viernes, 29 de marzo de 2024

Los secretos de la resiliencia en Cuba

Ante el nuevo escenario esbozado por la COVID-19 resalta la capacidad y eficacia del gobierno y el pueblo cubano para enfrentar la pandemia y remontar la crisis económica…

Claudia Yilén Paz en Exclusivo 04/05/2020
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sembrado de arroz polo productivo piñón
El país deberá seguir exportando productos básicos, como hasta entonces, además de alentar todas las exportaciones, la producción agropecuaria y de industrias locales para disminuir las importaciones de estos rubros.

La pandemia del nuevo coronavirus ha traído efectos devastadores sobre la economía mundial, más intensos y diferentes, a los sufridos en la crisis financiera global de 2008-2009, según un reporte publicado en el sitio web de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, ha advertido sobre los efectos de dicha crisis en América Latina y el Caribe, así como en otras regiones emergentes. En una teleconferencia del Diálogo Interamericano sobre el coronavirus y sus consecuencias para las economías de la región, explicó que la enfermedad pone en riesgo la salud humana, un bien público global esencial.

Asimismo, comentó sobre su impacto en una ya debilitada economía al producir afecciones tanto por el lado de la oferta, como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción, como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido al alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.

Cuba no se encuentra ajena a este contexto. Como bien expresó Rodrigo Malmierca, Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera en el espacio televisivo Mesa Redonda, en la economía cubana se verán los efectos en diversos aspectos, entre ellos las exportaciones, pues uno de los principales servicios en este sector es el turismo.

También, al haber una contracción general de los mercados, el precio de muchos productos como el níquel y el azúcar ha disminuido considerablemente. Además, ha caído la demanda de otros como el ron y el tabaco, añadió.

Sin embargo, en el caso de La Mayor de las Antillas debe recordarse que el país ha estado sometido por casi 60 años a una guerra económica. El bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido por el actual gobierno de Trump, ha perseguido de manera desenfrenada toda transacción financiera y comercial de Cuba. Sin las pérdidas que este representa para el país, su economía crecería a ritmos superiores. 

No es un secreto que las afectaciones al sector de la alimentación en la región antillana se deriven también de la imposibilidad de colocar los productos cubanos en el mercado estadounidense. Además, en otras esferas de la vida económica y social del país como la educación, el desarrollo científico y tecnológico, el deporte y la salud.

El ejemplo más reciente ocurrió marzo pasado, cuando el Gobierno de Estados Unidos impidió que arribara al país la ayuda humanitaria de Jack Ma, fundador de Alibaba, pues la empresa estadounidense contratada declinó a última hora su encomienda, luego de llegar a medio centenar de países.

Ante todos estos retos resalta la capacidad y eficacia del gobierno y el pueblo cubano para enfrentar la pandemia y remontar la crisis económica. Para conocer más detalles al respecto, Cubahora conversó con Luis René Fernández Tabío, economista CIEI de la Universidad de La Habana.

— ¿Está preparada Cuba para regresar a la normalidad una vez llegue el día después?

— El proceso de restablecimiento y regreso a la normalidad, que nunca será totalmente normal, depende de la eficacia del gobierno en el enfrentamiento a la pandemia y el perfeccionamiento progresivo de las estrategias económicas socialistas con la cada vez más activa participación del pueblo. Esta ha sido una de las grandes fortalezas que distinguen a Cuba en de la región y en el mundo.

Es válido destacar también el sistema de salud pública con que cuenta el país, que cubre desde la atención básica, hasta la estomatológica y las operaciones más complejas para todos los cubanos. Asimismo, la investigación, asesoría y servicios médicos de la más alta calidad garantizan la seguridad epidemiológica.

Además, cuenta con un alto desarrollo de la industria médico farmacéutica y la investigación – desarrollo – producción a ciclo completo, excepcional para un país con los limitados ingresos de Cuba.  

— ¿Qué tipo de lecciones nos dejará esta pandemia?

— Tanto la recuperación de la economía como el proceso continuado de su perfeccionamiento sin dudas tomarán experiencias de lo que acontece. Considero que debemos aprender haciendo, aprender de lo positivo e incluso de lo negativo, y trabajar para que el balance cada vez sea más favorable.

La dramática realidad del enfrentamiento a la COVID-19 ha demostrado que los mejores resultados son de aquellos con una administración eficaz, centralizada, integrada y participativa. Es decir, la colaboración de todas las instancias de gobierno y sectores de la economía con independencia de la propiedad, sea estatal, cooperativa o privada. 

Por tanto, la planificación estratégica nacional y la colaboración internacional se premian en estas circunstancias. Aunque estos son valores típicos de Cuba a partir de valores y principios compartidos y fortalecidos. Ya lo dijo Martí, Patria es Humanidad.

El país deberá seguir exportando productos básicos, como hasta entonces, además de alentar todas las exportaciones, la producción agropecuaria y de industrias locales para disminuir las importaciones de estos rubros.

— ¿Pudiera decirse que Cuba ha mostrado esta actitud ante otros escenarios complejos, aunque no iguales?

— Estas formas de planificación y actuación son características de Cuba y explican tanto el comportamiento de su economía, como el de su sociedad en el sentido más amplio, de no dejar desamparado a los más vulnerables.  

También contribuyen a entender su resiliencia ante el cambio climático, la recuperación después del azote de tormentas, y actualmente en el enfrentamiento al coronavirus y la crisis económica.  

Pero lo que determina en última instancia el enfrentamiento a la pandemia, la recuperación y el restablecimiento de la economía, no es la riqueza y ni siquiera el crecimiento económico en sí mismo por importante que sea. La clave es la calidad del sistema, la forma principal de distribución de los ingresos y sus prioridades no subordinadas al mercado, sino al desarrollo humano y bienestar de todo el pueblo.


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Claudia Yilén Paz

Periodista. Santiaguera de nacimiento e hija adoptiva de Matanzas, siempre cubana. Fan del chocolate y las golosinas. Recolectora de libros y canciones de Buena Fe.

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Albert
 4/5/20 16:20

Eso es

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