viernes, 26 de abril de 2024

Cuba por la reducción de riesgo de desastres

El Estado cubano lleva a cabo la tarea ¡Vida!, iniciativa para el enfrentamiento a los eventos desastrosos provocados por el cambio climático

Iris Leydi Madera Iglesias en Exclusivo 15/10/2017
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Limpiezas de las calles
La prevención de desastres naturales siempre ha sido premisa en nuestro territorio (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

 Seguramente usted también añoró esta vez que septiembre por fin terminara. La mística y la ciencia se unieron en el intento por amortiguar el dolor de la madre tierra y sus habitantes, azotados por la furia de eventos naturales que estremecieron el orbe.

Durante el pasado mes, los noticieros fueron todo un bombardeo de infelicidad. Mencionar los ejemplos geográficamente más cercanos: México fue sacudido por dos sismos de gran intensidad, también una dupla de huracanes con nombre femenino hicieron de las suyas (Irma azotó las islas del Caribe y Florida, y luego María arrasó con las islas de barlovento, Dominica, Martinica y se ensañó particularmente con Puerto Rico).

A nadie le resultará ajeno entonces este 13 de octubre, declarado por la Organización de Naciones Unidas como Día Internacional para la Reducción de los Desastres, un llamado a los gobiernos y a las personas para la toma de decisiones encaminadas a minimizar riesgos.

Según datos publicados en el sitio Web de la organización: “…durante los últimos 20 años, más de 1,35 millones de personas han perdido la vida como resultado de la vulnerabilidad y la exposición a amenazas naturales, en especial mujeres y niñas. Además, más de 4000 millones de personas han tenido que desplazarse y se han quedado sin hogar, o han resultado heridas, lesionadas, o han tenido que recurrir a algún tipo de ayuda de emergencia.

”La mayoría de muertes a causa de desastres naturales se deben a eventos meteorológicos, en especial, inundaciones, tormentas y olas de calor; y han duplicado sus cifras durante los últimos 40 años. Otra parte importante se da por eventos geofísicos extremos, en especial terremotos, pero también tsunamis y erupciones volcánicas”.

Si de algo conocemos bien los cubanos es de reducción de desastres, sobre todo en las últimas décadas, cuando se evidencia más aquel contundente vaticinio del entrañable Fidel Castro durante la Cumbre de Río de Janeiro el 12 de octubre de 1990: “…Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

Previo análisis del probable impacto de fenómenos naturales en la población, así como en los principales objetivos económicos del país, la prevención siempre ha sido premisa en nuestro territorio. Desde 1986 se realizan anualmente los ejercicios Meteoro, que han permitido incrementar y comprobar la preparación, planificación y organización de las tareas de la Defensa Civil, en tanto contribuyen a mejorar condiciones para enfrentar peligros y minimizar daños humanos y económicos.

También es de gran valía el papel de los medios de comunicación, donde se articula toda una estrategia de divulgación que no abandona a la ciudadanía y, a pesar de las insuficiencias tecnológicas, crea vías para mantener a todos informados.

Las investigaciones científicas en la isla se perfilan cada vez más ante la inminencia de los efectos nocivos del cambio climático. Tengamos en cuenta que la temperatura media anual aumentó en 0,9 grados centígrados desde mediados del siglo pasado, se han incrementado las afectaciones por huracanes, se observan cambios en el régimen de lluvias y ascenso de 6,77 centímetros del nivel del mar.

En tal sentido se aprobó recientemente la Tarea Vida (plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático), iniciativa que comprende cinco acciones estratégicas y 11 tareas encaminadas a identificar zonas y lugares priorizados, posibles daños y acciones a acometer a corto, mediano y largo plazo.

En esta ocasión la ONU convoca a sensibilizar a la opinión pública mundial sobre una serie de acciones, políticas y prácticas que se han aplicado con éxito para reducir la exposición a los desastres en distintas comunidades, y con las que se ha contribuido a salvar hogares y medios de vida. Cuba ha demostrado con creces el cumplimiento de tales programas. Hoy el premio mayor en esfuerzos es para nuestro pueblo, quien en la mayoría de los casos da fe de disciplina, humanismo y solidaridad.


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Iris Leydi Madera Iglesias


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