Casi nadie sabía quién era, hacia dónde iba y qué lo impulsaba a emprender ese viaje. Algunos solo veían a un hombre de barba blanca, teñida por los años, que empujaba un simple carrito, pero lo que nadie se imaginaba es que ese carrito y ese hombre eran empujados por la fe, esa que dicen que mueve montañas.
El 15 de enero emprendió su travesía, que luego se convertiría en muchos pasos andados, minutos, horas, días y meses hasta llegar el 14 de marzo a su destino final. En ese trayecto estuvo caminando solo y acompañado; bajo el Sol y el sereno; el calor y el frío; la duda y la certeza de que sí, llegaría y cumpliría. Así lo hizo durante 62 días, lo que se traduce en más de 1400 horas, sin pensar siquiera en que aquello era un desafío para él y su cuerpo que ya no camina los kilómetros de antes.
Esta es la historia de Omar, el pagador de promesas, que salió de su casa en La Habana a cumplir con su palabra a la Virgen de la Caridad del Cobre. Omar es el padre que con su fe recorrió más de 876 km desde La Habana hasta El Cobre, Santiago de Cuba, para agradecer por la salud de su hijo Lázaro. Omar es aquel desconocido que las redes hicieron viral cuando él, su carrito, su promesa, el amor a su primogénito, su historia, su bondad y su fe atravesaban a pie toda Cuba.
Muchos lo acompañaron cuando conocieron su historia y estuvieron a su lado el resto del camino; otros lo apoyaban por kilómetros hasta que les era imposible continuar a su lado y todo el pueblo de Cuba lo siguió a través de las redes hasta que finalmente llegó a salvo al encuentro que tenía pendiente con nuestra Virgencita. Si usted no pudo acompañarlo de forma presencial, acá le dejamos todo su recorrido.
A Xere 69
24/3/22 10:15
Este es el art{iculo más lindo que jamás haya hecho alguien en toda la prensa cubana. No solo por el storymap, sino por lo que toca. Muchas gracias, periodistas.
Juan Carlos Subiaut Suárez
22/3/22 11:02
El pago de una promesa. Es algo que, dentro de la llamada postmodernidad y la pérdida de valores muchos lo ven como anacrónico, otros como una curiosidad, los demas como un topic tendence en redes sociales, y nada más. Para el resto, entre los que me incluyo, es una prueba que el amor es la fuerza que mueve cada uno de nuestros actos, que la fe en las posibilidades humanas, llámele convicción o fé religiosa, nos sigue convocando a la esperanza. Y para Omar, un padre, humilde, de a pie, pero gigante en su amor, todo nuestro respeto. No soy religioso, pero que nuestra Cachita, la Caridad del Cobre, Santa Patrona de nuestro pueblo, le siga enviando su luz.
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