sábado, 20 de abril de 2024

“Una organización que evoluciona en su obra humana” (+Thinglink)

Consuelo Lago Capote es una villaclareña que se considera muy feliz de asistir al cónclave que llena de expectativas a su país y al mundo...

Dorisbel Guillén Cruz en Exclusivo 16/04/2016
0 comentarios

Accedió a la entrevista sin falsos ataques de nervios o arrojo desmedido. No esquiva las preguntas, pero tampoco responde con urgencia, parece que se tomara bien a pecho esto de hablar sobre el Partido Comunista de Cuba y el Séptimo Congreso al que asiste como delegada. Consuelo Lago Capote es una villaclareña que se considera muy feliz de asistir al cónclave que llena de expectativas a su país y al mundo; pero minutos antes de partir afirma a la prensa que el orgullo de pertenecer a las filas de esta organización está dado por la exigencia de su esfuerzo diario en lo personal y también por la fidelidad con que el órgano se presta a caminar hacia el futuro. “Pienso que el Partido es una organización que evoluciona en su obra humana”.

El triunfo de la Revolución Cubana reavivó en el año 59 las expectativas de una generación y sobre el largo caimán se extendieron sueños de verdadera independencia, libertad reconquistada por hijos valerosos y ¿por qué no? ideales de justicia social. Así, entre barbudos y gente de pueblo surgió el Partido Comunista de Cuba, una organización de élite moral, productiva y como bien lo establece su nombre, bajo preceptos comunistas.

Aquella generación parió la siguiente, y los hijos han resultado dignos herederos de las conquistas revolucionarias.

Así lo afirma Consuelo, una señora que vive en el municipio de Cifuentes, en Villa Clara, donde se desempeña como responsable del Grupo Coordinador para la preparación de los Procesos Electorales. “Creo que mis contemporáneos y yo podemos aportar mucho más a las nuevas generaciones y a los momentos que estamos viviendo”.

Esta delegada se considera representante de un tiempo vivido que hoy está llamado a labrar caminos para la juventud, hacia la que muestra una mira reflexiva, pero también un profundo entusiasmo.
“Tenemos unas vivencias de años diferentes de la Revolución Cubana, de momentos que significaron confrontaciones diferentes y podemos trasmitirlas a los jóvenes, alertarlos sobre los peligros que nos acechan”. Y para esto es que el Partido Comunista ha tratado de ser cada vez más inclusivo. En su decurso se aleja de políticas muy estrictas en lo referente a la pertenencia a sus filas para asumir un papel orientador, para “abrir” mentes y moldear al revolucionario que empieza a formar desde niño en la popularidad cubana.

Según la historia de vida que cuenta Consuelo, sus pasos como partidista se consolidaron en los tiempos en que dirigía el sector de la Cultura en su Cifuentes querido. Se hizo más indisoluble su pensamiento una vez dentro del accionar de la Asamblea de Gobierno. Sin embargo, aunque esta es su experiencia particular, ella se siente parte de algo más amplio, de una Cuba que hizo frente al Período Especial con plena lucidez y responsabilidad económica, formadora al interior de los hogares; de la joven Cuba que se vistió de milicianos para sacar bandidos de las lomas o, un poco más atrás, salió de casa con el bigote recién brotado y el cuerpo de niña aún, para llevar la luz de sus faroles y sus edades a quienes no sabían leer o escribir.

Y es por eso que Consuelo y otros de su tiempo hablan de este Séptimo Congreso sin mucha algarabía, más bien, con el orgullo sometido a la misión de poner en la nueva Cuba, en un naciente PCC aquellas metas sociales que no deben morir. “Sigamos siendo una sociedad humanista y con una base económica sólida”.

—¿Entonces ese séptimo congreso es para usted crucial?

—Es muy importante para la sostenibilidad y definición de nuestro sistema.

Y al preguntarle sobre la presencia de mujeres en la delegación villaclareña… entonces sí se permite una sonrisa pícara.

“Las mujeres nos hemos ganado espacios con nuestro esfuerzo, tenemos doble carga pero acompañamos a los hombres en todos los momentos de la Revolución”.

Y es que las filas del Partido Comunista de Cuba se nutren en gran medida de la obra invencible de sus mujeres:

“Además, tenemos un papel bastante importante en la educación de los hijos, como pilar de la familia cubana y por supuesto la transmisión de valores”, Afirma Consuelo Lago y concluye con otra hermosa idea: “Hombres y mujeres trabajando juntos en la defensa de nuestras conquistas”, sus ojos infinitos continúan hablando y esta reportera quisiera indagar más… pero ha llegado la hora de partir.


Compartir

Dorisbel Guillén Cruz

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos