El momento parece ideal para escribir de los luchadores cubanos del estilo libre. Hace pocas horas ganaron seis de ocho medallas de oro posibles en el 50 torneo internacional Granma-Cerro Pelado, montado otra vez en el histórico Coliseo de la Ciudad Deportiva, en La Habana. No vienen mal, por varias razones, incluido el impulso psicológico, la posibilidad que tuvieron de competir también los jóvenes. Pero… muchos hubiéramos preferido menos coronas. Es decir: ¡visitantes con calidad para impedir esa fiesta!
Y no olvidamos que vinieron figuras provenientes de Estados Unidos, un país de gran tradición y fuerza en este estilo, ahora vez con un equipo de jóvenes con herramientas, pero todavía sin la maestría para llegar más allá de lo alcanzado: par de títulos.
Es por eso que Julio Mendieta, jefe de entrenadores de los de la libre, había declarado para los lectores de Cubahora:
“El objetivo principal en el Granma-Cerro Pelado era seguir el desempeño de nuestros jóvenes, pensando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.
¿Hace falta recordar que además de bisoños salieron a los colchones nuestras principales figuras? Sí: Liván López, Reineris Salas, Yowlys Bonne… La fiesta también fue de ellos.
ENFOQUE POR MEJORAR
Otro de con los que hablamos fue con el cuatro veces medallista en mundiales de adultos Reineris Salas, de 30 años de edad. El tenía bronce en Moscú 2010, plata en Budapest 2013 y Tashkent 2014. Y ahora, en noviembre de 2016, sumó una cuarta, plata en el de lucha Pahlavani, en Minsk, Bielorrusia. Y en la conversación mostró un enfoque que debe mejorar…
¿Qué es lo que tiene que mejorar? Él, y muchos, incluido Gustavo Rolle, el padre de la lucha cubana, considera que los árbitros le quitaron una pelea en los Juegos Olímpicos de Río 2016, y con ello una posible medalla.
“No sé si pueda llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por mi edad y con lo que me hicieron en Río 2016”.
Llegue o no a Tokio 2020 sería muy saludable que olvidara ya aquel percance, en aras de poderse concentrar en el hoy…
“Estoy ya en la que es mi nueva división, la de 97 kilogramos, pues se me hacía muy difícil mantenerme en la de 86. Espero poder participar en el mundial de este año. Quizás en el de 2018. Y hasta en el de 2019. No sé en los Juegos Olímpicos de 2020”.
UN CORDÓN SUELTO
¿Y qué pasó ahora con Salas? Fue uno de los seis campeones cubanos, pero la verdad es que casi hasta el final parecía que las acciones le podían resultar más tranquilas en su camino al oro. No fue del todo así, pues el estadounidense Jeffrey Thomas Felix le enredó bastante el final. Y en definitiva la pizarra reflejó un marcador de 7-5 puntos. Uno de esos puntos fue por un regalo al rival: un cordón zafado en una de sus zapatillas. ¡Un error que no se debía repetir! Y tampoco olvidamos que se está adaptando.
Otro de los que siguieron por los imaginarios reflectores, con toda razón, fue Liván López (74), medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, así como ganador de tres preseas en en campeonatos mundiales: una de plata, en Budapest 2013, y dos de bronce, Tashkent 2014. Las semifinales lo obligaron a exigirse un poco ante el estadounidense Chris Perry (14-9). En la final todo resultó más fácil y estuvo demoledor, con superioridad técnica, ante el boricua Pedro Soto.
Otro del interés de los medios (mediático según palabra de moda) fue Yowlys Bonne (61), quien tiene en su expediente incluso una medalla en un campeonato mundial: bronce en Estambul 2011 y Tashkent 2014. En la final se impuso 5-1 a su compatriota Dabian Quintana. Ellos, por cierto, dejaron con bronces a los estadounidenses Andrew Hochstrasser y Kannen Storr.
CHAPEANDO BAJITO
A juzgar por lo que dijo Franklyn Marén (65), luego de imponerse 8-6 al norteamericano Bernard J. Futrell, viene chapeando bajito: Quiere ser el número uno de su división, dijo al sitio Jit, dejar atrás a su compatriota Alejandro Valdés, de gran actuación en la Bundesliga, y ser el escogido este año para ir al mundial.
Otros cubanos a los que se vieron en lo más alto del podio fueron Yuniesky Torreblanca (86) y Yudenny Alpajon (125),
¿Y las dos coronas de los estadounidenses? Una perteneció a Tyler Grafft (57), quien después de clasificar a la final no tuvo que sudar más: el chino Minghu Liu, lesionado, no pudo combatir. La otra a Nazar Kulchytskyy (70), quien en una división que se disputó por el sistema de todos contra todos venció en la pelea decisiva al local Ernesto Sánchez. ¿Entonces? Nada: Bienvenida esa presencia de los estadounidenses, y ojalá se repita.
Es inevitable, ya casi en el minuto final de esta pelea (es decir: de este trabajo), que los recuerdos se disparen. La lucha libre cubana se fue con las manos vacías del más reciente campeonato mundial, el de Las Vegas 2015. Y también de los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿Reapareció ya la brújula?
LUIS
27/2/17 19:36
Rafael muy bueno que te proucupes por escribir de lucha, uno de los dos deportes que nos hace aún soñar con lo que fue el movimiento deportivo cubano y que tampoca difusión y conocimiento tiene entre comentario deportivo.Hace meses te escribi criticandote alguna que otras impresiciones ahora te doy las gracias.
Rafael Pérez Valdés
28/2/17 13:18
Luis:
Gracias por la felicitación de ahora. Y también por lo que con mucha razón me señalaste en otro trabajo (en el que se mencionó a los hermanos Shultz). Como ya salió a relucir en mi respuesta aquel tema te adelanto algo: Quiero, sin poner fecha de entrega, retomar aquel mensaje que me mandaste, y que sea el origen de un nuevo material. No sé cuál es el estilo de Cubahora sobre eso: ¿Te puedo mencionar como "el autor intelectual" de ese trabajo que tengo pendiente por escribir?
Yo pienso que entre todos vamos aprendiendo. Y con ello haciendo un trabajo mejor.
Un saludo.
Rafael.
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