viernes, 26 de abril de 2024

Una emigración segura: principio de Fidel y de Cuba

Fidel Castro conocía perfectamente las características de la emigración y específicamente en nuestro país y así lo dejaba claro en su pensamiento y reflexión...

Daniel de la Osa Camacho en Exclusivo 13/10/2021
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1995-Fidel-New York
Fidel Castro en su visita a The Bronx en 1995

Este mes de octubre hace 26 años de que Fidel Castro, nuestro Comandante en Jefe, hiciera aquella histórica visita a Nueva York por el aniversario 50 de las Naciones Unidas, donde pronunció varios discursos. Uno de ellos frente a la comunidad boricua del distrito de Bronx, allí expresó: “Hoy uno de los más grandes problemas del mundo y uno de los más grandes temores de los países desarrollados es la emigración. (…).”

El fenómeno migratorio hacia el exterior de los países es un tema tan complejo que abarca las diferentes esferas económicas, políticas y sociales. Cada día salen a la luz noticias y reportajes sobre temas migratorios, donde se ve cómo los problemas económicos y sociales en que viven muchas familias y las diferencias políticas entre los gobiernos de diversas naciones son motores impulsores de esto.

Cuba no es un país ajeno al tema. En los últimos años se ha visto un aumento paulatino del número de emigrados cubanos, independientemente que en el año 2013 y 2014 hubo un saldo migratorio positivo debido a las medidas de flexibilización tomadas por parte del gobierno cubano con respecto a su política migratoria. También es sabido que desde el año pasado disminuyeron los viajes por el tema de la pandemia a nivel global.

Según datos generales de la ONU recogidos hasta 2020 y expuestos en el portal de la Organización Mundial de Migración, Cuba tiene alrededor de 1.8 millones de emigrados, el 15% aproximadamente de su población.

Fidel Castro conocía perfectamente las características de este fenómeno y específicamente en nuestro país y así lo dejaba claro en su pensamiento y reflexión.

LA EMIGRACIÓN CUBANA Y ESTADOS UNIDOS

Si bien está claro que el hecho de emigrar hacia otro país en busca de bienestar, confort, aceptación y estabilidad en la vida resulta ser algo que se repite todos los días en todas las latitudes del globo terráqueo, el caso de Cuba tras el Triunfo de la Revolución tiene sus particularidades, otorgadas por supuesto por la política migratoria del gobierno norteamericano hacia el nuestro.

“Ese fenómeno de la emigración es universal, solo que, desde luego, en el caso de Cuba se planteaba que vinieran todos los que quisieran. Ese privilegio no se lo concedieron a nadie (…)”, expresaba Fidel en su histórica intervención.

A lo que añadía el Comandante que a los cubanos les decían que fueran hacia allá, que serían bien recibidos. “En un principio perdíamos médicos, perdíamos maestros, perdíamos de todo: obreros calificados, ejecutivos, directores; tenían más posibilidades de ingreso en este país. Después se estableció un principio: normas legales que les daban a los cubanos los derechos que no existían para ningún otro ciudadano de América Latina y del mundo, y es lógico que se produjera cierta emigración masiva.”   

No obstante, el Comandante en Jefe reconocía que cuando desde Cuba se abrieron las puertas para la emigración, desde la parte norteamericana se tomaron medidas y restricciones.

Sin embargo, esa bienvenida tenía la clara intención de perjudicar a la Revolución Cubana. Antes de 1959, no siempre fue así para los cubanos, ya que existían restricciones. Incluso, muchos de los movimientos de liberación nacional y revolucionarios se gestaron en el exilio, fundamentalmente en Estados Unidos, donde además fueron perseguidos, saboteados sus planes y hasta asesinados algunos de sus integrantes y dirigentes.

“(…) en nuestras guerras de independencia muchos cubanos se refugiaron en Estados Unidos, desde aquí se organizaron, desde aquí trabajaron; el más conocido, el más prestigioso, el más grandioso fue nuestro Héroe Nacional, José Martí.”, comentaba Fidel.

“Antes del triunfo revolucionario eran muy contadas las visas que la Embajada de Estados Unidos concedía a los ciudadanos cubanos para emigrar a ese país (…)”.

El Comandante destacaba que “Los trámites legales para que un cubano emigrara a Estados Unidos entre 1945 y 1959 eran prolongados y absolutamente rigurosos. Al que ingresaba ilegalmente, violando las leyes de Estados Unidos, lo esperaba irremisiblemente la expulsión o la prisión. Nadie se atrevía.”

Cuba nunca ha impedido a un padre o madre llevarse a sus hijos, pues para eso tienen la patria potestad mientras sean menores de edad. Todo aquel que tras la Revolución decidió emigrar, y utilizó para ello las vías legales, no se le impidió ni se le impuso obstáculo alguno.

“Más del 90 por ciento de los que emigraron de Cuba desde el triunfo de la Revolución lo hicieron por canales normales y motivados por razones económicas, sus salidas fueron autorizadas por la Revolución sin obstáculo alguno. Pero los cubanos emigrantes estaban obligados a pasar bajo las horcas caudinas de aquella mafia poderosa, de cuya influencia no podían fácilmente prescindir.”

Aun así Fidel reconoce lo que significaba ver marchar a una persona capacitada, profesional, con oficio, incluso a los jóvenes que ya han iniciado sus estudios.

“Siempre es duro que un niño se marche; pero respetamos el derecho de los padres, lo que no hacen las autoridades de Estados Unidos con los hijos de los cubanos. Nos duele porque es un niño que está estudiando aquí y nadie sabe lo que le espera allá, esas cosas que ustedes han denunciado. (…) Nos duele porque es un pionero menos en una escuela; nos duele porque es un pupitre vacío en una escuela.”

En la actualidad, desde 2017 el gobierno de los Estados Unidos ha estado incumpliendo con su compromiso de otorgar al menos 20 000 visas al año, añadiéndole a eso que tras los supuestos sucesos de ataques sónicos a diplomáticos y empleados de la embajada norteamericana, vino una suspensión unilateral de los servicios consulares y migratorios en nuestro país. Esto obligó a viajeros y migrantes cubanos a moverse a terceros países para solicitar sus visas, y obstaculizó los envíos de remesas y los vuelos comerciales entre los dos países, todo esto unido a la pandemia que comenzó a azotar el mundo a inicios del año pasado.

Sin embargo, gran parte de la emigración cubana, incluso en estos tiempos de dificultad apoyó a Cuba en su lucha por seguir denunciando y acabar con el criminal bloqueo económico, comercial y financiero. Las caravanas de Puentes de Amor fueron un ejemplo hermoso de eso.

Igualmente apoyaron con donaciones de alimentos, insumos médicos y medicamentos. Saben que Cuba está dispuesta al diálogo para mejorar las relaciones bilaterales en igualdad de condiciones, porque abogamos por la emigración segura, porque valoramos el aporte de la diáspora ya que son cubanos donde quiera que estén.


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Daniel de la Osa Camacho

Licenciado en Ciencias de la Información y Periodista de Datos


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