martes, 23 de abril de 2024

Cuba elige

El país se encuentra enfrascado en el ejercicio del derecho que tienen los cubanos, a partir de los 16 años de edad, de nominar y elegir a sus gobernantes: delegados municipales y provinciales, y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular...

Cubahora en Exclusivo 19/08/2012
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Votar, en las elecciones en Cuba, es derecho constitucional y deber cívico.

Como apunta la convocatoria, realizada según la Constitución y la Ley 72 -Ley Electoral-, las elecciones de delegados a las asambleas municipales, que se desempeñarán en esas funciones por dos años y medio, se celebrarán el domingo 21 de octubre y en segunda vuelta, el domingo 28 para los casos donde ninguno de los candidatos obtenga más de la mitad de los votos válidos emitidos.

En tanto, las elecciones de delegados a las asambleas provinciales y de diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, que ejercerán por cinco años, se realizarán en una fecha posterior.

Casi ocho millones de electores nominarán en septiembre a los candidatos a delegados de circunscripción y municipales, a través de las asambleas convocadas en las más de 14 mil circunscripciones.

Desde siempre en este proceso han primado la masividad, legalidad y transparencia y la ética; gestiones democráticas y populares, porque quien nomina o propone, y elige, de acuerdo con lo que dictan la Constitución y la Ley Electoral, es el pueblo; son los ciudadanos y ciudadanas.

“Esos hombres y mujeres -jóvenes o de avanzada edad; blancos, negros y mestizos; estudiantes, obreros y campesinos; profesionales y técnicos; trabajadores estatales y cuentapropistas; civiles y militares; ateos y devotos de cualquier religión- tienen el mismo derecho a nominar y a ser nominados, a elegir y a ser elegidos mediante el voto libre, igual, secreto y voluntario” publica la revista Bohemia.

Votar, en las elecciones en Cuba, es derecho constitucional y deber cívico que a nadie se le obliga a cumplir, ni a nadie se sanciona por no cumplir, aunque a todos se les recuerda, como es legítimo hacer, y se convoca a participar, con plenas garantías en colegios regidos por compatriotas respetables de cada comunidad, en urnas que -como sigue siendo impensable en cualquier otro lugar del mundo- custodian pioneros y no militares armados.

A diferencia de los sistemas electorales de muchos otros países, incluyendo los que se ufanan de la llamada democracia representativa, el Registro de Electores en Cuba se realiza de manera automática y gratuita, sin ningún trámite burocrático, y es público, al punto de que se expone, con los nombres y apellidos de cada uno de sus integrantes, en los lugares de mayor concurrencia pública de cada circunscripción. Así se asegura que cualquier error sea advertido por los propios electores y corregido por la autoridad electoral, sin tipo alguno de ocultamientos.

Las modificaciones que hoy se introducen en nuestro modelo económico y social determinan un papel más importante para las asambleas municipales del Poder Popular y por lo tanto para sus delegados y delegadas. Así, en nombre del país mejor -más socialista- que demandamos, ejerzamos el derecho constitucional y cumplamos el deber cívico de nominar, primero, y elegir, luego, a los más capaces y mejores.

Así lo comenta también en Bohemia, Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN).

“El momento es crucial —agrega— pues coincide con el perfeccionamiento de la sociedad, sus instituciones y las estructuras gubernamentales. A la vez, se actualiza el modelo de desarrollo económico partiendo de nuevos enfoques, en busca de legitimar nuestro socialismo, hechos que no serán posibles sin el protagonismo del pueblo”.

Al examinar el escenario actual, Alina Balseiro valora, además, que permanecen como telón de fondo la hostilidad enemiga y su intención de manipular y, también, boicotear las elecciones, que han tenido lugar desde 1976 en Cuba cada dos años y medio. La tranquilidad, la participación de los vecinos, la ética de las autoridades electorales, la veracidad de los datos son atributos de los comicios cubanos que los medios hegemónicos ignoran o tergiversan con el fin de falsear la realidad del país.

“Es un sistema concebido para que sea el pueblo quien actúe. En las comisiones electorales y las mesas de los colegios, sus integrantes son personas del barrio. La custodia de las urnas está en manos de niños y niñas de las primeras enseñanzas, con sus atributos de pioneros. No existe en el mundo experiencia parecida.

“Para que una persona sea nominada, basta el prestigio que su comunidad le reconozca. Son sus méritos, virtudes y capacidades los que cuentan, y la asamblea de vecinos, la masa, el pueblo, decide su nominación, sea el propuesto militante o no, hombre o mujer, negro o blanco, joven o viejo, creyente o no, obrero o reconocido intelectual.

“El Partido no participa en ninguno de los pasos electorales. Su misión es ser garante de la legalidad. Sobre esta materia contamos con una legislación que empieza por lo refrendado en la Constitución, de una Ley Electoral, y de disposiciones complementarias.

“Faltaría mencionar el carácter elegible y revocable de todos los delegados, y que todos los elegidos tienen que rendir cuenta de su labor, así como que la inscripción de los votantes en Cuba es de oficio; las personas no tienen que realizar ningún trámite para ser incluidas, a diferencia de lo que ocurre en otros países.

“Se trata de un Registro permanente, porque se actualiza sistemáticamente de forma automatizada. Mantiene su carácter público, o sea, los electores pueden conocer los datos contenidos en él. En períodos de comicios ese Registro emite las listas de electores para que se expongan en sitios públicos. Ahora, entre el 21 y el 22 de septiembre los electores podrán comprobar la exactitud de sus datos”.

-Previo al ejercicio del sufragio el 21 de octubre, las autoridades electorales han estado recibiendo capacitación para cumplir cabalmente con sus funciones. ¿Cómo evalúa ese quehacer?

-Es muy importante que las autoridades electorales dominen la Ley, sus normas complementarias, los derechos de los ciudadanos. La calidad de las asambleas de nominación de candidatos que tendrán lugar entre el 3 y el 29 de septiembre, dependerá en buena medida de cómo se hayan preparado.

“Se sabe que muchos de los miembros de las comisiones de circunscripción, encargados de dirigir el proceso en la base, pueden ser personas sensibles, con elevados valores, pero no siempre poseen la experiencia ni los conocimientos acerca de la legislación vigente. Por tanto, concebimos que agosto se tomará en parte para continuar la capacitación iniciada desde que asumieron sus cargos.

“La imparcialidad deberá distinguir la conducta de las comisiones electorales. Cuando sometan a votación a los posibles candidatos lo harán en el mismo orden en que fueron propuestos. Según especifican la Ley y las reglas de comportamiento ético de las autoridades electorales, no pueden inducir la votación ni favorecer a ninguno. Deben explicar a los electores su derecho de proponer con argumentos a cualquier residente de allí. El voto público de la mayoría de los electores dirá la última palabra en esas asambleas.

La presidenta de la CEN apunta que se ha contado con facilitadores y supervisores, profesionales —juristas una buena parte de ellos—, que están colaborando y fueron muy útiles en esta preparación, velaron por su calidad, y porque no hubiera improvisaciones. “Las acciones individuales y colectivas de superación deberán continuar hasta fecha cercana al 21 de octubre, día del sufragio, pues no se deben escatimar esfuerzos para que todo transcurra conforme a la Ley”.


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