Cuba gana, pero no avanza en Mundial de Béisbol sub-23

Después de haber perdido tres juegos seguidos,  el último por una jugada infantil de doble robo demorado, el equipo Cuba concluyó la fase de grupos de la Copa del Mundo de Béisbol sub-23 con par de éxitos que no le bastaron para acceder a la superronda de los mejores seis.

En la más reciente presentación doblegaron a Australia, subcampeón de la categoría en 2016, con pizarra de 3-1 en choque que había sido suspendido en la segunda fecha oficial de la justa por los fuertes aguaceros que caen sobre Taiwán, sede de la justa.

Resultó alentador que Guillermo García y Pedro Pablo Revilla asumieran protagonismo al bate al remolcar las tres carreras, función principal de ellos en la selección, cuya poca producción ofensiva los condenó en la justa.

Antes también se habían impuesto a México, monarca en 2018 y plata en 2021, por blanqueada de 2-0 y esos triunfos mantuvieron las opciones de avanzar hasta el juego entre Puerto Rico y Países Bajos, cuyo desenlace produjo un poco común quíntuple empate con igual saldo de dos victorias y tres derrotas.

Solo Corea del Sur, invicto en sus cinco salidas, había asegurado su pasaje antes sin sobresaltos. Sus acompañantes por el grupo B serían decididos aplicando los sistemas de desempate establecidos para el campeonato.

Según el primer criterio se iba a los juegos entre ellos y como no hubo definición, se apeló al TQB y ahí salieron beneficiados México y Australia, casualmente las dos víctimas de los nuestros.

El esfuerzo final no se tradujo en el resultado previsto con un equipo al que más allá de los ajustes de nómina por los abandonos de peloteros tenía potencial para pasar al menos a la segunda instancia camino al podio.

Ahora Cuba jugará en la ronda de consuelo por los lugares del siete al 12, definitivamente una pálida actuación, y es muy posible que termine pegado al fondo de ese grupo, pues arrastra saldo negativo de 0-2, al caer ante sus acompañantes de Países Bajos y Puerto Rico.

Una vez más la ofensiva fue el punto flaco del equipo, con guarismos alarmantes, pese a los esfuerzos de la dirección encabezada por Alaín Álvarez haciendo cambios constantes de lineup buscando una fórmula exitosa.

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De acuerdo con los datos del estadístico Yasser Vázquez, el deficit ofensivo en el corrido de las bases y poder confirman la tendencia de las selecciones nacionales en los últimos años:

▪️No se conectó jonrón en 114 turnos.

▪️La línea ofensiva (.184 Ave, .304 OBP .224 SLU) es de las peores y por supuesto, por debajo de la media del evento.

▪️Se embasaron 41 hombres entre (H, BB, DB) y solo se concretaron dos sacrificios de jits.

▪️Otra vez los turnos de 3ro, 4to y 5to sin producción de carreras.

▪️La tasa de ponches vs boletos recibidos vuelve a derrotarnos (30 K vs 18 BB).

▪️Pobre relación de extrabases (5 extrabases en 5 juegos, promedio de 1 ext por juego).

▪️No hay función táctica, solo 7 anotadas en 5 juegos, y de ellas creadas fueron 4.3.

El picheo sí mostró que era el arma fundamental del conjunto, aunque ninguno de los abridores logró caminar hasta la mitad de los juegos y fueron los relevistas los de mejores notas, con el talentoso Frank Abel Álvarez como el líder del bullpen.

Y la defensa cometió errores que fueron costosos, tanto de los que van a las hojas de anotación, como la del doble robo demorado ante los tulipanes que decidió la suerte de ese choque, a la postre clave en la ubicación del equipo insular en la tabla de posiciones de su grupo.

En Taiwán habrá un nuevo campeón, pues Venezuela, rey vigente, tampoco se pudo incluir en la selecta lista de los seis que continúan con vida, camino al podio de premiaciones. Por la llave A estarán en esa instancia, los anfitriones, Japón y Colombia.

Por lo pronto, el cuarto puesto conseguido en la pasada edición con una menguada nómina seguirá siendo la mejor actuación de Cuba en mundiales sub-23.