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domingo, 6 de octubre de 2024

Llamas desde el interior (+Fotos)

Como cada año, los jóvenes universitarios siguen los mismos pasos de los de la Generación del Centenario en la Marcha de las Antorchas para rendirle tributo al Apóstol...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 27/01/2012
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Marcha Antorchas - AIN
Estudiantes cubanos, durante el acto con motivo al aniversario 159 del natalicio de José Martí

Empuñar antorchas solemnemente encendidas… inundar con espíritu y homenaje sentido la calle San Lázaro abajo hasta llegar a la Fragua Martiana… adueñarnos del momento, del presente y del futuro….

A eso me convocaron por primera vez, ocho años atrás, dirigentes juveniles de la facultad universitaria donde estudiaba, ansiosos por transmitir, con esas palabras, la importancia de mi presencia y la de todo joven universitario cubano en la Marcha de las Antorchas, que se celebra cada año en la noche del 27 de enero.

No hacían falta esas palabras…Formar parte de una tradición histórica, en la que confluyen razones y sentimientos, no necesita convocatorias masivas…eso está claro. Desde el interior de cada estudiante que arriba a los estudios superiores, como sucedió conmigo, se teje esa ilusión primera de participar en una de las actividades más emblemáticas del estudiantado universitario y además, la de hacerlo en tributo al natalicio de José Martí, héroe nacional, latinoamericano y universal.

Por si esto aún fuera poco, sobra la emoción y el compromiso de saber que mientras caminamos por esas calles, estamos andando sobre los mismos pasos que dieron aquellos jóvenes de la Generación del Centenario y que cada una de las llamas que elevamos al hacerlo es la continuidad de las que ellos en sus antorchas encendieron por primera vez aquel 27 de enero de 1953, víspera de celebrarse los cien años del nacimiento del Apóstol.

Eran otros tiempos….Tiempos en los que las ansias de libertad superaron las injusticias del régimen de Fulgencio Batista, en los que los crímenes cometidos ya demandaban su cese y en los que los jóvenes, perseguidos por sus ideales de cambio, decidieron materializar sus sueños junto a los del pueblo.

La Federación Estudiantil Universitaria adoptó la primera posición. En una fecha tan significativa como la del 28 de enero, jóvenes como Flavio Bravo Pardo, Léster Rodríguez, Conchita Portela y Alfredo Guevara decidieron llevar adelante sus ideales de libertad. La propuesta de Guevara de protagonizar un desfile con antorchas desde la Escalinata de la Universidad hasta la Fragua Martiana tuvo sus ecos de aprobación al instante. 

La tiranía de Batista les negó el permiso para efectuarlo y aún así se hizo. Las antorchas encendidas no fueron entonces solo el símbolo de un ideal eterno sino también armas de defensa ante cualquier posible agresión de los esbirros, con sus clavos ocultos.

Aquella noche, me han contado, lo impactante fue la formación organizada de más de quinientos jóvenes detrás de Fidel, muchos de los cuales participarían después, junto a él, en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Las voces que coreaban ¡Libertad! mientras andaban y luego, tras el discurso del presidente de la organización juvenil, se adueñaron de la noche y de los alrededores del lugar. 

Luego del Triunfo de la Revolución en 1959, las razones han sido otras y los sentimientos también. 

Hoy une a todos los estudiantes universitarios el mismo orgullo de vivir en la tierra por la que quien confiaba en “los pinos nuevos” tanto luchó… y ese orgullo se mezcla con el ánimo de demostrar que se puede contar con ellos en la construcción de esta sociedad y en la lucha por mantenerla, transparente y justa, en medio de un mundo que cada vez más es lo contrario.

Hoy, a las puertas del 159 aniversario del nacimiento del Maestro y a la celebración de la Conferencia Nacional del Partido, de la que emergerán importantes decisiones para el futuro del país desde el punto de vista social, económico y político, las llamas se encienden desde el interior y el protagonismo de cada joven en la Cuba actual, que se siente parte de ella, se hará sentir en cada vítor, en cada paso, en cada antorcha. Mi experiencia fue inigualable y sé que la de todos los que una vez más se unan en la Marcha de las Antorchas también lo será. 


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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