Entre las décadas de 1950 y 1960, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y otros grupos guerrilleros similares surgieron como respuesta a la represión violenta gubernamental contras los movimientos de izquierda en ese país suramericano. Desde entonces se estiman en más de seis millones las víctimas del conflicto, uno de los más antiguos y violentos del continente.
Pero si hasta hace unos años la situación colombiana preocupaba a líderes y ciudadanía de la región y el mundo, la firma de acuerdos de cese de las hostilidades entre las partes en conflicto, recientemente en La Habana, ha abierto un nuevo capítulo en la historia del continente, además de grandes oportunidades para los colombianos.
La paz no ha sido el destino sino el camino por el que han transitado los latinoamericanos desde que en 2012 la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, efectuada en La Habana, declarara a la región como una Zona de Paz. La declaración buscaba ser más que una pose política para un hemisferio que ha sido golpeado por cruentos conflictos intestinos, a veces alentados desde fuera y agravados por las desigualdades sociales, el cambio climático y las crisis económicas y migratorias.
Dijo la Premio Nobel indígena Rigoberta Menchú que la paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz, y precisamente ese es el principal reto para el continente.
Reflexiones sobre estos desafíos se pondrán sobre la mesa de debate en La Habana, Cuba, durante el Primer Seminario Internacional: Realidad y desafíos de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, convocados por el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos.
El temario del encuentro propone el acercamiento a cuestiones como la solución de los conflictos regionales a través del diálogo, el apego al derecho Internacional, la eliminación de las armas nucleares y las bases de los Estados Unidos en la región. También se expondrán experiencias relacionadas con el impacto del campo climático, la globalización neoliberal y las crisis migratorias.
Si bien en la actualidad la región es una de las de menor densidad de conflictos, persisten vulnerabilidades que de no enfrentarse a tiempo pudieran desembocar en estallidos armados.
Desde el punto de vista social continúa siendo el continente más desigual y es agobiado por males como el tráfico de drogas y el impacto del cambio climático, cuyas consecuencias provocan la migración ilegal. Si bien en los últimos años han sido varios los gobiernos progresistas que alcanzaron el poder, y promovieron políticas públicas inclusivas, actualmente se registra una cruzada de la derecha internacional por recuperar su antiguo estatus, lo cual amenaza la estabilidad política y económica, tal como ha sucedido en Brasil, Venezuela y Ecuador.
Heredadas del siglo XIX y XX han quedado disputas territoriales que a cada rato son azuzadas por quienes anhelan el retroceso en el camino de la integración regional. Las organizaciones continentales han creado espacios para la negociación y el respeto al Derecho Internacional, pero persisten estas discrepancias, alentadas por nacionalismos extremos y arribistas.
Desde el punto de vista económico las valoraciones de organismos internacionales no son alentadoras, sobre todo por la caída en los precios de las materias primas, principales renglones comerciales de los países latinoamericanos, que necesitan diversificar sus exportaciones y hacer más competentes sus economías.
La región avanza hacia un cruce de caminos ante la agudización de estas vulnerabilidades: el sálvese quien pueda o la integración. Serán tiempos para probar la eficacia de los instrumentos de unión creados y proponer estrategias de desarrollo sostenible a partir de la cooperación.
Hoy más que nunca tienen vigencia las palabras de Nelson Mandela quien dijo: “Nuestra mejor arma, la que el enemigo nunca podrá resistir, es la paz".
Nidia
22/9/16 6:52
Maduro intenta doblegar la voluntad del pueblo a traves del CNE, con las declaraciones de ayer quedo demostrado el caracter antipopular del gobierno y sus secuaces. Saludos
Elisa
22/9/16 6:50
Al fin el CNE de Venezuela organo subordinado al gobierno se pronuncio sobre el referendo mutilando la via democratica de revocar al presidente esto se traduce en echarle gasolina al fuego por lo que si mañana se desata una guerra civil en Venezuela SOLO habra un responsable y es el gobierno por querer mantenerse en el poder en contra de la voluntad de la mayoria del pueblo venezolano y mas temprano que tarde la justicia llega y seguro que los crimenes no quedaran impunes. Espero mi comentario se publique. Saludos.
Tamara
21/9/16 19:19
En realidad en America Latina hay gobiernos que trabajan por la paz entre ellos Colombia, Ecuador, Bolivia, CostaRica, Panama y otros mas pero el caso de Venezuela es todo lo contrario pues existe un gobierno que se aferra al poder en contra de la voluntad de la mayoria de su pueblo y viola sus derechos constitucionales de seguir con esta postura dictatorial estara llevando al pais a una sangrienta guerra civil, Todos debemos evitar que eso ocurra y si no levantamos nuestra voz ahora en defensa de los derechos constitucionales de los venezolanos, entonces despues no digamos que no lo veiamos venir. Seamos sinceros e imparciales ante la realidad que vive Venezuela. No a las dictaduras de cualquier color y bando. Espero que mi comentario respetuoso y sincero sea publicado por esta publicacion que ha demostrado trabajar con libertad y valentia en su periodismo de opinion. Gracias.
Fernanda
21/9/16 15:19
Mientras en Colombia vemos como se realiza un plesbicito para que el pueblo pueda pronunciarse por la paz en el pais, en Venezuela el gobierno obstaculiza el referendo que es un derecho constitucional del pueblo y lo que hace es crear las condiciones para una sublevacion del pueblo y el pais se envuelva en una guerra civil sangrienta.
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