sábado, 27 de abril de 2024

Si una pinareña pudiera mandar en un huracán

Para los pinareños un huracán es un huracán. No tiene definiciones exactas, no tiene delimitaciones conceptuales...

Mayra García Cardentey en Exclusivo 04/10/2016
16 comentarios

Con los huracanes y ciclones me pasa como los recuerdos de infancia: no sé cuándo fue el primero, no tengo exactamente la idea de qué viví en mi vez inicial bajo los “efectos de un intenso” evento climático.

Sí, porque a quienes le gusta la nomenclatura un huracán puede ser un fenómeno meteorológico de intensas proporciones que se origina en el Mar Caribe; puede ser también un sistema de vientos de fuerza extraordinaria que forma un torbellino y gira en grandes círculos.

Para los pinareños un huracán es un HURACÁN. No tiene definiciones exactas, no tiene delimitaciones conceptuales.

Las percepciones, incluso, cambian con la edad. En los primeros años, apenas siendo un infante ingenuo, decir “ciclón” o “huracán” significaba “vacaciones”: días sin ir a la escuela, jugando en casa en las horas de tormenta, mataperreando por el barrio en la fase recuperativa, comiendo mucho—casi todo lo del refrigerador para que no se echara a perder por las jornadas sin luz eléctrica—, jugando a las escondidas en las noches posteriores…

Con el tiempo, las dimensiones cambiaron. Un ciclón era entonces ayudar a los padres a comprar comida; asegurar con palos y nylon las ventanas; aprender a cocinar las carnes de manera de duraran varios días sumergidas en manteca y en buen estado; obtener práctica en encender quinqués y lámparas inventadas con laticas vacías de refresco y un poco queroseno: mantener funcionando un radio de manilla, más viejo que el sillón de la abuela, por si las pilas se acababan… hacerse expertos en jugar dominó en las noches, apenas con una vela de luminaria, cuando la corriente demoraba más de cinco días.

Ahora un ciclón es otra cosa. Con los años y la madurez, una entiende todas las extensiones del dilema. Y un ciclón es casa, familia, amigos, pueblo, país. Una se preocupa por los bienes materiales propios, pero presta cobija a los otros que no tienen techo seguro. Brinda la comida que no le sobra, da el dinero que no le alcanza, cuida a los hijos ajenos.

Porque un ciclón en Pinar del Río es un desastre y una alianza también. Quizás pocas veces una sienta en tal magnitud el calor humano y la solidaridad como en esos momentos cuando mi casa es tu casa, mi comida es tu comida. Yo soy tu familia.

Y cuando una llega a esta “elevación divina” en la escala de sentimiento por y hacia un ciclón-huracán, no deja de sobrecogerse cuando arriban estos eventos a zonas no adaptadas a estos vaivenes. Llega a pensar, hasta en un lapso de sadomasoquismo ambiental: “es mejor que pase por Pinar del Río”.

Porque los pinareños, con el tiempo, nos hemos vuelto peloteros, tabacaleros, y sobre todo muy meteorólogos. Creemos predecir el tiempo como Rubiera, orientamos como Rubiera, y a veces nos creemos mejor que Rubiera.

Rubiera dice cómo se llama el huracán, por dónde pasará, a qué hora pasará, qué efectos traerá… Pero un pinareño te puede explicar cómo cerrar mejor la casa, cómo evitar un cajón de aire, cómo asegurar las ventanas, dónde refugiarse dentro de la vivienda en caso de emergencia, cómo apuntalar y salvaguardar el techo, cómo tener un maletín previsto para instancias extremas y qué no puede faltar, cómo mantener los alimentos, por cuáles vías estar informado cuando los teléfonos fallan… cómo tranquilizar los ánimos.

Un pinareño en estos instantes no puede evitar pensar en los amigos guantanameros, en todos los amigos de la región oriental. En todos los que viven por allá. Pensar en ellos, y sufrir también. Ver los partes como si el huracán nos viniera ahora mismo encima; enviar correos extensos muy didácticos para orientarlos en lo que pueden hacer; recargar el celular con el poco dinero del mes que queda, para brindar un parte  de informaciones cada cierto tiempo, si las comunicaciones lo permiten...

Ya a estas alturas, una viene siendo como Máster en Ciencias Sociales de Huracanes. Imagino que quienes peinan canas pueden defender un Doctorado en el tema.

Una solo lamenta que en estos días la abuela no esté viva y haga esos rezos infinitos y tranquilizadores frente a la vela y la virgen, pidiendo que las malditas aguas y vientos no arrecien tanto, y se desvié el “mal nacido”, y que no se muera nadie, que no se caigan tantas casas, y que no pase nada muy grave…

Como si los pinareños pudieran mandar en huracanes…


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Mayra García Cardentey

Graduada de Periodismo. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Periodista del semanario Guerrillero. Amante de las nuevas tecnologías y del periodismo digital.

Se han publicado 16 comentarios


Dany
 12/10/16 7:22

Soy un francés de una región aislada de la Francia profunda. Discúlpeme que no hablo bien su lengua. Nunca he estado en Cuba pero el azar de la vida quiso que encuentro a un amigo de Pinar Del Rio y su familia gracias a internet. Me habló tan bien de Cuba, de su historia y de su pueblo con tal fuerza y tal amor que me enamoré de su país. Nunca me he sentido tan triste por un acontecimiento situado si lejos de mi casa. Matthew se abatió sobre ustedes que siento no ser en el mismo lugar para ayudar, tanto me siento preocupado. Mi amigo me invitó a leer el texto de Mayra García Cardentey y esto me conmovió mucho. Con el cambio climático nuestras regiones también están expuestas a episodios climáticos extremos. El problema es que aquí no estamos acostumbrados. La forma en el que ustedes atraviesan los acontecimientos y las mentes de las personas, entre otras cosas, delante de lo peor que la Naturaleza puede dar es una lección formidable de vida para nosotros. Puede que sea poco pero deseo testimoniar en mi nombre y en nombre de numerosos franceses aquí, del afecto y de la empatía que sentimos antes las destrucciones y esta nueva batalla que ustedes tienen que librar. Buena suerte a todos y gracias y felicitaciones a Mayra. Dany   

Anabel
 11/10/16 13:39

Excelente,, sensible ese artículo, muestra de la solidaridad del cubano con los suyos, gracias MAYRA GARCÍA CARDENTEY, Nuestro carino sincero y solidadridad con los cubanos del oriente, cualquier ayuda que se proponga relizr, ya sea balija, o aoprte de dinero por los trabajadores de toda Cuba para ayudarlos, cuenten con mi modesto aporte. Toda Cuba es una sola, del Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí, abrazo a todos desde Brasil

Soyriver
 7/10/16 12:10

Desde que se mencionaron palabras del artículo en la televisión *Gracias Cristina), me regresan preguntas precisas como supongo a cualquiera. Cómo lo hago en mi casa? Y la misma respuesta de siempre: como se me acaba de ocurrir.

Por eso doy las gracias a tan interesante artículo que debe revolver el cómo nos preparamos.

Entiendo a nuestras autoridades y todo lo que hacen, pero siempre es con una visión generalizada y de advertencia. Pero cómo, en mi casa:

cómo cerrar mejor la casa, cómo evitar un cajón de aire, cómo asegurar las ventanas, dónde refugiarse dentro de la vivienda en caso de emergencia, cómo apuntalar y salvaguardar el techo, cómo tener un maletín previsto para instancias extremas y qué no puede faltar, cómo mantener los alimentos, por cuáles vías estar informado cuando los teléfonos fallan… cómo tranquilizar los ánimos?

Es perfectamente un curso de Universidad para Todos lo que necesitamos. Es un tabloide que podamos encontrar donde quiera, que sobre en las librerías, que se adquiera vía digital. Cómo enseñamos a los que arreglamos nuestras casas, a nuestros obreros, albañiles, carpinteros, soladores, plomeros que se hacen por su cuenta a construir teniendo en cuenta los huracanes y los temblores?

Se habla de manera general, y ejemplo es que en temblores póngase debajo de un marco de puerta. Se han visto algunas de nuestras casas donde el marco soporta una pared vieja cerca del colapso? Por eso creo que debemos y tenemos que llegar a los detalles.

Le agradezco, Mayra, infinitamente su artículo y le escribo la invitación a que comience a circular tanta sabiduría y experiencia.

Ah, un comentario: Sabe que las personas de los extremos del país se parecen mucho?

soyriver

Universidad de Oriente

Laura Elena
 6/10/16 15:12

Gracias Mayra por tu comentario tan acertado sobre los pinareños y los huracanes, verdad que somos especialistas en la materia, sin dudas. Profe Lu, el huracán mas devastador que ha pasado por Pinar fue el Iván, el 13 de septiembre de 2004, cuando azotó drásticamente y sin compasión la otra puntica de nuestra bella isla, el Cabo de San Antonio y toda la provincia, 11 días sin corriente eléctrica y severas afectaciones y carencias de todo lo que ello conlleva. Fue cuando, como dice Omar, se albergaron a los pobladores de La Coloma en los dormitorios de la Vocacional, desastroso! pero como todos los cubanos, vencimos! así también sucederá en Guantánamo, seguro!

Marianela
 6/10/16 13:53

Mayra: Soy de Nuevitas, Camagüey y hoy, luego de la fase recuperativa, nos hemos incorporado al trabajo. Y te comento que después de arreglar las oficinas y poner en funcionamiento las computadoras, me puse a leer en Cubadebate las noticias y los estragos que causó el huracán, pero, posterior a esto, he buscado en google tu comentario que escuché de Randy y que me encantó porque también me has hecho recordar mi infancia. Es muy bueno saber que los pinareños se han hecho expertos en el tema de ciclones y huracanes y sería muy instructivo que esa experiencia se haga extensiva a todo el país, porque somos muchas las personas que no tenemos los conocimientos que tienen ustedes cuando dices que: un pinareño te puede explicar cómo cerrar mejor la casa, cómo evitar un cajón de aire, cómo asegurar las ventanas, dónde refugiarse dentro de la vivienda en caso de emergencia, cómo apuntalar y salvaguardar el techo, cómo tener un maletín previsto para instancias extremas y qué no puede faltar, cómo mantener los alimentos, por cuáles vías estar informado cuando los teléfonos fallan… cómo tranquilizar los ánimos. Por la TV bien que pudieran explicar estas cosas, así podríamos seguir evitando tantos desastres en las viviendas y seguir contrubuyendo a evitar pérdidas de vidas humanas. Muchas gracias y excelente artículo.

Joaquín Cortés Plaza
 6/10/16 10:48

Muy buen articulo. Como te comenté,  estas experiencias huracanadas son parte de lo que significa ser caribeño pero ahora veo que los pinareños tienen un curriculum mas extenso. Una de las expresiones que mas me gustaba de Garcia Marques era  la de "fuerza ciclonica" y me acordé de ella gracias a tu articulo. Gracias.

 

Francisco varona Rodriguez
 6/10/16 10:15

MATTHEW: EL HURACAN OLVIDADO

Leer este articulo de la periodista Mayra Garcia ha sido para mi sobrecogedor y emocionante. Como todo buen cubano, que nos creemos conocedores expertos de pelota, medicina, sociologia y ahora meteorologia, me uno a los comentarios, aunque como camagueyano afortunado, no tengo en mi aval los postgrados ciclonicos de pinareños, isleños y habaneros, cubanos mucho mas expertos en este tema de desastres naturales, por lo que han tenido que sufrir en carne propia. pero lo cierto es que Matthew fue realmente un huracan estresante. Desde el 29 de septiembre nos ha mantenido pegado a las noticias de su lento y perezoso movimiento por el Caribe.

Poco a poco fue ganando en intensidad mientras avanzaba casi pegado a la costa caribeña de America del sur para despues, y luego de horas que parecieron interminables, levantarse rumbo a las islas de Jamaica, y la Española.

Parecia como que evitaba tocar tierra. Sobre Georgetown descargo algo de viento y agua de su lado izquierdo. Atraveso Cabo tiburon y casi como disculpa, se ensaño sobre la pobreza de Port Principe, entregando parte de su furia tambien a los vecinos Dominicanos y siguio avanzando hacia Cuba.

Fueron horas que no pasaban. Pero su lento andar permitio ganar tiempo y prepararnos mejor para enfrentarlo. Minuto a minuto se tomaron medidas para minimizar sus daños. Se protegieron vida, medios y futuro…

Finalmente, algo apenado por su pereza, se decidio a entrar por el extremo mas oriental de Guantanamo, casi como rozando a nuestro archipielago; pero se detuvo ahí, al parecer recordando que 53 años antes, un fenomeno parecido a el llamado Flora, entro muy cerca de ahí, convirtiendose en la segunda mayor tragedia natural de la historia de Cuba, a partir de lo cual, nuestra naciente revolucion, diseño todo un sistema de defensa civil e hidraulico para evitar que otros desastres similares provocaran tanta devastacion y sufrimiento a nuestro pueblo. Entonces, como en venganza, descargo toda su furia durante unas 10 horas consecutivas sobre los ya prevenidos poblados de Imias, Maisi y la Villa primada de Cuba: Baracoa.

No logro imaginar como es sentir vientos sostenidos de casi 180 km por horas, rachas de hasta 200 o mas, recibir el golpe mortal del mar embravecido entrando con olas de 10 metros de altura y el agua imparable cayendo. El tiempo debio detenerse una vez mas para los que alli resistieron sus embates. La madrugada se hizo mas larga…

Salio al mar y continuo dañando toda la geografia norte cercana con lento andar y como vanagloriandose de su fuerza e intensidad. Pero con las luces del nuevo dia, esas mismas que permitieron apreciar con claridad sus estragos sobrecogedores, tambien comenzaron a aparecer infinidad de cubanos que apartaban, recogian, limpiaban y soñaban aun despues de la pesadilla.

Matthew fue un huracan estresante, pero ahora es un huracan derrotado que solo da la espalda y corre alejandose dejando destrozos a su paso. Destrozos que ya se van reparando, destrozos que pronto seran recuerdos y Matthew sera entonces un huracan olvidado…olvidado por un pueblo que no se amilana, un pueblo que sabe enfrentar fenomenos naturales, que es golpeado y resiste, que crece y construye, que vive y sueña…que nunca estara desprevenido.

Podra llamarse Flora, Ines, Kate, Gilbert, Lily, Sandy, Matthew o cualquier otro nombre…terminaran siempre siendo: un huracan olvidado.

alfredo
 5/10/16 14:12

Hermoso artículo de una joven periodista que se distingue por su originalidad. Da gusto leerlo de punta a cabo. Retratas a un verdadero pinareño.

Te mereces todos los premios que has ganado. El tema es muy actual y resumes el sentimiento de todos los pinareños. Es cierto lo que dices sobre nuestra experiencia. Creo que no existe uno que al menos no haya visto aunque sea un huracán.

Tenemos que ser solidarios ante el dolor ajeno. Nos lo han enseñado a lo largo de todos estos años. Se recuperarán con el apoyo de todos.

Gracias por escribir.

 

Profe Lu
 5/10/16 13:26

Que alegría me dió escuhar la opinión de una pinareña, pues ustedes si han sufrido gran cantidad de Huracanas y si mal no recuerdo incluso categoría 4 y ahora parece que se caería el mundo porque iba a pasar por Santiago. No es que tenga a menos a los de la región oriental, que por cierto no tienen mucha experiencia porque para su satisfacción los huracanes fuertes y muy desvastadores escogen casi siempre a la isla de la Juventud, Pinar del Rio y la antigua Habana, incluida también la capital.

Nosotros tenemos mucha experiencia, claro si casi siempre nos toca y ya estamos acostumbrados a resguardar nuestros medios, pues lamentablemente cuando los perdemos las afectaciones son tantas que no alcanzamos todos y nuestras pérdidas se quedan y las olvidan y ya cuando viene el proximo Huracán ya no son prioridad y no se les resuelve el problema.

El esfuerzo que hace el país es loable y se deben proteger las vidas humanas. Yo he estado por allá y se como viven las personas en Guantánamo en Jamaica al lado de la presa, en San Antonio del Sur en el Valle de Caujeri mis amigos de Manguito, en Imias, en Cajobabo. Estuve en Baracoa despues de unas olas que por poco acaban con el malecón y tambien estuve en La Plata y subi el Turquino por lo que se como viven las personas sencillas por allá y me aegro que se preocupen por ellas, pues vi con mis propios ojos la destrucción en Pilón, Niquero, Media Luna, Campechuela y La Plata despues del Huracán que le dicen el Lenador. También lamenté la pérdida en Jague del Central Australia, que se iba a convertir en museo y del que no queda ya nada.

Dicen que niño que no llora no ...... Estimo que el huracán era muy fuerte y que se hace mucho esfuerzo para proteger, pero la cosa debe ser a mi criterio pareja, pues cuando hemos oido gritar tanto a los pinareños. Si Santiago es Santiago, pero  Cuba es Cuba y todo el pueblo es heróico y solidario.

Mi solidaridad para los orientales, pero tambi{en para todos los que hemos sufrido los embates de catástrofes naturales.

 

Omar Crespo Pérez
 5/10/16 10:06

Bello y solidario artículo periodístico. Pinar tiene muchas experiencias. Recuerdo, cuando con los Vicedirectores de Trabajo Educativo y los profesores, ubicamos más de dos mil personas del poblado de La Coloma, en los dormitorios del IPVCE "Federico Engels", fueron momentos de sacrificio, solidaridad y de reconocimiento de lo que hace el Partido y el Poder Popular de una provincia y del país, y de cómo las brigadas de eléctricos y comunicadores, entre otros de todo el país, arribaban a la provincia para ayudarnos a resarcirnos. Siempre vencimos, como lo harán los Guantanameros. Hasta la Victoria Siempre. VENCEREMOS.

augustoc
 5/10/16 9:23

Buen articulo, soy pinareño y nos solidarizamos con nuestros hermanos del oriente del pais, la verdad es que los pinareños tenemos experiencia ante el azote de los fenomenos naturales, ya  salio del extremo Oriental Matthew ahora viene la etapa recuperativa, la solidaridad humana del cubano desbordara  y no faltara ayuda a los afectados.... 

miriam
 5/10/16 9:16

gracias por tu escrito, me ha emocionado, también por qué no, me ha hecho sonreír, pero también me ha hecho sentir el orgullo de ser cubana.

no pierdas la chispa y sigue escribiendo de esa manera tan sincera y divertida, se puede hablar de los temas más serios con una sonrisa.

miriam

Valia
 5/10/16 7:23

Sinceramente ojalá pudieramos mandar en los huracanes, entré a internet a buscar noticias y leí este bello escrito, a todos los hermanos del Oriente del país un abrazo y los mejores deseos de que se recuperen pronto, con la fuerza y la alegría que los caracteriza.

kmil
 4/10/16 17:45

Gracias de todo corazon.

 

Natasha Diaz Bardon
 4/10/16 14:40

Excepcionalmente sobrecogedor. Gracias por tanta solidaridad. Bella pluma periodistica.

Tania
 4/10/16 17:53

Ojalá los pinareños pudiéramos mandar en los huracanes, ahora mismo todos aqui estan pendientes como si fuéramos nosotros, porque como dijo mi vecino: "somos nosotros porque son cubanos los que están allí". No tengo palabras para decir como estoy pidiendo que nadie muera, que todos tengan la conciencia sufuciente de hacer caso a las orientaciones dadas y salvaguardarse como es debido, no cabe en mi cabeza que alguien no quiera evacuarse. cuídense mucho, hermanos orientales, desde aqui muchos de nosotros quisiéramos halar el hurcán y sacarlo mar afuera, bien lejos de un tirón, estamos con ustedes, acompñándolos y siguiendo las noticias. Buena suerte.

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