sábado, 18 de mayo de 2024

Ivette Vian: una laboriosa soñadora

La escritora del popular programa infantil “La sombrilla amarilla” todavía tiene mucho que aportar a los medios de comunicación cubanos...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 16/10/2014
1 comentarios
Ivette Vian Altarriba-Sombrilla amarilla
Ivette Vian Altarriba, escritora del popular programa infantil La Sombrilla Amarilla

En este año 2014 la Convención sobre los Derechos del Niño arriba a su aniversario 25. Muy justo es recordar a la creadora del personaje Marcolina, de La sombrilla Amarilla, quien pronto cumplirá siete décadas de vida. Aunque lleva un tiempo alejada de los medios de comunicación cubanos La señorita Vian —como la bautizó la niña matancera Emily Acosta Dueña en un cuento de su autoría— aún hoy tiene muchos sueños por materializar:

“Cada día se me ocurre un nuevo programa de televisión. Tengo como diez espacios sin hacer. Para llevar a la pantalla Marcolina tuve que esperar durante dos años. También quisimos hacer un largometraje titulado Calle callejas donde aspiraba a resaltar la figura del padre, alguien tan importante dentro de la familia, y que siguiera la línea de Enrique Chiquito, el símbolo de la ilusión”, confesó la autora de una vasta obra para niños, donde se entremezclan imaginación, gracia, humor y fantasía.

A la luz de hoy, a La sombrilla amarilla se le puede realizar una lectura desde un enfoque de género, pues según las palabras de su autora: Marcolina —inspirada en un pintoresco ser santiaguero al cual recreó a través del cuento La Marcolina (Gente Nueva, 1987)— simboliza a la mujer independiente y liberada.

Y es que ahí radican los valores de esta obra que aún tiene gran repercusión en nuestros medios y que se recuerda como ejemplo de la televisión a la que podemos y tenemos que aspirar. La sombrilla amarilla pertenece al patrimonio inmaterial de la nación cubana y pervive en la memoria afectiva de varias generaciones.

La autora de Pelusio y el tío Eterio no esconde que es su obra favorita. “Si hubiera una catástrofe me llevaría mis libros. Hay que amar lo que uno hace. Cada palabra en los medios llega al cerebro. Cuando escribo pienso en enseñar lo que sé”.

Dicen sus compañeros de trabajo y amigos que Ivette es una mujer de gran espiritualidad, amante de las jicoteas, las plantas y las aves, excelente amiga, madre, anfitriona, una niña grande, una maravillosa abuela cuya primera lectura fue Platero y yo.

“Siempre soñé con hacer cine”, reveló la creadora del personaje de Enrique Chiquito con el que le rinde homenaje a su progenitor Enrique Vian Ruiz, autor de Cuentos de Enrique Chiquito.

“Me encantaría que Fernando Pérez, que estudió conmigo en la universidad y es alguien a quien adoro, hiciera una película a partir de un cuento mío y que tuviera tanto éxito como cualquiera de sus películas”, manifestó Ivette.

Desde que conoció a Ivette, la vida de Mariela López —directora de La sombrilla amarilla— ya no es la misma:

“Era una directora joven con muchos miedos, pero cuando leí el primer guion quedé fascinada porque sentí que Ivette es única, especial y que respetaba los códigos de los programas infantiles. Entonces, a pesar de mis temores iniciales, entendí que debía hacer comunión con Ivette. Nunca puede existir un divorcio entre escritor y director. A partir de ese momento, la literatura infantil cobró gran importancia para mí. Todavía hoy, cuando entro en una librería compro libros para niños”.

Para Ivette Vian todos los niños son fabulosos porque no están condicionados por la sociedad. Pensar en ellos, en sus intereses, sus sueños, pero también en la necesidad de conocer el mundo que les rodea, es el deber de quienes escriben y dirigen hoy programas infantiles. A las puertas de la Primera Convención de Radio y Televisión, Cuba 2014, y en el aniversario 25 de la Convención sobre los Derechos del Niño, no debemos pasar por alto la labor que realizó quien dio vida al popular personaje de Marcolina.

En este año 2014 la Convención sobre los Derechos del Niño arriba a su aniversario 25. Muy justo es recordar a la creadora del personaje Marcolina, de La sombrilla Amarilla, quien pronto cumplirá siete décadas de vida. Aunque lleva un tiempo alejada de los medios de comunicación cubanos La señorita Vian —como la bautizó la niña matancera Emily Acosta Dueña en un cuento de su autoría— aún hoy tiene muchos sueños por materializar:

“Cada día se me ocurre un nuevo programa de televisión. Tengo como diez espacios sin hacer. Para llevar a la pantalla Marcolina tuve que esperar durante dos años. También quisimos hacer un largometraje titulado Calle callejas donde aspiraba a resaltar la figura del padre, alguien tan importante dentro de la familia, y que siguiera la línea de Enrique Chiquito, el símbolo de la ilusión”, confesó la autora de una vasta obra para niños, donde se entremezclan imaginación, gracia, humor y fantasía.

A la luz de hoy, a La sombrilla amarilla se le puede realizar una lectura desde un enfoque de género, pues según las palabras de su autora: Marcolina —inspirada en un pintoresco ser santiaguero al cual recreó a través del cuento La Marcolina (Gente Nueva, 1987)— simboliza a la mujer independiente y liberada.

Y es que ahí radican los valores de esta obra que aún tiene gran repercusión en nuestros medios y que se recuerda como ejemplo de la televisión a la que podemos y tenemos que aspirar. La sombrilla amarilla pertenece al patrimonio inmaterial de la nación cubana y pervive en la memoria afectiva de varias generaciones.

La autora de Pelusio y el tío Eterio no esconde que es su obra favorita. “Si hubiera una catástrofe me llevaría mis libros. Hay que amar lo que uno hace. Cada palabra en los medios llega al cerebro. Cuando escribo pienso en enseñar lo que sé”.

Dicen sus compañeros de trabajo y amigos que Ivette es una mujer de gran espiritualidad, amante de las jicoteas, las plantas y las aves, excelente amiga, madre, anfitriona, una niña grande, una maravillosa abuela cuya primera lectura fue Platero y yo.

“Siempre soñé con hacer cine”, reveló la creadora del personaje de Enrique Chiquito con el que le rinde homenaje a su progenitor Enrique Vian Ruiz, autor de Cuentos de Enrique Chiquito.

“Me encantaría que Fernando Pérez, que estudió conmigo en la universidad y es alguien a quien adoro, hiciera una película a partir de un cuento mío y que tuviera tanto éxito como cualquiera de sus películas”, manifestó Ivette.

Desde que conoció a Ivette, la vida de Mariela López —directora de La sombrilla amarilla— ya no es la misma:

“Era una directora joven con muchos miedos, pero cuando leí el primer guion quedé fascinada porque sentí que Ivette es única, especial y que respetaba los códigos de los programas infantiles. Entonces, a pesar de mis temores iniciales, entendí que debía hacer comunión con Ivette. Nunca puede existir un divorcio entre escritor y director. A partir de ese momento, la literatura infantil cobró gran importancia para mí. Todavía hoy, cuando entro en una librería compro libros para niños”.

Para Ivette Vian todos los niños son fabulosos porque no están condicionados por la sociedad. Pensar en ellos, en sus intereses, sus sueños, pero también en la necesidad de conocer el mundo que les rodea, es el deber de quienes escriben y dirigen hoy programas infantiles. A las puertas de la Primera Convención de Radio y Televisión, Cuba 2014, y en el aniversario 25 de la Convención sobre los Derechos del Niño, no debemos pasar por alto la labor que realizó quien dio vida al popular personaje de Marcolina.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 1 comentarios


sisi
 16/10/14 15:43

qué bueno conocer sobre la autora de unos de mis programas favoritos cuando niña, me encantaba todas sus secciones, la cocina, la de invertar manualidades, las historia  del viajero fotografo y el humor de mochi pio jajajja no olvido nada me encantaba la sombrilla amarilla excepto labú la brujita de colores jejjejej

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