jueves, 28 de marzo de 2024

I´ll see you in Cuba

La curiosidad, la moda, la rebeldía o sencillamente el deseo de aprovechar las oportunidades han convertido a Cuba en un destino popular entre los norteamericanos...

José Armando Fernández Salazar en Exclusivo 10/07/2017
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Viajes de norteamericanos a Cuba
El arribo de norteamericanos a Cuba se ha disparado desde 2016 hasta la fecha. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

Cincuentaicinco, ese parece ser el número mágico para que en el Senado del Congreso de los Estados Unidos transite sin contratiempos un proyecto de ley que tiene el propósito de poner fin a las restricciones de los viajes de norteamericanos a la Isla y sus transacciones bancarias.

La iniciativa legislativa bipartidista navega por los pasillos de Washington desde el mes de mayo, mucho antes de que el actual presidente Donald Trump anunciara el timonazo en su política hacia la Mayor de las Antillas, llevándola del siglo XXI al paleolítico.

“El levantamiento de la prohibición a los ciudadanos estadounidenses que viajan a Cuba puede allanar el camino a un cambio significativo, al aumentar el contacto entre los cubanos y los estadounidenses diariamente, y seguro que tendrá beneficios positivos para el floreciente sector empresarial y privado de la isla”, dijo a la prensa el senador republicano Jeff Flake, quien junto al demócrata Patrick Leahy, impulsan la propuesta de norma jurídica.

Viajes a Cuba

Pero el ambiente menos favorable en la Cámara de Representantes y los cambios anunciados por Trump en su administración, anuncian nubes negras en el horizonte para la denominada Ley de Libertad para Viajar a Cuba. Sin embargo, varios analistas señalan que la presentación de este y otros proyectos similares en áreas de la agricultura, las finanzas y el comercio, conforman un panorama alentador para el avance en el proceso de normalización de relaciones entre ambos países.

En todo caso, la aprobación del mencionado proyecto sería legislar sobre lo ya legislado, porque la aplicación del bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba vulnera las libertades ciudadanos de los norteamericanos recogidas en su Constitución. Hasta el momento, para poder viajar a la Isla deben someterse a un sistema de autorizaciones que contempla 12 categorías generales. La Mayor de las Antillas es el único país del mundo que es objeto de esta distinción.

A pesar de ello el arribo de norteamericanos a Cuba se ha disparado desde 2016 hasta la fecha y aunque vengan a bañarse en nuestras playas y fotografiarse en el Malecón o frente al Capitolio ninguno está haciendo oficialmente turismo, de lo contrario serían procesados penalmente porque está prohibido. Pura gramática.

Viajes a Cuba

En 2016 llegaron a la Isla más de 284 000 de estos no-turistas y de acuerdo con las estadísticas de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, en el primer trimestre de 2017 la tendencia fue a un crecimiento en más de un 18 por ciento.

La curiosidad, la moda, la rebeldía o sencillamente el deseo de aprovechar las oportunidades han convertido a Cuba en un destino popular entre los norteamericanos. Ocho aerolíneas y cuatro compañías de cruceros han visto en ello un mercado en expansión.

Chad Olin, presidente de Cuba Candela, especialista en reservaciones de viajes a la isla para turistas millennials, dijo al The New York Times que el resultado neto sigue siendo uno de los mercados de mayor crecimiento en la historia del turismo, a pesar de las restricciones del bloqueo y la inseguridad por la persecución financiera norteamericana.

Al mismo tiempo, la prestigiosa Travel Leaders Group, una de las líderes de la industria del ocio en Norteamérica, recientemente publicó un informe en el que señalaba que cerca del 22 por ciento de sus agencias han realizado reservas para Cuba en 2017 y poco más del 59 por ciento de ellas confirmaron el interés de sus clientes ​​en visitar la Isla este año.

Viajes a Cuba

El gigante Airbnb especializado ha enviado a casas particulares de cubanos más de 560 000 visitantes desde 2015 y ya en 2017 la Isla era el noveno destino más popular como país.

De pronto, La Habana se ha puesto en boga para artistas famosos de Hollywood, deportistas, científicos e incluso políticos que parecen montarse en la moda de venir a Cuba, aunque solo sea para tomarse una foto en un almendrón sin conocer realmente el espíritu y la cotidianidad del país. La anécdota llevó a que Pablo Menéndez y el grupo Mezcla produjeran un popular video clip dirigido por Ernesto y Juan Padrón denominado I`ll see you in Cuba.

Recientemente, cuarenta compañías pidieron a Trump mayores aperturas al intercambio comercial con los cubanos, lo que evidencia las potencialidades de beneficio económico mutuo de profundizarse esta relación entre vecinos separados apenas por 90 millas de agua. Pero, más allá de los negocios, la insistencia en el levantamiento de las restricciones tiene otras lecturas.

La promoción de una avalancha de turistas norteamericanos en Cuba tiene un costo más allá de asegurar una infraestructura y apoyo logístico a este mercado turístico. La propuesta se aviene a la teoría del smart power propugnada por Obama y su administración, que buscaban torpedear el sistema político de la ínsula caribeña empoderando al sector privado y contraponiéndolo al Estado.

Viajes a Cuba

Un escenario similar se aprecia en el ámbito cultural y simbólico. No es de extrañar que la bandera norteamericana ondee en más de una prenda de vestir de los cubanos o que se intente tergiversar el pasado para hacerlo más light a los invitados de acento anglosajón.

Igualmente, las visitas o cualquier otro negocio que se establezca con la parte norteamericana implicaría valorar la importancia de estos sectores no solo para el desarrollo sostenible, sino también para la buena salud de la estructura económica del país, al que poco le valdría una ciudadanía alienada de su realidad ni el establecimiento de un modelo de progreso dependiente de un sector tan inestable como el turístico.

Estas realidades confirman que en no pocas ocasiones el gobierno estadounidense evidencia en su actuar un cambio en los métodos aunque los objetivos se mantengan inamovibles. La eliminación del bloqueo, por otro lado, sí sería un paso sólido en la dirección correcta hacia el respeto mutuo y a la libre autodeterminación de los pueblos.

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José Armando Fernández Salazar

Para mí no hay nada mejor que estar con los que quiero, riendo y escuchando a los Beatles


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