jueves, 28 de marzo de 2024

Pero, ¿a Metropolitano no lo habían quitado?

La exclusión de uno de los equipos históricos dentro del paisaje beisbolero cubano, ha dejado una estela de opiniones e inconformidades...

Rafael Arzuaga Junco en Exclusivo 19/09/2012
5 comentarios
Comisión Nacional de Beísbol
Directivos de la Comisión Nacional de béisbol.

“¿Qué tal si proponemos a la Federación Cubana de Béisbol (FCB) para aspirar al Oscar a la mejor actuación del año? Sería un acto de estricta justicia. El presidente Higinio Vélez y su equipo acaban de obrar una genialidad. Con histrionismo sin par protagonizaron un largometraje silente de dos años o más y solo hablaron al final de la película, entrado ya en septiembre, para decir lo que todos sabían: Metropolitanos no estará en la Serie Nacional de Béisbol 52”.

Eso me dice un crítico mientras salimos de la sala y poco antes de que otro espectador me preguntara, “Pero, ¿a Metropolitanos no lo habían quitado ya?”

“La mayoría —dijo un tercero con la pose y ademán de los cubanos cuando creen hablar en nombre del mundo— de los que fuimos al cine no la entendimos y, en una votación de popularidad quedaría última”.

“El silencio es el lenguaje que menos compromete, y que el guionista y los realizadores (federativos) hayan elevado a un nivel artístico esta sentencia, en la era de la información, no en el cuaternario, y sobre todo por la sobria actuación de los actores protagónicos, bien merece una recompensa de la academia cinematográfica”, volvió sobre su discurso el especialista, que ignoró mi intento de réplica.

Con la perspectiva que da el paso de los días, de los años, digo yo, se considerará si es correcto o no entregarle la estatuilla. Quizás cometeríamos un error si no nos decantamos por el clan Gourriel, personaje principal de la zaga Secretos de Familia, la cual trataba cómo un espirituano, gallo de cepa y cresta puras, se convertía en León… hasta que la metamorfosis cesó por obra y gracia de vaya usted a saber qué (no descarten una segunda temporada).

Lo que sí quedará claro es que la película (la decisión) de la FCB no aporta gran cosa y, sobre todo, que llegó a destiempo.

Mire usted, incluso en otras pelotas, donde median, inciden y determinan millones de intereses, se llega a saber hasta con dos años de antelación el lugar de un Juego de las Estrellas. Y aquí, donde todo y todos comulgamos por el mismo bien, se ha tardado lo indecible para decidir la fisonomía del hecho cultural y social más importante de Cuba.

Todo comenzó con la nueva división político-administrativa, para la que, al parecer, hubo preparación por doquier, menos en la FCB. Debió jugarse con 17 equipos la Serie 51, no sin antes someter a examen —dijeron los federativos— la pertinencia de la estructura y, primero que todo, de la supervivencia de Metropolitanos.

Antes, incluso, se inició un período de consulta por todo el país (esa es una de las secuencias memorables del largometraje) que, en La Habana, terminó días atrás con una reunión en cuyo quórum aparecieron técnicos, comisionados, dirigentes, periodistas…, más los preseleccionados de Industriales y Metropolitanos. “Una reunión, recalcó más de una vez Higinio Vélez, a la que se llegó con más de 100 propuestas de estructuras y a la que se convocó no para decidir, sino para escuchar proposiciones”.

¿Cómo puede llegar la Comisión Nacional a La Habana, en septiembre, sin saber si es Metropolitanos, Artemibeque, Mayajuventud o Islaholguín el que no estaría en la Serie 52? ¿Cómo puede cometer el exceso de sentarse delante de los preseleccionados escarlatas e, interrogados por una gloria del deporte de la talla de Javier Méndez, decente donde los haya, no hablar siquiera del tema —ni permitir tratarlo— a unos jugadores que no sabían absolutamente nada de su futuro inmediato? ¿No hicieron, acaso, las cuentas de los daños que esa posición acarreaba? ¿Era necesario llegar hasta el límite de anunciar una decisión a unas escasas semanas del torneo? ¿El examen al que se sometería la estructura y, sobre todo, insisto, la permanencia de Metropolitanos, urgía de más años que los de estudios universitarios para graduarse de medicina?

Un niño, Adrián, pongamos por caso, sabría que se botarían por la borda los dineros del largo y caro proceso de preparación del grupo de atletas que se sacrifique, que —y este no es un mal menor— se tiraría el tiempo de los cientos de jóvenes que no lleguen al campeonato, que se adoptará la duodécima estructura en 50 años, con todos los males estadísticos e históricos que ello significa y, entre más, que se agrietará —aún más, creo yo— la credibilidad de la dirección del béisbol.

Para colmo, aquí tuvo alpiste la Federación Nacional de Béisbol, el comisionado provincial propuso, a su debido tiempo, dos técnicos para dirigir los Escarlatas, Juan Padilla o Lázaro de la Torre, y la Dirección Provincial de Deportes nunca se decantó, por lo que los preseleccionados rojos, mire usted, se entrenaron bajo el mando del preparador físico.

¿Cómo nos atrevimos, entonces, a indagar acerca de la suerte de Metropolitanos, si aquí en la capital teníamos a un grupo de jugadores, jóvenes, ilusionados, entrenando sin un DT definido? Así, además de por sus resultados recientes, también se deslegitima a Metropolitanos, que llevaron meses viviendo su anunciada muerte, hasta que el 14 de septiembre los velaron y enterraron.

Es evidente, los métodos de trabajo para volverse más transparentes y resolutivos, han favorecido precisamente lo contrario. Igual, digo yo y salvo la diferencia, al combatiente que dijo luchar contra el terrorismo y no hizo sino sembrarlo, irradiarlo, propagarlo.

Pero todo esto no pude decírselo al crítico y no debo decirlo en voz alta, porque te miran raro y luego hay quien sale a decir que no entendiste una película, capaz de utilizar los mejores recursos de la tragedia, la comedia, el sainete, la farsa, el policíaco y el suspenso, y que merece el Oscar, no solo en actuación, también en guión, dirección y efectos especiales, entre más premios a los que se le puede nominar.


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Rafael Arzuaga Junco

Se han publicado 5 comentarios


Rafael Arzuaga
 28/9/12 15:47

Lo peor de todo es el proceder, el mal proceder, digo yo, de la Federación Cubana de Béisbol. ¿Por qué demorar tanto la decisión de regresar al formato de 16 equipos? Ya fuera Metropolitanos u otro equipo, se debió saber, incluso antes de que finalizara la provincial en La Habana o la Copa Gran Habana, que no habría Metropolitanos. El mal es mucho más profundo que el malestar causado en la afición y quizás no lo comprendamos hasta más adelante. Del resto, solo hay que agregar que los males de la pelota cubana no desaparecerán cambiando la estructura de la Serie Nacional, no es en la Serie Nacional donde se eleva el techo de la pelota cubana. La SN es solo una expresión de los muchos males que tiene nuestra pelota, desde la base y las categorías pequeñas, hasta la selección nacional, pasando por asuntos materiales y la labor de la prensa —sí, que nosotros los periodistas no siempre obramos como debemos hacerlo

sergito
 26/9/12 0:01

La verdad el artículo está muy interesante, nos queda el sabor amargo de lo injusta que es la FCB. Así en mi opinión la pelota sufre más que si seguimos usando el bloqueo como culpable de todos los males

Leonardo Fernandez desde Fb
 21/9/12 12:47

Me imagino k es ironico, por el burocratismo y "suspensos" en las decisiones tomadas,pero el articulo no explica el asunto,quien no domine el "humor" cubano no entiende.

José Angel
 20/9/12 10:16

Excelente artículo Arzuaga. Totalmente de acuerdo contigo. Lo más preocupante es lo q mencionas al final; hay quien te mira raro por no entender la "película", y es que no se dan cuenta de las torpezas, y seguiremos comentiendo los mismos errores, y vendrán segundas temporadas para la Serie 53, 54... Qué pena!

emilio
 19/9/12 13:05

Nada que ver , colega," divide y venceras" 1ro acabaron con el fuerte Habana artemisa y ayabeque , ahora al antidoto es que le quitan a la SNB un equipo acusado de ser suministro de talentos a Industriales,Nada como en el circo romano se complació a los del pulgar hacia abajo de la CNB y otras gentes de zona

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