La mujer cubana también tiene representación en el arbitraje dentro de la lucha. Un ejemplo de ello es Magali Lara Estévez, una villaclareña que se destaca por su buen trabajo sobre el colchón.
Cubahora la entrevistó para conocer cómo llegó al mundo del arbitraje, y del desarrollo de las mujeres en esta difícil tarea. Magali responde con la misma seguridad con la que lleva un combate.
- ¿Cómo comenzó en este mundo del arbitraje y por qué la lucha?
- La lucha siempre me ha gustado, lo que pasa es que no existía la lucha femenina. Era un prejuicio. A partir de que comenzó me interesé. Ya no tenía edad para participar como atleta activa, pero comencé a adentrarme en otros mundos. Empezaron a llegar los cursos para las mujeres y me superé. Me fue gustando cada día más lo que hacía, y empecé a mejorar las categorías.
- Explíqueme cómo se suben las categorías en el arbitraje dentro de la lucha
- El arbitraje comienza con la tercera categoría en tu municipio. Tu municipio te lleva a segunda categoría, pero la comisión nacional es la única que tiene la facultad de llevarte a primera, y primera superior. En un año logré ser primera y primera superior. Me lo gané por mis méritos y mi trabajo. Me gusta lo que hago. Me siento protegida por mis compañeros.
No tengo prejuicios por estar encima del colchón trabajando. No hay temor. No existe la falta de respeto hacia mi persona. Me gustaría que todas las mujeres que les guste, que se atrevan, que lo hagan. Que no tengan ese miedo escénico, que todo se quita en el camino.
- Consulte además: Arbitraje en la lucha cubana sigue por el buen camino
- ¿Cómo ve la salud del arbitraje femenino en la lucha?
- En mi provincia tengo a dos muchachitas: Leidy Laura Sánchez y Claudia Entenza que no han tenido la posibilidad de subir de categoría porque la pandemia nos afectó. Las mantengo en segunda categoría hasta que puedan participar en un evento nacional donde la comisión nacional las pueda categorizar.
En todas las provincias del país hay muchachitas que están trabajando en la superación, y esperan el momento que la comisión nacional determine para la categorización.
- ¿Algún momento difícil sobre el colchón?
- Para mí lo más complicado ha sido ver a mi hija y a mi hijo luchando, y yo estar trabajando como árbitro en otro colchón. Ya lo superé, ya despejo el mecanismo y no me preocupo si están en el otro colchón.
Iniciándome en unos Juegos Escolares donde mi niña era atleta, me subieron al colchón por primera vez, y ella luchando en el otro colchón. No sabía qué hacer. Me quedé desconcentrada, pero gracias a Dios todo salió bien, aunque por dentro estaba temblando.
- ¿Sueños de Magali en el arbitraje?
- Representar al país en algún momento porque tenemos que salir adelante las mujeres también, para demostrar que podemos.
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