Por vez primera, Estados Unidos se abstuvo de votar a favor del bloqueo económico, comercial y financiero que ha impuesto a Cuba desde hace más de medio siglo, y bajo el cual ha nacido y crecido más del 70 por ciento de los hijos de este archipiélago. Así ocurrió este miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando la Mayor de las Antillas presentó otra vez su informe anual sobre los daños ocasionados por ese cerco criminal.
Fue la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, quien hizo el anuncio de la decisión de su Gobierno ante el plenario del organismo internacional, un hecho que acaparó los titulares de los principales medios de comunicación del mundo; sin embargo, según el investigador del Centro de Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana, Esteban Morales Domínguez, esta es una solución a medias.
El aplastamiento moral que Estados Unidos ha recibido, durante más de 20 años cada vez que Cuba presenta su Informe, era demasiado fuerte y debía buscar una solución, dijo el analista político cubano. Y añadió que no se trata de una decisión fortuita ni derrotista por parte del Gobierno del presidente Barack Obama, todo lo contrario, refleja la defensa de su postura contraria al bloqueo, al que ha calificado como “obsoleto”, “anclado en el pasado” y “parte de la Guerra Fría”, por lo que no ha servido a sus intereses y ha obstaculizado también sus vínculos con América Latina.
Por fin llegamos a este momento, no podemos hacernos ilusiones, debemos decir que el bloqueo es un obstáculo, así lo ve Obama, para la política que Estados Unidos quiere seguir con Cuba y por tanto, el presidente estadounidense dijo desde el principio que no estaba de acuerdo con el bloqueo. Así lo ratificó en el 2009, en el discurso de la Unión, refirió el reconocido académico, interrogado por la prensa en la Universidad de La Habana, a pocos minutos de conocerse las votaciones de este miércoles.
En tal sentido Morales Domínguez advirtió que en los últimos pronunciamientos públicos del gobierno norteamericano esta idea se hace evidente, e ilustró tal afirmación con la Directiva Presidencial de Obama y el discurso de la asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, hace casi dos semanas, con el propósito de consolidar los cambios adoptados con Cuba y hacer irreversible la nueva política hacia la isla caribeña.
Como ya se había explicado, este documento en sí mismo no puede alejarse de la visión injerencista que históricamente ha marcado la proyección de Estados Unidos con respecto a la nuestra. Esta directiva, como afirmara el reconocido investigador, está llena de cinismo, de medias verdades, de interpretaciones históricas convenientes, de intenciones de toda naturaleza. “Cuando Obama el 17 de diciembre de 2014 dijo que la política hacia Cuba había sido un fracaso y que había servido para aislar más a Estados Unidos, lo hizo más inteligente que valientemente”, señaló.
Añadió que esas declaraciones se han realizado desde una perspectiva imperial, donde no hay cabida para rectificaciones ni renuncias a las intenciones históricas de Washington hacia La Habana. “Lo estaba haciendo pensando en la alternativa de política hacia Cuba y eso no implica que Estados Unidos quiere convivir con lo que Cuba quiere para sí, sino que en la misma medida que el proceso de normalización de relaciones vaya avanzando, ellos aspiran que el interés de Cuba se va a ir desmoronando y los de Estados Unidos van a cubrir espacios”, significó.
UNA PELEA LARGA HACIA EL FUTURO
El resultado histórico de este 26 de octubre: 191 países a favor de Cuba, 0 en contra y 2 abstenciones (Estados Unidos e Israel) sigue siendo un camino para que el Congreso estadounidense levante de una vez y por todas el bloqueo. Al decir del experto cubano, este es un mensaje directo de Obama a esa instancia, que se ha empecinado en mantener una política rechazada durante dos décadas por la mayoría de la comunidad mundial.
“Ahora empieza una larga batalla para demostrarle al Congreso que esa actitud ante el bloqueo no es la mejor política hacia Cuba y que si ellos quieren lograr algo, tienen que buscar otra política que no puede ser la que recree las bases ideológicas de la vieja política norteamericana”, subrayó el académico.
“Vienen ahora otros retos que Cuba debe enfrentar ya que la existencia de este cerco a mantenido al país durante muchos años dentro de un contexto en el cual no ha podido utilizar determinados mecanismos. Un (eventual) levantamiento del bloqueo nos obliga a ser mejores, a perfeccionar nuestro trabajo, a ser más efectivos en nuestra correlación en las relaciones internacionales y particularmente con Estados Unidos”, expresó.
Acentuó que todo ello hay que lograrlo en un nuevo escenario, en el cual Cuba se encuentra ante una encrucijada, la que está compuesta, a su parecer, por tres elementos fundamentales: el desarrollo de un nuevo modelo económico sustentable, el cambio generacional del liderazgo político cubano y entendimiento de que todo esto está sucediendo en el contexto del restablecimiento de vínculos diplomáticos con Estados Unidos.
“Esta es una pelea larga hacia el futuro, un combate que no es con las armas, las granadas, los tanques detrás; sino un combate cultural por transformar nuestra sociedad cubana. Nosotros tenemos una sociedad con un nivel de instrucción bien alto, con amplia cultura y además conocemos al Pato Donald hace mucho tiempo, ya que hemos vivido más de 200 años bajo la influencia cultural de Estados Unidos.
“Por todo ello conocemos bien esa nación y cuando nos enfrentamos al Gobierno estadounidense tenemos bien definida nuestra postura. Por eso hemos llegado hasta aquí y por eso la votación de este miércoles en la ONU se califica como un triunfo no sólo de la Isla sino de la comunidad internacional, de la conciencia internacional que ha comprendido que no se puede dejar que el imperio haga en el mundo lo que quiera”, significó.
Al reiterar que no podemos pensar que la votación de este 26 de octubre del Gobierno norteamericano la hace desde una posición derrotista o renunciando a su interés verdadero con Cuba, Morales Domínguez destacó que a su parecer, Cuba sirvió de conejillo de indias para demostrar que la fábula de David y Goliat puede ser una realidad histórica. “Por muy pequeño que tú seas, si tienes razones, moral y principios, tú triunfas”, aseguró.
Así que el pueblo cubano seguirá triunfando, pues muchos pensaban, que tras los sucesos del 17 de diciembre de 2014, el bloqueo tenía los días contados.
Mario
27/10/16 15:02
El pueblo de cuba no se rendira jamas hasta que no se elimine el bloqueo completamente y nos devuelvan el territorio de la base naval de Guantanamo
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