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miércoles, 4 de diciembre de 2024

Quiero estar aquí cuando mi hijo llegue

“Vamos a ser alegres”, le pide Tony Guerrero a su madre, cuando ella lo visita en prisión. “Entonces imaginamos que estamos sentados en un parque, y así nos olvidamos de aquel lugar”...

Karina del Valle Luque, Yaniris Hurtado en Exclusivo 09/05/2013
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Maruchi Tony y Mirta
Mirta junto a sus dos amados hijos, Antonio y Maruchi.

Mirta Rodríguez, madre de Antonio Guerrero, no ha dejado de luchar ni un segundo por el regreso a la Patria de su hijo y de sus cuatro hermanos de lucha.

A sus 81 años, se cuida y luce fuerte, según indicaciones de Tony, quien a pesar de la distancia, está muy cerca de ella. “Son mi hijo y esa ilusión, que tanto él como yo tenemos de vernos, los que me sostienen el aliento, la vida, y me dan fortaleza”, asegura.

Bastó una llamada telefónica para que, a pesar de una apretada agenda, Mirta nos concediera esta entrevista. En aquella ocasión nos recibió jocosa y carismática, pero a medida que avanzó el cuestionario, su rostro fue cambiando, e inevitablemente, más de una vez le salieron lágrimas.

Cuenta Mirta que uno de los peores momentos vividos en estos quince años de prisión le ocurrió durante la víspera de un Día de las Madres. “No me dejaron entrar a verlo, por los metales de mis caderas y les dije: “Pero mañana es el Día de las Madres, ¿qué voy a hacer yo? Fue una acción muy mala, para herirnos a él y a mí, y que eliminó la posibilidad de vernos en un momento tan especial”.

Se acerca en el calendario el Día de las Madres y con la esperanza de que nunca más haya tristezas para Mirta en una fecha como esta, Cubahora aprovecha la ocasión para compartir con sus lectores una entrevista realizada a quien dio la vida a Antonio Guerrero, uno de nuestros Cinco héroes. 

Por estos días, Mirta se encuentra de recorrido por Barcelona, intercambiando ideas sobre la realidad cubana, así como contribuyendo a visibilizar el caso de los antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos.  Llegue a ella y a cada uno de las madres que acompañan esta causa nuestra más sincera felicitación.

El caso de los Cinco está legalmente agotado, por lo que sensibilizar y humanizar a las personas del mundo entero resulta imprescindible. ¿Qué papel les asignaría en ese propósito a los medios de comunicación?

Ahora mismo estamos buscando la presión internacional sobre Barack Obama y para ello es necesario humanizar y sensibilizar a todas las personas, hacerles ver que estos hombres fueron condenados sin prueba alguna y por delitos que jamás cometieron. En cualquier país, llegar a los grandes medios resulta difícil porque se requiere de altas sumas de dinero para publicar un artículo. Por ejemplo, en 2005, la solidaridad pagó 50 mil dólares para que en una de las páginas del periódico The New York Times apareciera un artículo sobre los Cinco.

La prensa alternativa, encargada de desmentir y denunciar todas las arbitrariedades cometidas a lo largo de estos 15 años contra los Cinco, juega un importante papel en esta lucha. Para vencer es necesaria su unidad, que todos vayan en la misma dirección y una manera razonable sería apoyar la difusión de la campaña “Los cinco por los Cinco”, que consiste en realizar actividades por la liberación de los Cinco, el día cinco de cada mes.

Tanto los familiares, como los Cinco, han pasado momentos difíciles, en los que la soledad, el tiempo y la distancia han ido en su contra. ¿Cómo han hecho para superarlos y recuperar fuerzas?

Los familiares estamos de acuerdo en que en esos momentos difíciles son ellos, quienes con su valor, firmeza, entereza, optimismo y esperanza nos dan las fuerzas para seguir adelante. A pesar de estar encerrados han sido capaces de romper fronteras y comunicarse no solo con su patria, sino con el mundo entero. El firme e incondicional apoyo del pueblo y de nuestro gobierno también nos impulsan a proseguir con esta lucha.

Yo nunca pensé llegar a la edad que tengo —en mayo cumplo 81 años— y son mi hijo y esa ilusión que tanto él como yo tenemos de vernos, los que me sostienen el aliento, la vida, y me dan fortaleza. Siempre que voy a visitarlo trato de estar lo más saludable y fuerte posible para transmitirle paz y tranquilidad, así como él lo hace conmigo.

¿Qué siente cuando lo visita?

¿Quieren hacerme una entrevista o ponerme sentimental?

Visitar a nuestros hijos no es un camino abierto, sino un proceso largo. Incluso, una vez llegados al Aeropuerto de Miami, alguien “cae en el saco”, como denomino a la estricta y larga revisión a la que te someten las autoridades migratorias norteamericanas. Hasta yo, que me traslado en silla de ruedas dentro del aeropuerto porque estoy operada de las caderas, he sido seleccionada para ese proceso que nunca sabes cuánto demorará.

Hasta después de llegar al destino final, la prisión, siguen los obstáculos: suenan los metales de mis caderas cuando paso los aparatos de seguridad y tengo que mostrar el certificado médico.

Cuando encontramos a Tony, llegan las emociones normales e inevitables. A mi hijo no le gusta que lloremos. Inmediatamente nos dice: “Vamos a ser alegres”. Comienzan los chistes, el canto y lo hacemos todo ameno, imaginando que estamos sentados en un parque, y así nos olvidamos de aquel lugar, de la prisión.

En las visitas a Tony durante estos 15 años ¿qué es lo que más le ha impactado?

El momento más agradable ocurrió hace dos años, cuando Gabriel, hijo menor de Tony, conoció a su papá, coincidiendo con el cumpleaños del muchacho. Fue un encuentro extremadamente especial, dónde por primera vez padre e hijo, que mantenían buenas relaciones por teléfono y cartas, pudieron tocarse. Ahí está el testimonio de las fotos que siempre tomamos, porque será una historia que quedará en eso: en fotos.

Y el más malo fue un día antes del Día las Madres. No me dejaron entrar, por los metales de mis caderas y les dije: “Pero mañana es el Día de las Madres y ¿qué voy a hacer yo?” Porque cuando esto ocurre, te suspenden entre 48 y 72 horas la visita. Fue una acción muy mala, para herirnos a él y a mí, y que eliminó la posibilidad de vernos en un día tan especial.

En una entrevista, Tony expresó: “El arte es el mejor instrumento de la verdad. Por ello, ha sido y es un arma inseparable e indestructible de nuestra lucha por lograr el regreso a nuestros hogares. Cada obra es una nueva meta y con ella busco descubrir herramientas para enriquecer y fortalecer esa arma”. ¿Qué opina al respecto?

Tony siempre se ha interesado por el arte y no lo hizo antes porque primero tuvo que estudiar muy fuerte, en Ucrania. Luego se casó y tuvo a su hijo Tonito, que era intranquilo y requería mucha dedicación y tiempo. Además, tenía la responsabilidad como ingeniero a cargo de la pista de aterrizaje en el aeropuerto de Santiago de Cuba. Sin embargo, la poesía estaba ahí.

Desgraciadamente, en aquellos primeros 17 meses que estuvieron encerrados y aislados, a cada uno de ellos le brotaron los sentimientos y en el caso de Tony escribió su primer poemario, Desde mi altura.

Él se ha realizado con la poesía, pues el arte es algo que transita, que camina, que rompe fronteras.

Antonio cumplirá en 2017 su condena y luego será sometido a cinco años de libertad supervisada. ¿Qué piensa acerca de eso?

El 18 de septiembre del 2017, Tony cumplirá su condena. En la re-sentencia, la jueza fue muy cruel y violó todos sus derechos. La fiscal pedía 20 años y sin embargo ella le aplicó 21 años y 10 meses de prisión, manteniendo además los cinco años de libertad supervisada. Ahora se cumplen 15 años de prisión y tenemos que lograr que el presidente Obama ponga fin a esta injusticia y no se deje manipular más por las organizaciones de cubanos de la extrema derecha en Miami.

Aspiramos a que no haya que esperar el cumplimiento de sus condenas. Ramón no saldría hasta el 2024, pero lo más cruel y triste es que Gerardo ni siquiera tiene una fecha de salida. ¿Qué va a pasar con él?

En el juicio dieron entrada a personajes de la calaña de José Basulto y se evidenció que los intereses políticos se van por encima de lo humano, de lo sensible, de la verdad.

El tiempo ha pasado y con él se han ido momentos irrepetibles. Tony no pudo estar presente en la boda de Tonito y desgraciadamente quizás ocurran otros momentos, especiales como ese, antes de que regrese a la Patria. ¿Cómo hacen sus familiares para que, pese a todo, él se sienta partícipe?

Él siempre está presente. La boda de Tonito con Susset era un hecho muy bonito, muy especial. Lo conversamos cuando fuimos a visitarlo en agosto-septiembre del año pasado. Dijo que participaría poniendo la música e hizo una selección muy bonita, con la que Tonito bailó en su boda. Además, preparó una comunicación que se trasmitió en la fiesta.

Igual pasa los días de mi cumpleaños, en complicidad con Maruchi, él siempre se hace sentir. Por mis 80 años mandó un mensaje muy emotivo y les dije: “Oye, ustedes me quieren mucho, pero con esas sorpresas un día me van a matar”. Siempre quiere estar y que nunca sintamos su ausencia. Va donde yo voy, me da instrucciones para lograr lo que hemos alcanzado hasta estos tiempos.

Llama por teléfono dos minutos diarios para que le cuente lo que he hecho. Es muy feliz conociendo las actividades en las que participo, pues sabe que si me quedo en la casa y no voy al combate, pierdo toda la ilusión. La meta que me he puesto ahora es llegar a los 90 años de edad.


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Karina del Valle Luque

Yaniris Hurtado

Estudiante de la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana.

Se han publicado 1 comentarios


leticia
 9/5/13 9:54

Qué mujer más inmensa

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