Este martes puede concluir la etapa semifinal de la pelota cubana. Si gana Industriales, todo habrá concluido en su duelo contra Las Tunas, y el viernes empezará la gran final contra el rey vigente, Granma. Si se imponen los Leñadores, entonces el suspenso seguirá hasta el miércoles y el primer duelo por el oro se aplaza un día más.
En La Habana, obvio, salvo los emigrados de «allá», la gente dice que esto termina hoy; pero en Las Tunas, donde recibieron a su equipo al regreso de la capital como héroes (y lo son), opinan lo contrario. ¿A quién creerle?.
Víctor Mesa tiene listos a dos refuerzos que le han lanzado muy bien en la postemporada; uno, el zurdo Misael Villa, ha ganado, y el otro, el derecho Freddy Asiel Álvarez, ha dejado el juego ganando, pero el bull pen no pudo preservar la ventaja, y van dos veces que le sucede lo mismo.
Para el sexto partido, Los Leñadores dependerán del derecho, también refuerzo, Vladimir Baños, experto y exitoso en juegos de postemporada, aunque en su salida anterior no le fue bien ante los capitalinos.
Vayamos a las probabilidades de los cartománticos. Villa ya ganó y Baños está por hacerlo. Las cábalas dicen que pueden intercambiarse los papeles en su próxima presentación. Si fuera así, le tocaría al «maldito» Freddy Asiel decidir, y dice el refrán que a la tercera va la vencida.
Qué fácil fuera todo con lecturas tan simples. El béisbol, ni por asomo, se lee de esa manera. Es como el ajedrez, tiene mil y una variantes, y lo que parece, al final no siempre es; ni lo que es, era lo que al principio parecía. Miren lo que le pasó a Matanzas…
Industriales doblegó dos veces a Las Tunas en el Latino, y pudo barrer, pero los apagafuegos fueron incapaces de apagar la candela de los Leñadores, después que Freddy Asiel se fuera del box con el marcador a su favor.
Los Leones están jugando una gran pelota, con espectaculares engarces a la defensa, lo mismo de los jardineros que de los infielders. Solo han cometido tres pifias, dos de Yolbert Sánchez y la otra de Juan Carlos Torriente, pero ambos han hecho jugadas de lujo —combinados e individualmente—; sobre todo el paracortos, un jovenzuelo que, si sigue así, podrá ser tan mago en esa posición como Germán Mesa.
A la ofensiva no han sido tan fieros; se nota la ausencia de varios titulares por lesión, pero Alexander Malleta ha demostrado, una vez más, que es grande a la hora en que no se puede fallar. Su bate, igual que su mascotín, brilla en la «selva» de los play off.
Lo mejor de los Azules ha sido, sin dudas, el pitcheo. Víctor Mesa se blindó para la postemporada con tres abridores, y a uno de ellos, Vladimir García, lo ha pasado al bull pen, pues sabe que los partidos se le suelen ir en el tramo final. Así y todo, le ha pasado, cuando lanza Freddy Asiel.
Víctor espera que Misael Villa vuelva a mellar hoy las hachas de los Leñadores con sus pitcheos, poniéndole y quitándole a la recta y combinándola con la curva, y sobre todo, con mucho coraje, como el que demostró en el Latino, la noche en que se retiró Carlos Tabares.
Si el muchacho de Artemisa no sale fino, hay bastante para escoger, aunque no muchos en quien confiar. Víctor tratará de evitar un séptimo juego, pues él sabe lo que eso significaría, y más si es en terreno contrario.
Del otro bando, los tuneros han demostrado agallas todo el tiempo; ni siquiera un Latino abarrotado pudo eclipsarlos, aunque perdieron dos partidos. Regresaron a sus predios optimistas y fueron agasajados por el pueblo bajo la llovizna. Un incentivo adicional para ellos.
Su ofensiva, el arma más poderosa exhibida por ellos en la temporada, no ha tenido el mismo comportamiento frente al staff de los Azules. Pero si Yosvani Alarcón, Rafael Viñales y Jorge Yhonson despiertan, aunque sea un poquito, cualquier cosa puede suceder en el estadio Julio Antonio Mella.
Solo Andrés Quiala, un habanero aplatanado en Las Tunas, y Danel Castro, el veterano que todo el mundo quiere en su equipo por su alta productividad con hombres en posición anotadora, han empuñado con fiereza el hacha. Ahh, y el muchacho ese que dos veces ha sacado Pablo Civil de emergente: Leonis Figueredo, qué sangre, qué estirpe, lesionado y todo, ha dado par de dobletes.
Vladimir Baños es un pitcher de sangre fría, ecuánime, con sobrada experiencia en postemporada, que tuvo una buena campaña internacional y dispone de suficientes recursos para mandar el play off al séptimo duelo. Al definitivo: o tú o yo.
Así que lo mejor es esperar para ver cómo concluye esta historia. Industriales sale con un juego de ventaja, pero hay que concretarla, Víctor Mesa tiene suficiente experiencia en eso de quedarse a un triunfo de la final. ¿Sucederá otra vez?
amadorhh
17/1/18 14:58
ya ves, Rosendito, ni Villa ni Baños, José Ángel, se llevó el gato al afua y a los leones a la angustia.
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