura de Carlos Rafael: Marcelo Fernández Font, dirigente del Movimiento 26 de Julio, presidente del Banco Nacional, luego ministro de Comercio Exterior; Alberto Mora, combatiente del Ejército Rebelde, ministro de Comercio Exterior en 1963 y después asesor del Che en el Ministerio de Industrias; y Charles Bettelheim, marxista francés profesor de Economía Política.

En marzo de 1964, en un artículo titulado “La Banca, el crédito y el socialismo”, en la revista Cuba Socialista, no. 31, el Che se refiere al trabajo de Marcelo Fernández en el no. 30 de febrero de Nuestra Industria. Revista Económica, “Desarrollo y funciones de la Banca socialista en Cuba”, y asienta:

“…coincide con algunas apariciones públicas de dirigentes de ese organismo y otros escritos, donde se fija la posición del banco en forma precisa. Como no estamos de acuerdo con algunas de las funciones apuntadas como propias del banco en el período de transición, y menos en su enjuiciamiento del Sistema Presupuestario de Financiamiento, consideramos que no debemos dejar sin respuestas las afirmaciones del presidente de dicho organismo, fijando nuestra posición al respecto…”.

En Cuba Socialista, no. 34 de junio de 1964, en el texto titulado “La planificación socialista, su significado”, el Che aduce que el artículo de Charles Bettelheim en Cuba Socialista, no. 32 de abril, “Formas y métodos de la planificación socialista y nivel del desarrollo de las fuerzas productivas”, toca puntos de indudable interés por destinarlo a la defensa del llamado cálculo económico, pese a cometer errores fundamentales.

Tres años después, Ernest Mandel escribió —y se recogió en el libro El gran debate sobre la economía cubana 1963-1964, publicado por la Editorial Ciencias Sociales en 2004—: “El debate económico desarrollado en Cuba en 1963-1964 (…), mal conocido en Occidente, ocupa un lugar particular en la historia del pensamiento marxista sobre todo en función de las contribuciones del camarada Guevara…”

En el XX aniversario de la muerte del Che, Carlos Rafael expresó: “…dentro de las ideas del Sistema Presupuestario de Dirección de la Economía postulado por el Che se encuentran contenidas ideas actualísimas (…). A la distancia del tiempo, el Sistema Presupuestario nos aparece como una contribución de excepcional valor… Se ha escrito mucho en el extranjero (…) de las contradicciones del Che con algunos compañeros, y particularmente se me señala a mí. Yo tengo como orgullo el poder decir que, aunque algunas contradicciones existieron (…) trabajamos juntos, con otros compañeros, para imponer un poco de orden en la economía cubana…”

Transcurridos varios meses del fin del debate, el Che partiría hacia “otras tierras del mundo” rumbo a la inmortalidad. Ya no tendría ocasión para esos otros espinosos pero imprescindibles temas, mas sus aportes teóricos y prácticos quedarían engrosando el inmenso legado de quien este 14 de junio cumplió 87 años de nacido.


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Ada Ivette Villaescusa Padrón

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Aurelio Bienvenido
 18/9/15 12:05

Como argentino, me gustaria saber donde y como el Che Guevara adquirio conocimientos económicos e industriales, ya que en argentina, que yo sepa, solamente estudio medicina y creo que tampoco ejercio esa profesion. Agradeceria al autor y/o a la redacción me haga llegar la informacion a mi correo. Aprovecho el espacio para manifestar mi satisfaccion por recibir esta publicación que me permite hacercarme a Cuba, que en los ultimos años estuvo tan alejada en cuanto a noticias directas.

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