sábado, 27 de abril de 2024

Cuba está abierta al mundo

La nación caribeña es firmante de varios programas de cooperación bilateral y multilateral conforme a nuestras leyes, principios y condiciones previamente acordados...

Giselle Vichot Castillo en Exclusivo 29/10/2016
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La cooperación es un fenómeno que ha existido desde que el hombre se organizó y comenzó a vivir en sociedad. Sin embargo, frente a los embates de un mundo cada vez más convulso, complejo y globalizado el tema ha ido ganando terreno para convertirse en un pilar central de las políticas exteriores de los pequeños países.

En este escenario surge la llamada Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD), la cual desde su idealización en diciembre de 1978 ha devenido iniciativa para complementar la cooperación vertical y para llenar un vacío dejado por el fenómeno que muchos especialistas han denominado como el “desaliento de los donantes tradicionales”.

Se abre así una posibilidad para el intercambio en áreas como la tecnología, la búsqueda de nuevos mercados, la retroalimentación de experiencias innovadoras en los sistemas educacionales, apoyo a la transformación productiva, la negociación comercial con los bloques económicos y la competitividad internacional, entre otros temas esenciales para el desarrollo regional e individual de cada país.

Cuba, ejemplo de solidaridad internacional, desde 1960 ha cooperado con cientos de naciones a pesar de las barreras que le impone el bloqueo tanto a nivel económico como en la esfera diplomática internacional. De igual modo, la constancia cubana es un hecho y prioriza áreas como educación, salud, emergencias en zonas de desastres naturales y conflictos armados.

Empero, la nación caribeña no solo brinda su apoyo, sino que recibe estimulación de otros gobiernos. Cuba es firmante hoy de varios programas de cooperación bilateral y multilateral conforme a nuestras leyes, principios y condiciones previamente acordados. Así, por ejemplo, resaltan los Programas de Cooperación Técnica, al amparo de acuerdos de gobiernos previamente instituidos, a través de los cuales otros países brindan la posibilidad de superación a profesionales cubanos mediante el otorgamiento de becas.

Una realidad ajena al llamado Programa de verano para jóvenes cubanos, que desde 2015 ha diseñado la organización no gubernamental estadounidense World Learning y, que a juzgar por su procedencia y características un tanto liosas, pone en evidencia los planes para la subversión que alimenta el gobierno estadounidense contra la nación caribeña.

Cuando, unas semanas atrás, los medios de comunicación cubanos sostenían interesantes debates alrededor de los propósitos escondidos de este programa de becas, de la discusión pública surgían algunas interrogantes: ¿Está Cuba cerrada al intercambio académico y profesional con los Estados Unidos? ¿Por qué la administración Obama no solicita a Cuba de manera legal las becas World Learning?

A la primera interrogante podemos responder con los más de 13 programas de intercambios semestrales que actualmente lleva a cabo la Universidad de La Habana con cientos de estudiantes norteamericanos, quienes llegan a nuestra nación por las vías convencionales. Sin embargo, el intercambio entre Cuba y los Estados Unidos en materia de superación data de tiempo atrás. Recientemente se divulgó en el espacio televisivo la Mesa Redonda que el primer becado cubano de la Revolución fue el compositor Leo Brouwer, quien estudio en The Juilliard School, Nueva York, quizás las más prestigiosa escuela de música en el mundo, en una beca que se ganó en la oposición por su talento. Siendo así y para responde a la segunda interrogante basta con mirar la historia de un diferendo injusto.

En busca de más respuestas sobre las oportunidades de superación para profesionales cubanos en el exterior, en el marco de acuerdos de ambos gobiernos, Cubahora llegó hasta el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX) para conversar con Rigoberto Enoa Novo, Director de Política Comercial con Asia y Oceanía, una región que sostiene importantes lazos de cooperación e intercambio con Cuba.

—¿Cómo se establecen este tipo de convenios entre países?

—Estos son ofrecimientos que hacen determinados gobiernos a Cuba, mediante el cual se envía, al amparo de los acuerdos de gobierno previamente establecidos, un número de estudiantes. Es decir, estamos hablando de convenios que responden a los intercambios y acuerdos existentes entre dos países, aunque es válido aclarar que en su mayoría son programas por lo general orientados a varios países en desarrollo.

“China, por ejemplo, estila mucho ofrecer este tipo de cursos multilaterales, aunque existen también los cursos bilaterales que son ofrecimientos del gobierno chino al gobierno cubano para la formación de profesionales en temáticas que son de interés para el país. En este año hemos organizado alrededor de 14 cursos mediante los cuales se ha enviado a China un grupo de profesionales de temáticas vinculadas a la actualización de nuestro modelo económico, lo cual nos permite ganar en conocimiento, experiencia.

”También tenemos otros países que nos ofrecen la posibilidad de capacitarnos al amparo de acuerdos gubernamentales como es el caso de Japón. En el marco de los convenios de este tipo hemos enviado a varios expertos para calificarse en determinados sectores que hemos seleccionado como prioritarios para el desarrollo y la cooperación, como es el caso del sector de la agricultura, la producción de alimentos, el medio ambiente, el uso de energías limpias, como extensión de lo propuesto en los lineamientos de nuestra política económica y social, donde se presta especial atención a los convenios de cooperación como una fórmula eficaz en sectores específicos.

”No es una realidad oculta el hecho de que la región de Asia-Pacífico deviene entidad con una importante influencia a nivel mundial. Para Cuba, que ha tenido que desarrollar y defender una política exterior independiente y antibloqueo, los lazos de amistad y los vínculos  económicos  financieros  con  esta  región,  han  resultado  altamente provechosos a lo largo de más de cuatro décadas”.

—¿Cómo se ordena el proceso de otorgamiento de estos cursos a profesionales cubanos?

—Al ser becas de gobierno, se encargan de ello los sectores responsables de acuerdo a las temáticas. En el caso de becas que abarquen los temas de tecnologías de la información, el MINCEX le remite esa convocatoria al Ministerio de Comunicaciones y este, a través de mecanismos establecidos internamente, hace la selección de los posibles candidatos en dependencia de sus necesidades. En el caso particular de este ministerio, este proceso se tramita a través del Centro Coordinador para la Formación y el Desarrollo del Capital Humano del Ministerio de Comunicaciones (FORDES), entidad formadora encargada de dar respuesta a los retos que la dinámica de desarrollo del sector y la sociedad imponen.

“Una vez que los respectivos ministerios hayan seleccionado a sus candidatos, el segundo paso es hacer coincidir los requisitos del curso con las características de los candidatos propuestos. Mayormente estos cursos están diseñados para personas jóvenes, hasta 35 y 40 años; se necesita en ocasiones algún dominio del idioma inglés y debe ajustarse la profesión a la temática central del curso que se está ofertando.

”Como existen lo mecanismos de selección de los posibles candidatos, los propios ministerios tienen implementados también mecanismos de aprobación, ya sea nivel de comisiones o a nivel central. Una vez que ese proceso concluya, cada ministerio remite al MINCEX la propuesta de los candidatos. Desde aquí se verifica que los candidatos cumplan, efectivamente, con los requisitos específicos de la convocatoria y lo presentamos ante la embajada correspondiente al país que está ofreciendo la superación de estudio. La embajada a su vez lo tramita al país y se aprueban. Es importante decir que los países receptores se atribuyen el derecho de aceptación”.

—En el caso de la región de Asía-Pacífico, ¿cuáles son los principales países receptores?

—Entre los principales países con los cuales tenemos establecidos este tipo de colaboración en materia de formación destaca China, India, Malasia y Japón. Existen otros que, aunque en menor medida,  también ofrecen cursos cortos con becas incluidas como es el caso de Indonesia y Singapur. Por lo general hablamos de cursos de corta duración, pero que figuran como becas porque el país receptor asume todo los gastos: pasaje, alimentación, transformación interna, alojamiento.

—¿Qué cantidad de cubanos se han beneficiado con estos programas?

—En lo que va del actual año fiscal, recordemos que en estos países el año fiscal no culmina hasta marzo de 2017, podemos decir que al amparo de estos acuerdos han viajado en la modalidad de cursos cortos para el posgrado alrededor de 400 profesionales cubanos. La mayoría de las personas que se benefician de estos cursos son graduados universitarios, aunque en el caso de China han viajado hasta ese país algunos profesionales técnicos.

“En cuanto a las principales especialidades, estas se ajustan a las prioridades de nuestro país. Destacan aquellas relacionadas con la producción de alimentos, la protección del medio ambiente, las Tecnologías de la Información y la Comunicación, lenguas extranjeras y otras temáticas económicas.

”En las evaluaciones sobre cooperación internacional, no debemos obviar que el país también funge como receptor. Recientemente acaba de graduarse el último grupo de estudiantes chinos en Cuba. Bajo ese programa se han formado más de 5 000 alumnos, fundamentalmente en carreras médicas, pedagógicas y turismo, ejemplo de la cooperación y el intercambio.

”A pesar de los avances en la relación entre Cuba y Asia, sería injusto circunscribir las oportunidades de superación a la relación bilateral entre Cuba y una única región, cuando destacan importantes experiencias de este tipo desde el intercambio con América Latina y Europa. Cuba, con un amplio devenir y resultados precisos en temas de solidaridad y entendimiento mutuo, ha dejado claro su disposición de abrirse al mundo y que el mundo llegue hasta ella. Entonces, mientras existan las vías y mecanismos legales para ello, no hay cabida para segundas intenciones”.


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Giselle Vichot Castillo

La mamá de Amelia y editora de la Revista Cubahora

Se han publicado 1 comentarios


cubaneando.cubava.cu
 2/11/16 11:39

pero esta habierta para los cubanos?

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