jueves, 25 de abril de 2024

La libertad traída en una Caravana (+Mapa)(+Video)

La Caravana de la Libertad inició su marcha triunfal por Santiago de Cuba y concluyó en La Habana...

Narciso Amador Fernández Ramírez en Exclusivo 08/01/2021
1 comentarios
Caravana de la libertad-2021
Pioneros y jóvenes de hoy y del mañana rememoran Caravana de la Libertad.

Todavía impactan las imágenes y emocionan los diálogos de Fidel con el pueblo a lo largo de toda la Isla, en una caravana rebelde victoriosa que trajo la ansiada libertad a Cuba.

Fotografías electrizantes, nunca antes vistas de jóvenes barbudos, con otro joven al frente, de apenas 32 años, que bajaban de las montañas de la Sierra Maestra para pasearse por toda Cuba llevando la esperanza y la alegría a millones de cubanos.

Atrás quedaba la noche oscura de casi siete años de una sanguinaria dictadura que enlutó a más de 20 mil familias cubanas, quienes, en medio del horror y del dolor, habían visto perder a sus hijos, esposos, padres, novios, hermanos; asesinados vilmente por hienas vestidas de uniforme al servicio de un dictador ruin y cruel como lo fuera Fulgencio Batista.

Por eso, en más de cuatro siglos de dominio colonial y neocolonial no hubo día más hermoso que aquel primero de enero de 1959. Una fecha que marcaría un hito en la historia patria, al ser portadora de una genuina transformación revolucionaria que derivaría en la primera Revolución Socialista del hemisferio occidental.

La Caravana de la Libertad, como se le conoce, inició su marcha triunfal en la siempre heroica Santiago de Cuba, que escuchó por primera vez al líder rebelde desde el balcón del Ayuntamiento municipal, aquella noche inolvidable de enero de 1959.

Fidel, con su verbo electrizante, cautivó a los indómitos santiagueros: “Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado. La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo, en esta etapa inicial, y en qué mejor lugar para establecer el Gobierno de la República que en esta fortaleza de la Revolución; para que se sepa que este va a ser un gobierno sólidamente respaldado por el pueblo en la ciudad heroica y en las estribaciones de la Sierra Maestra, porque Santiago está en la Sierra Maestra. En Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas”.

De ahí la Caravana marchó hacia La Habana y entre el 2 y el 8 de enero recorrió más de mil kilómetros de esperanzas y sueños por cumplir. En cada lugar, Fidel se detuvo para hablarle al pueblo.

Así lo hizo el día 2 de enero, en Bayamo; el 3, en Las Tunas; el día 4, en Camagüey; el 5, en Ciego de Ávila; y el 6 de enero, en un inolvidable Día de Reyes, la Caravana estuvo en Sancti Spíritus, en Santa Clara y terminó exhausto, pero feliz, en Cienfuegos, la Perla de Sur.

No hubo espacio para el cansancio. Había mucho por decir y explicar. Los mambises del siglo XX no solo habían entrado en Santiago, sino eran portadores del germen libertario que cobraría forma en estos más de 62 años de Revolución y delinearía un país soberano, libre e independiente.

El 7 de enero, los barbudos pasaron por la Atenas de Cuba y el día 8 hicieron su entrada triunfal a La Habana. Esa noche, desde el polígono de Columbia, la mayor guarnición militar del derrocado régimen, el Comandante en Jefe le habló sin cortapisas a los capitalinos.

No podía llevarlos a engaño. La obra a iniciar era bien dura y complicada. Por eso, el líder rebelde afirmó: “Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y, sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.

Era una premonición. Una alerta ante el exceso perjudicial de optimismo, pues la obra a realizar era gigantesca. Por eso, en medio del discurso, y con varias palomas blancas revoleteando a su alrededor, le preguntó a Camilo Cienfuegos: “¿Voy bien Camilo?”, a lo que el hombre de la sonrisa franca y el sombrero alón, le respondió: “¡Vas bien, Fidel!”.

Fueron días de gloria. De respirar el ansiado aire de la libertad escamoteada durante siglos. Una caravana de jóvenes rebeldes, con otro soñador de líder, que probó al mundo la fuerza de las ideas y la pureza de unos ideales patrióticos que sintetizaban los sueños inconclusos de Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras; esos valerosos predecesores que abonaron el camino de la independencia.

Han pasado 62 años, y en esta ocasión la pandemia de la COVID-19 ha impedido la alegría contagiosa de los pioneros en su reedición, aunque no ha imposibilitado que en cada lugar la Caravana de la Libertad haya sido recordada, pues la memoria histórica es vital para mantener vivo el pasado y forjar una Cuba mejor hacia el futuro.

Fidel, ese gran desarrollador de conciencias, en aquella noche del 8 de enero de 1959, hizo otra profecía, la de su retorno glorioso desde La Habana hasta Santiago de Cuba, donde sus cenizas reposan desde hace ya cuatro años: “Sé, además, que nunca más en nuestras vidas volveremos a presenciar una muchedumbre semejante, excepto en otra ocasión —en que estoy seguro de que se van a volver a reunir las muchedumbres—, y es el día en que muramos, porque nosotros, cuando nos tengan que llevar a la tumba, ese día, se volverá a reunir tanta gente como hoy, porque nosotros ¡jamás defraudaremos a nuestro pueblo!”.


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Narciso Amador Fernández Ramírez

Periodista que prefiere escribir de historia como si estuviera reportando el acontecer de hoy

Se han publicado 1 comentarios


DOGARBE
 7/4/21 15:20

descubro hoy este articulo.

discrepo con aquellos que insisten en que el inicio del carvana de la victoria comenzo en santiago de cuba, el 2 de  enero del 59. en mi obra palnteo la tesis de que dicha carvana comenzo en el escndel el 1º de enero. a los que les guste este tema y desean intercamabiar, espero por sus cometarios,

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