jueves, 25 de abril de 2024

El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba: La crueldad de un nuevo macartismo

Es el cerco más brutal y prolongado que el imperio haya lanzado contra nación alguna...

Jose Valentín Rodríguez Pérez en Exclusivo 04/05/2021
1 comentarios
Caricaturas Cuba vs. Bloqueo 2019
El bloqueo es una guerra; y el país la enfrenta con sus recursos morales, éticos y con la dignidad de su gente (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Hablar de la existencia y del impacto del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, pareciera una verdad de Perogrullo, hartamente conocida, sentida y sufrida por todos los cubanos.

No es ciencia ficción para quien habita en esta tierra, pero pudiera parecerlo para el que alejado de sentir las carencias y dificultades que sólo una nación rebelde puede enfrentar, no es capaz de calcularla en toda su dimensión.

Puede preguntar a cualquiera, desde un anciano, a una mujer, a un niño, a un científico, que encontrará en ellos, la misma respuesta: es un acto de crueldad, es el deseo expreso de exterminar a una nación por cansancio. Es, con palabras más acabadas, el cerco económico, financiero y comercial más largo de la historia que potencia imperial haya sometido a nación alguna. Es, de acuerdo con el canciller de la Republica, “un genocidio”.

Estos largos y duros meses de la pandemia de la COVID-19 se han encargado de revelar con mayor crudeza, como nunca antes, la ferocidad de las 240 medidas que la administración de Trump adoptó para que la caldera de vapor llegara al máximo de su reloj y asfixiara a la nación.

No han logrado sus objetivos, ciertamente, pero han infringido cuantiosos daños a la economía, a la sociedad y a la vida cotidiana de todos los cubanos.

Sus efectos se sienten. Su diseño puja por  incomunicar a la Mayor de las Antillas con el exterior para lograr su rendición por la fuerza o por el hambre, cerrar o cortar sus canales comerciales e impedir exportaciones que generen ingresos en monedas duras.

En medio de las severas restricciones del bloqueo para enfrentar la pandemia, el sector de la salud pública cubana ha logrado mantener su vitalidad, y se ha crecido y multiplicado, pero no  puede ignorar que esa política le ha añadido una presión adicional al dificultar la adquisición de materiales, equipos y otros insumos que se requieren con urgencia para salvar vidas. En ese sector el país perdió 160 millones de dólares en el último año por las sanciones estadounidenses.

Un hecho, ampliamente difundido en su momento; causa vergüenza e indignación a cualquier persona con decoro: un importante envío de máscaras faciales y kits de diagnóstico para esta enfermedad procedentes de China y donadas por la empresa Alibaba; no pudo entregarse a Cuba pues la firma norteamericana contratada para transportarlos, declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que las regulaciones del bloqueo le impedían hacerlo. Por más insólito que resulte, ocurrió.

El carácter genocida del bloqueo se ha reforzado en medio del enfrentamiento al nuevo coronavirus, para privar deliberadamente al pueblo cubano de ventiladores pulmonares mecánicos, mascarillas, kits de diagnóstico, gafas protectoras, trajes, guantes, reactivos y otros insumos necesarios para el manejo de esta enfermedad. La disponibilidad de estos recursos, sin dudas, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para los pacientes portadores del virus, así como para el personal de la salud que los atiende.

Por otra parte, la empresa cubana importadora de medicamentos, equipos e insumos médicos, Medicuba no podrá adquirir los respiradores artificiales contratados a los fabricantes suizos IMT Medical AG y Acutronic debido al bloqueo, porque ambas fueron compradas por la compañía estadounidense Vyaire Medical Inc., con sede Illinois, Estados Unidos.

Solo la acendrada voluntad, el espíritu creativo y los conocimientos de tecnólogos e ingenieros del sector industrial y biomédico nacionales se pusieron de manifiesto al diseñar y producir los respiradores en el país, así como otros insumos y materiales para el aseguramiento de las labores epidemiológicas. Los esfuerzos de Cuba para combatir la pandemia se han visto sensiblemente limitados por las regulaciones del bloqueo estadounidense.

De igual forma, Cuba está impedida de comprar medicinas a empresas del país del norte.

El turismo, ha sido otro de los sectores que ha sufrido los demoledores efectos del bloqueo. Según datos del sitio oficial de la Cancillería, a causa del bloqueo aproximadamente un millón 748 mil 379 personas procedentes de Estados Unidos, no viajaron a la nación caribeña entre marzo del 2019 y marzo del 2020, y, de no existir dicha política, la cifra anual de visitantes estadounidenses a Cuba podría alcanzar al menos los dos millones, lo que lo convertiría en el principal emisor de turistas.

La prohibición de los vuelos regulares y chárter hacia los aeropuertos internacionales cubanos, con excepción del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, equivalen a una reducción en el flujo de visitantes de aproximadamente 420 mil pasajeros, con el correspondiente efecto negativo en la recaudación de ingresos.

En más de 60 años el gobierno de Los Estados Unidos ha esgrimido diversos y falsos argumentos para sostener tan despiadada política. Una y otra vez levanta el estandarte de supuestas violaciones de los derechos humanos, manido y trasnochado argumento envuelto en mentiras y manipulaciones mediáticas. La fabricación de estas y otras falacias, son levantadas para acusar de restringir, vetar o violar los derechos elementales de sus ciudadanos.

La elección de la nación antillana al Consejo Mundial de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, hace rodar por tierra las falsas acusaciones del imperio.

De acuerdo con el Informe presentado por Cuba en octubre del pasado año a la Asamblea General de las ONU titulado  “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba:  “Las afectaciones para la alimentación y agricultura alcanzaron cifras por un valor aproximado de 428 millones 894 mil dólares y entre abril de 2019 y marzo de 2020, las numerosas regulaciones y disposiciones emitidas contra Cuba llegaron a niveles de hostilidad considerados sin precedentes”.

Según datos dados a conocer hace varios días por Carlos Fernández de Cossio, Director General de EEUU del MINREX “Cada año, el bloqueo cuesta a Cuba más de 4 000 millones de dólares a causa de las prohibiciones para adquirir productos en un mercado tan cercano como el estadounidense, acceder a esa tecnología y por los obstáculos que impone a terceros países”.

El bloqueo es una guerra; y el país la enfrenta con sus recursos morales, éticos y con la dignidad de su gente. Así lo ha hecho durante 62 años. Es un instrumento imperial carente de legalidad y legitimidad y concebido para provocar hambre, enfermedades y desesperación en la población cubana.

El registro de agresiones es largo: La inclusión de Cuba en listados arbitrarios y unilaterales persiguió el mismo objetivo de demonizar y satisfacer las demandas de sectores anticubanos, así como la designación del país antillano como estado patrocinador del terrorismo ha sido considerada como el punto culminante en el empeño de impedir cualquier proceso de avance y eventual mejora de las relaciones bilaterales.

La voluntad y la resistencia de una nación han sido un valladar infranqueable frente a los obstinados intentos del imperio, ahora con nuevos diseños  de una guerra de baja intensidad de perfil mediático.

Ante el impacto de la pandemia mundial, Cuba decidió aplazar hasta este mes de mayo  la presentación ante la Asamblea General del proyecto de resolución contra la hostilidad y el bloqueo de Estados Unidos.

Esta decisión responde, únicamente, a las consecuencias epidemiológicas generadas por la situación epidemiológica y su impacto directo y práctico en los trabajos de la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, ha dejado bien claro el Minrex.

Cuba no dejará de denunciar al bloqueo en todos los escenarios posibles, que lejos de levantarse como se ha reclamado por la comunidad internacional en las últimas 28 ocasiones consecutivas, se recrudece incluso en condiciones de pandemia. El 23 de junio próximo, la nación caribeña volverá a la carga al machete. El recinto de las Naciones Unidas escuchará nuevamente la enérgica condena de Cuba al genocidio contra su pueblo.


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Jose Valentín Rodríguez Pérez

Periodista y analista político

Se han publicado 1 comentarios


Jose R Oro
 16/5/21 16:39

Este es un excelente arrticulo del periodista Jose Valentín Rodríguez Pérez, a quien felicito de todo corazon. El bloqueo es la mas prolongada agresion contra un pais y un pueblo en la historia de la Humanidad, hay que denunciarlo y combatirlo a ultranza. Todos los cubanos de bien, en toda la diversidad de nuestro pueblo, debemos enfrentarnos al Bloqueo de forma unanime y resoluta!

 

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