viernes, 26 de abril de 2024

La rebeldía que nos identifica (+Video en vivo) (+PDF)

El Moncada también es hoy. Sus ideales están vivos y los preceptos ideológicos y políticos que llevaron a los jóvenes de la Generación del Centenario a asaltar la segunda fortaleza militar del país, cobran vida en la reforma constitucional...

Narciso Amador Fernández Ramírez en Exclusivo 10/10/2018
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Rebeldía Cuba
El sueño del Moncada ha sido sobrecumplido con creces. Sin embargo, quedan aún muchos Moncadas por librar. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

¿Puede un acontecimiento modificar el rumbo de un país? ¿Puede un hecho histórico marcar un hito en el decurso de una nación? Sí. Sucedió el 10 de octubre de 1868 con el grito de independencia o muerte de Carlos Manuel de Céspedes, en su ingenio Demajagua. Se reiteró el 24 de febrero de 1895, con el inicio de la Guerra Necesaria de José Martí y de nuevo quedó evidenciado el 26 de julio de 1953, con los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Y, es que lo sucedido ese domingo, Día de la Santa Ana, fue la chispa que encendió de nuevo la llama de la Revolución. Fue ese motor pequeño, que echó a andar el motor grande, como le gustaba decir a Fidel Castro, el artífice de esos cruciales acontecimientos.

Después del Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, las puertas a la democracia en Cuba habían sido selladas. Hacía falta ir de nuevo a la manigua redentora, pues el momento era revolucionario, no político.

Y aunque las condiciones para la Revolución no estaban al parecer creadas, a criterio de muchos, para unos pocos clarividentes, con el joven abogado Fidel Castro al frente, sí era posible hallar el camino adecuado que condujera a un cambio radical en el sistema de cosas del modelo neocolonial cubano en crisis. Ese camino fue el Moncada.

De nuevo, como en el 68, el 95 y los años 30 salieron a relucir la rebeldía y el espíritu de lucha propio del cubano. De nuevo fueron los jóvenes quienes estuvieron a la vanguardia, dispuestos a dar la vida por los ideales patrios. Por la dulce memoria de Martí, como afirmara Raúl Gómez García, el Poeta de la Generación del Centenario, en su conocido poema Ya estamos en combate.

“Una Revolución no se hace en un día, pero se comienza en un segundo”, había dicho Abel Santamaría, el Alma del Movimiento y su segundo al mando. La misma convicción y espíritu de rebeldía que antes tuvo Carlos Manuel de Céspedes, al levantarse en armas el 10 de octubre de 1868, sin esperar a terminar la zafra, y la misma de José Martí, quien apenas pasados unos días del desastre de la Fernandina, donde fueron incautados los tres barcos y las armas, firmó la orden de alzamiento en su condición de delegado del Partido Revolucionario Cubano (PRC).

Los sucesos del 26 de julio de 1953, del cual conmemoramos su aniversario 65, si bien no lograron el éxito militar, marcaron el rumbo estratégico de la Revolución que renacía en los muros del Moncada y del Carlos Manuel de Céspedes.

Como resultado de esas heroicas acciones en que murieron asesinados una buena parte de los asaltantes, Fidel dio a conocer el programa de lucha en la nueva etapa: La historia me absolverá y allí delineó las medidas que adoptaría la Revolución una vez llegada al poder. Un derrotero estratégico cumplido tras el enero victorioso de 1959.

Han pasado 65 años de aquellos acontecimientos. El sueño del Moncada ha sido sobrecumplido con creces. Sin embargo, quedan aún muchos Moncadas por librar. Muchas victorias por alcanzar.

Ese 26 de julio de 1953 surgió un símbolo de rebeldía y resistencia. La nación cubana adquirió nuevos paradigmas y otros nombres gloriosos pasaron a formar parte de ese altar de los mártires y héroes de la Patria.

El Moncada también es hoy. Sus ideales están vivos y los preceptos ideológicos y políticos que llevaron a los jóvenes de la Generación del Centenario a asaltar la segunda fortaleza militar del país, cobran vida en la reforma constitucional, puesto a consulta a nuestros diputados y que nuestro pueblo validará en un referéndum, similar al realizado en febrero de 1976.

Lo expuesto por Fidel en La historia me absolverá sobre los derechos inalienables del pueblo a la educación, la salud, la vivienda, la industrialización del país y a un trabajo digno están presentes en el nuevo texto constitucional. Entonces, esos derechos estaban por ganarse, hoy son realidad perfectible de mejorar para el mañana de un país socialista, próspero y sostenible, como al que se aspira.

La sangre de los buenos nunca cae en vano. Como afirmó Fidel en el Informe Central al Primer Congreso del PCC en diciembre de 1975: “Sin el Moncada no habría existido el Granma, la lucha de la Sierra Maestra y la victoria extraordinaria del primero de enero de 1959. De igual modo, sin la epopeya del 68 y el 95, Cuba no sería independiente y el primer país socialista de América (…). Sobre la sangre y el sacrificio de sus hijos se ha fundado la patria independiente, revolucionaria y socialista de hoy”.

ACTO POR EL ANIVERSARIO 65 DEL ASALTO A LOS CUARTELES MONCADA Y CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES Y DÍA DE LA REBELDÍA NACIONAL

Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba

* Este artículo fue publicado originalmente en la revista el 26 de julio de 2018. Ahora forma parte de una selección especial de Cubahora para celebrar el 150 aniversario del inicio de la gesta independentista en Cuba.


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Narciso Amador Fernández Ramírez

Periodista que prefiere escribir de historia como si estuviera reportando el acontecer de hoy


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