sábado, 27 de julio de 2024

Lady Di: la princesa del pueblo

La princesa Diana sigue siendo un ícono mundial…

Narciso Amador Fernández Ramírez en Exclusivo 01/07/2018
0 comentarios
princesa diana Gettyimages
A Lady Di se le conoce como la Princesa del Pueblo o la Reina de Corazones.

Fue bautizada como la “princesa del pueblo” por el entonces premier inglés Anthony Blair, y sobre su vida y dramática muerte se han tejido infinidad de leyendas. Lo cierto es que la princesa de Gales, de nacimiento Diana Frances Spencer, sigue presente en el imaginario popular y cada día gana más simpatizantes y admiradores.

La primera esposa de Carlos de Gales, príncipe heredero de la corona británica, con quien tuvo dos hijos, Guillermo y Enrique, nació el 1ero. de julio de 1961 y descendía de la nobleza inglesa, pues su padre, John Spencer, era el VIII conde Spencer.

El 29 de julio de 1981 se casó con el príncipe Carlos, hijo primogénito de la Reina Isabel II, a quien había conocido en 1977. A partir de entonces comenzó a entretejerse toda una historia, acrecentada tras el accidente automovilístico que le costara la vida el 31 de agosto de 1997, en París, cuando huía de los paparazis en compañía de su amante, el millonario de origen egipcio Dodi Al-Fayed.

De su vida sentimental en los 15 años de matrimonio con el príncipe Carlos, finalizado mediante divorcio el 21 de agosto de 1996, se han escrito infinidad de historias. Reales unas, inventadas otras. Lo cierto es que Lady Di, como se le conoce mundialmente, no fue feliz en su relación sentimental con el heredero de la corona británica.

Incluso, la propia Diana, en carta dirigida a su secretaria personal, Jane Parsons, fechada el 15 de agosto de 1981, le explicaba lo poco emocionante que había sido su luna de miel junto al príncipe Carlos: “La luna de miel fue una oportunidad de oro para recuperar el sueño perdido”.  Fue escrita a bordo del yate Royal Yacht Britannia, en el cual los príncipes surcaron las aguas del Mediterráneo y, desafortunadamente, las letras de la princesa reflejan los problemas sentimentales que se presentaron desde los primeros días de su matrimonio.

El 21 de junio de 1982 dio a luz a su primogénito, el príncipe Guillermo. El segundo hijo de los príncipes de Gales, Enrique, nació el 15 de septiembre de 1984. Hasta 1985, el matrimonio no mostró desavenencias en público, pero a partir de 1986 la prensa británica comenzó a divulgar indicios de crisis matrimonial.

Luego vendrían las confesiones mutuas de infidelidad, con lo que la llamada prensa rosa y la sensacionalista llenaron cientos de revistas y publicaron miles de artículos.

El fatal desenlace de Lady Di —hace ya casi 21 años— hizo que muriera una princesa y naciera la leyenda. Diana llegó con vida al hospital parisino de Pitié-Salpêtrière, no así su amante Al-Fayed, quien falleció en el acto, igual que el chofer, quien tenía un elevado nivel de alcohol en sangre.

Según uno de los rescatistas, Diana estaba consciente, pero todos los esfuerzos fueron inútiles para detener la hemorragia interna que había sufrido cuando el coche con el que trataba de huir de la “jauría” de paparazis se estrelló, alrededor de las 00:20 de la noche, contra el pilar número 13 del túnel del Puente del Alma. La princesa falleció exactamente a las 4:05 de aquella madrugada del 31 de agosto de 1997.

Diana Frances Spencer, Lady Di, tenía solo 36 años de edad, y su muerte temprana inmortalizó su estatus como icono mundial. Hoy, los enamorados acuden al lugar donde muriera para darse allí votos de amor eterno.

El Puente del Alma, reconvertido símbolo romántico, que mira desde la orilla derecha del Sena a la torre Eiffel, está rodeado de miles de candados que parejas ilusionadas insisten en dejar en París como símbolo de un romance inquebrantable. También se multiplican los ramos de flores, las fotos de la princesa y los mensajes en recuerdo de alguien “inolvidable” y ligado para siempre a la ciudad del amor.

Pero a Diana, a Lady Di, hay que recordarla también como una mujer sensible, altruista y consagrada a la ayuda humanitaria. Fue reconocida por su apoyo a la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonales. También por sus visitas a regiones del continente africano y por su lucha contra el Sida.

No tuvo reparos en portar los chalecos de la Cruz Roja para visitar y acompañar en Angola y en Bosnia a las víctimas de las minas antipersonales, a los niños enfermos en Pakistán o a los refugios londinenses para personas sin techo. Llegó a apoyar a más de cien fundaciones y organizaciones al servicio de poblaciones vulnerables, marginadas y desfavorecidas en todo el mundo.

Cuando la enfermedad del Sida causaba pánico y los enfermos eran tratados como apestados, Lady Di no puso objeciones en dejarse fotografiar mientras le daba la mano a un enfermo: “El VIH no hace que sea peligroso conocer a las personas, así que puedes estrecharles la mano y darles un abrazo”.

En su lucha por el bienestar de los más necesitados figuró al lado de personalidades como Nelson Mandela, el dalái lama o la madre Teresa de Calcuta.

Diana de Gales es y se mantendrá, quizás, como la princesa más querida en toda la historia. Su preocupación por los necesitados, su activo papel en la monarquía —y su manera de desafiarla—, junto al profundo amor hacia sus hijos, le ganaron la admiración y el cariño de millones.

Por algo a Lady Di se le conoce como la Princesa del Pueblo o la Reina de Corazones.


Compartir

Narciso Amador Fernández Ramírez

Periodista que prefiere escribir de historia como si estuviera reportando el acontecer de hoy


Deja tu comentario

Condición de protección de datos