¿Por qué ni ministerio, ni periodistas, ni siquiera los propios especialistas, mencionan palabras como farmacodinámica o farmacocinética, términos científicos muy bien establecidos desde hace más de 100 años y prefieren hablar de supuestos beneficios no demostrados, tradiciones y no se cuantas más propuestas en las que el oscurantismo se desborda por todos los poros de la propuesta? ¿Por qué los periodistas no se cuestionan que el ministerio sancione prácticas en las que no se ha demostrado que no dañan a las personas? No pongo en dudas de que tal cocimiento puede ser benéfico para determinada dolencia, pero sí me cuestiono que nadie dude de que puede ser dañino para algún órgano en específico. Simplemente no se sabe. O sí se sabe, pero de manera criminal lo callan quienes quieren promover su terapia o medicamento. Y digo criminal porque ese proceder debiera ser sancionable por las leyes, aunque no lo sea actualmente. Que no haya leyes que sancionen no quiere decir que sea un proceder correcto.
Hay algo muy mal cuando una institucion como el MINSAP, cuya eficacia no solo depende de la institucionalidad sino de la confianza publica, oficializa practicas misticas y religiosas como terapias medicas. Entendamos esto bien, no se trata de traer a colacion un anecdotario de hechos felices donde se haya usado la homeopatia o la terapia floral, al fin y al cabo, lo mismo puedo hacer el vecino babalo de mi barrio y ademas, estoy seguro, puede armar un expediente lleno de testigos que de buena voluntad, nos inundarian con lo beneficioso que ha sido consultarse con el y cuanta dolencias ha curado. Se trata de que en un estado moderno y laico, la medicina debe practicarse desde el mas absoluto respeto al rigor cientifico y la objetividad neutral. La realidad es que, al margen de los anecdotarios felices e incomprobables, todos los estudios sistematicos, rigurosos y objetivos, sobre la efectividad de la homeopatia y la terapia floral, ha demostrado que sus efectos no son mas que pura sugestion psicologica. Y resulta mas eficaz tales evidencias, si comprobamos que se tratan de conclusiones a las que han llegado instituciones cientificas de las cuatro esquinas del globo terraqueo. Desde Australia, hasta el Reino Unido, pasando por Belgica, Austria y un largo etc. Al fin y al cabo, el ser humano, como ente biologico, cumple las mismas leyes en el hemisferio sur que en el norte, en el occidental que en el oriental. Hay algo en que pensar cuando tantas evidencias apuntan a la misma conclsuion. Pero la alarma se dispara mas aun, si descubrimos que los fundadores de la terapia floral, negaban de la ciencia y decian que sus practicas curatorias estaban inspiradas en la voz de una divina deidad que les indicaba que hacer. Las "curas" que lograron, y que aun hoy son usadas por sus practicantes, ellos mismos confesaron que les vino por conducto divino y contrario a la ciencia. No hay nada malo en creer que hay santos que producen milagros como curar la lepra y resucitar los muertos, es parte de la leccion de tolerancia que hemos aprendido con la historia. No hay nada malo en el babalao que cura y el santo que sana desde la fe de sus creyentes y practicantes. Si hay algo muy mal, cuando una institucion del estado oficializa como practica medicas efectiva, creencias basadas en una religion. Cualquiera se alarmaria de ver oficializada la practica curandera de la santeria como practica valida en nuestros consultorios medicos. Eso es lo que ha hecho el MINSAP al oficializar la terapia floral, quizas lo que pasa, es que su fundador, el cual es mencionado en la resolucion del MINSAP, no tiene como nombre Lazaro, ni habla un dialecto Yoruba, su nombre es ingles y su secta tiene origen en la culta inglaterra. Parece que eso es suficiente para hacer su mistica tan respetable que amerite la oficializacion del MINSAP. Algo anda muy mal cuando a una institucion como el MINSAP, se le permite tanto desvario.
Me sentiría más complacido si las opiniones contrarias a la medicina natural y al uso de las plantas medicinales aspiraran a que se profundizaran los estudios de las mismas y se fundamentara su aplicacion, al amparo del conocimiento y no simplemente por el uso tradicional. La ignorancia a veces hace ver fantasmas y no creo que exista alguien poseedor de la verdad absoluta. Por mi parte confió en varias plantas medicinales, las uso como las usaron mis antepasados que, afortunadamente, murieron sobrepasando la esperanza de vida actual de los cubanos, lo que me hace suponer que no son tan malas esas plantas.
Salve Cayo! y larga vida a Ud. como la tuvieron sus bienamados antecesores.
Le explico. La investigación científica es un asunto muy serio que demanda recursos materiales y humanos cuantiosos, por eso es muy importante y estratégico, decidir con muy buen juicio que investigaciones van a recibir esos recursos. Aunque comparto con Ud. su reclamo de que se investigue con rigor y seriedad si son o no eficaces algunos remedios y terapias "naturales", considero, por otra parte que no debemos nosotros, es decir, los cubanos gastar nuestras pocas balas investigando tales cosas. Porque lo cierto es que las hipótesis en que se sustentan son endebles, están absolutamente divorciadas del conocimiento científico actual y por tanto es muy poco probable que se muestren eficaces. Si otros en el mundo hacen los experimentos y se demuestra, más allá de toda duda razonable, que sirven para algo podríamos, con buena conciencia, incorporarlas a nuestras práctica médicas. Antes no. Nosotros debemos apoyar el desarrollo de investigaciones serias, como las que hacen los centros de BioCubaFarma y de donde han surgido el Heberprot-P y el Nimotuzumab, bien probados con todo rigor. Lo otro es malgastar recursos valiosos o una vuelta el medioevo oscurantista.
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Paloma
4/6/15 11:47
Opinaré desde la perspectiva como paciente de la tercera edad que después del climaterio comencé a padecer reacciones adversas con determinados medicamentos que usé habitualmente en el pasado y que con el avance de los años ya no es posible poderlos consumir, incluso otros como la penicilina, que en toda mi vida casi ni la he necesitado.
¿Qué opina usted de la medicina natural o terapias tradicionales? ¿A menudo te auxilias de la medicina natural para aliviar algún dolor?
Considero que pueden resultar útiles sobre todo cuando no tenemos acceso a determinados medicamentos que están en falta constantemente y por supuesto en dependencia del problema de salud que se tenga. En el caso mío y por mis padecimientos, he logrado disminuir las crisis con tratamientos de la MTN, con las rehabilitaciones fisioterapéuticas y también con cocimiento de yerbas medicinales que contribuyen al alivio de malestares crónicos.
¿Qué plantas medicinales son las más significativas para usted?
La berbena morada, me ayuda a disminuir los malestares de la artrosis y propicia que tome menos fármacos que a la postre son dañinos amén de que no puedo tomar sobre todo los antinflamatorios.
Para concluir, considero que el desarrollo científico alcanzado en estos temas es quien debe validar lo útil o no de la utilización de la medicina verde como decimos popularmente; pero ello no significa que desestimemos tradiciones que nos legaron nuestros ancestros y que resultaron beneficiosas en muchas ocasiones. Hay determinadas plantas que sirven para bajar el colesterol, el ácido úrico, la hipertensión; para subir la hemoglobina, para desintegrar cálculos, etc. Yo no se si están validadas o no científicamente, pero les aseguro que históricamente han solucionado o aliviado por lo menos los problemas que a la salud ellas provocan. Pienso también que es bueno conocer la existencia de ellas, cómo se usan y en qué momento; eso no está escrito en ningún libro, eso nos llega por tradición oral. Pienso además, como expresaron algunos foristas en el ártículo de la estudiante de periodismo, Claudia, (acceso desde el vínculo de este foro) y en este propio foro, que con los avances obtenidos en la farmacéutica, no es factible gastar recursos materiales, financieros y tiempo en la investigación de ciertas plantas para certificarlas como un medicamento efectivo si ya existen por otras vías productos que pueden resolver el problema de salud de que se trate.
Insisto, es bueno conocer las plantas e incluso tenerlas sembradas en macetas o jardines, todas esas que nuestras abuelas tenían para un resfriado, dolor de cabeza, malestar del estómago, menstruaciones dolorosas.... Y a la ciencia lo que es de la ciencia....
gracias por su comentario, pero con respecto a su pregunta la ausencia o intermitencia de medicamentos en las farmacias, no creo que sea yo quien tenga la respuesta y mucho menos la solución. Yo soy un ciudadano que acude con su tarjetón a adquirir su enalapril y a veces no hay. Pero Delia, se dará cuenta que eso no es lo que discute aqui, ni siquiera que la MNT sea de algún modo la alternativa.
Lo de ponerlo como especialidad puede aceptarse quizás. Lo increible e inaceptable es que el ministerio de salud pública ignore y desprecie el método científico. Las terapias florales son un absurdo en el que CASI NADIE en el mundo científicamente culto deposita el menor aval. Además, la homeopatía es algo risible y ridiculo. La experiencia funesta de hacer creer que con eso se puede mejorar la calidad de vida de la gente con cáncer (vidatox) o actuar contra la metástasis y todas las demás afirmación sin el menor respaldo ni teórico ni práctico de Labiofam que se han dicho al respecto parece que al MINSAP no le preocupa en absoluto. En mi opinión la resolución esta es un error mayúsculo. En cuanto a la pregunta de las plantas más significativas para mí... ¿para qué ese acopio de anécdotas que se quiere hacer? La ciencia no funciona así. Lo de las anécdotas es lo que le gusta a la pseudociencia, a Labifoam, a los que viven de todo esta parafernalia. De todos modos, mi testimonio es que una vecina que se empecinó en creer en que el tal vidatox iba a ayudarle, murió sin gloria pero con mucha pena (dolores cada vez peores a lo largo de los 6 meses que se trató con esa cosa del alacrán) de su cáncer.
Las prácticas curativas entre los seres humanos han estado indisolublemente ligadas a su propia existencia sobre la faz de la Tierra. Dado que interactuaban directamente con la naturaleza, aquellos seres primitivos observaron su entorno y por ensayo error fueron identificando propiedades curativas (sobre todo a corto plazo) entre las plantas y otros recursos naturales y fueron estableciendo las pautas terapéuticas que les permitían aquellas primeras Formaciones económico sociales. Ciertamente muchas de esas prácticas milenarias han llegado hasta nuestros días, pero también es cierto que la expectativa y la calidad de vida de los humanos se incrementó notablemente con el desarrollo científico técnico en los últimos 150 años, con el desarrollo de la medicina científica y de la Higiene como práctica social. La homeopatía y la terapia floral no tienen fundamentos sustentables ni lógicos a la luz de los conocimientos científicos actuales, los ensayos clínicos realizados con rigor para definir su eficacia terapéutica demuestran que su efecto es indistinguible del placebo; cada vez con mayor frecuencia se emiten pronunciamientos de Parlamentos y científicos del mundo condenando ambas terapias. La Academia de Ciencias de Cuba condenó la homeopatía en el siglo XIX. Los productos homeopáticos contienen alcohol y se administran a los niños. Saque usted sus propias conclusiones...
No debe haber dicotomía, pueden complementarse según la experiencia y las posibilidades de cada quién. Lo que pasa es que a mí constantemente siempre me queda el sabor de que se promueve el uso de uno por la carencia de la otra, porque, señores, hay que ver lo que se pasa en ocasiones ante una emergencia por la falta de determinado medicamento a mano. Para mayor mal hay una corriente de pensamiento entre los directivos de Biocubafarma, que son los que principalmente nos abastecen, que afirma que los cubanos nos "sobremedicamos".
El término medicina natural y tradicional abarca muchas propuestas terapéuticas diferentes. El problema es que se pretende incluir entre ellas algunas que, como la homeopatía y la terapia floral, no forman parte de ninguna tradición secular, están completamente desacreditadas por su carácter anticientífico, y su ineficacia está ampliamente demostrada. Hay otras que se basan en tradiciones y que pueden o no ser efectivas. De lo que se trata es de someter todas las propuestas terapéuticas, naturales, tradicionales o basadas en la ciencia moderna, a estudios científicos que prueben su eficacia e inocuidad. Cada cual es libre de tomar lo que quiera, pero sería muy irresponsable que las instituciones del Estado cubano que brindan servicios de salud avalen prácticas tan contrarias a la ciencia, ineficaces y desprestigiadas como las que mencioné. nuestro pueblo confía en sus sistema de Salud Pública, en sus médicos, por lo que ellos deben abstenerse de recomendar esos tratamientos a sus pacientes.
La extensión de varias modalidades de terapias alternativas en los últimos años, ha generado un debate entre practicantes y adeherentes a estas prácticas y miembros de la comunidad científica cubana. El problema tiene varias aristas. En primer lugar, nadie cuestiona los aspectos relacionados con las investigaciones en busca de principios activos potencialmente útiles en nuestra flora y fauna, siempre que se hagan con todo el rigor requerido. El consumo de decocciones y preparados artesanales a partir de plantas tiene raíces en nuestra cultura popular, son en general poco nocivos y pueden ser aceptados como alternativa, sobre todo en situaciones de emergencia y escases de otros productos. Entre las modalidades de medicina alternativa aprobadas por el MINSAP nadie discute el posible benificio de terapias blandas como la heliotalasoterapia (sol y playa) o los ejercicios suaves del Tai chi y similares. Sin embargo, se amparan bajo este manto regulatorio otras prácticas que si disparan alarmas, por dos razones fundamentales. Lo que se cuestiona de tales prácticas no es que la homeopatía se base en hipótesis no demostradas y que contradicen prioncipios muy fundamentales de la química, no es que la terapia floral haya sido "revelada" por Dios a su inventor, el Dr. E. Bach. Tampoco es que la acupuntura y otras medicinas orientales se basen en filosofías antiguas que no encuentran traducción en el marco conceptual de la ciencia moderna. No. El primer y fundamental problema de esas y otras prácticas es que NO existe evidencia científica de su efectividad, más allá de la anécdota (a mi me funciona) y del efecto placebo (que es real y cuyas bases neurobiológicas se comprenden hoy muy bien). TODOS los ensayos clínicos bien diseñados para evaluar la eficacia de la homeopatía, la terapia floral y la acupuntura han fracasado y se pueden consultar en Internet en bases de revisión médica como la colección Cochrane. Ese es un problema muy serio pues significa que estaríamos gastando recursos y perdiendo tiempo en investigar y utilizar terapias cuya efectividad no supera el efecto placebo. El otro problema es ideológico, pues cuando abro la puerta a estas terapias místicas y pseudocientíficas estoy quebrantando todo el fundamento científico de la comunidad médica y de la sociedad cubana, aquella que Fidel soñó ver convertida en una sociedad de hombres y mujeres de ciencia y pensamiento.
Creo que lo principal ante un evento doloroso es tener a mano algo que tomar, tanto la dipirona como el cocimiento son válidos, la tableta tiene activos principios químicos que a la larga impactan en otras zonas del organismo.
La medicina natural (cocimiento) tiene menos efectos adversos, pero cuán efectiva es? en qué dosis?
La medicina tradicional (acupuntura) es a mi entender la mejor debido a que apunta hacia los centros nerviosos del organismo sin que esto signifique ni tomar químicos (dipirona) ni cocimientos.
Creo que no es imprescindible la paradoja. Sería un poco más feliz si fuera conocimiento o pastilla? Porque no todos los cocimientos alivian el dolor ni todas las pastillas. Hay cocimientos de plantas específicas, en dosis y modos de preparación específicos, como también hay pastillas específicas, de sustancias específicas con dosis según el tipo de dolor. Entonces la paradoja no es entre cocimiento y pastilla. La paradoja es entre el uso correcto de aquellas medicinas avaldas por la evidencia científica. El uso de plantas naturales está avalado por evidencias científicas, incluso por estudios de ADN, al igual que el uso de la dipirona. Existe, entonces, una medicina natural y tradicional basada en la evidencia. Ojo, incluso lo natural y lo tradicional pueden ser negativos, como los medicamentos por síntesis química, si no se emplean en las dosis y del modo adecuado. Pero el verdadero debate no es por el empleo de las plantas. El verdadero debate está en la inclusión dentro de la resolución del minsap de la homeopatía y la terapia floral, que no tienen confirmación científica de sus efectos más allá del efecto placebo. Ninguna de las dos tiene nada que ver con el uso tradicional que las abuelas y -valga la redundancia- la tradición hicieron de las plantas.
Gracias, Anolia, por la sugerencia para el nombre del foro. Muy válida. Ahora no modificamos el nombre para mantener la compatibilidad con su URL y puedan las personas acceder sin problemas. Pero siempre será útil comentarios como estos. Saludos.
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Delia
3/6/15 11:58
A ver Vater y Ernesto. Por sus argumentos, parecen muy conocedores del tema. pero entonces. Pueden decirme quién responde por las ventas en la farmacia de gotas ALIVIO (homeopáticas) producidas por el Instituto Finlay? ¿Qué acredita la resolución del MINSAP? Si tenemos en cuenta la tímida y desarcetada respuesta a la falta de medicamentos de nuestro ministro de salud en la última reunión del Consejo de Ministros, leyendo lo de J. Rebelde sobre el tema, tendré que pensar que esto se ha hecho para paliar la falta de medicamentos por que faltan sí, componentes de otros países, etc, pero FALTA sobre todo ORGANIZACIÓN, PLANIFICACIÓN y DEMÁS falta, la verdad. ¿Saben ustedes acaso esa respuesta científica a un problema científico, ideológico, pero sobre todo humano?
Creo que la medicina es una sola y está basada en el desarrollo del conocimiento humano. De dónde dalió la aspirina sino del árbol Sauce blanco. De dónde salía la banapectina que me daba mi abuela sino del plátano. La acupuntura es milenaria y me parece tan válida como operar hoy por procedimientos de microcirugia. A mí lo que me parece que la medicina natural va más hacia el paciente y no hacia la enfermedad y si algo está de acuerdo todo el mundo es que la mejor medicina es la prevención, vida sana, nutrición balanceada,e tc. Celebro que no haya más medicina "alternativa", sino que para curar al ser humano los métodos probados y cada vez menos invasivos sean puestos en función de la calidad de vida de la gente.
Recientemente la medicina natural y tradicional fue acogida como especialidad médica en Cuba por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), por lo cual los invitamos a comentar y debatir sobre este interesante tema ¿Qué opina usted de la medicina natural o terapias tradicionales? ¿A menudo te auxilias de la medicina natural para aliviar algún dolor? ¿Qué plantas medicinales son las más significativas para usted?
La medicina verde siempre a existido, se ha utilizado desde tiempos remotos y esta a servido de alivio a muchos dolores o a contribuído a la desaparición de enfermedades. En Cuba su práctica es común y se ha retomado está idiosincracia como una especialidad médica. Las farmacias de medicina verde son muy visitadas por los cubanos y los remedios caseros son cada vez más utilizados. No es una santería o religión, es que realmente contribuyen a la salud .
Considero que son muchas las plantas que tienen propiedades terapeuticas, pero las más comunes son: el tilo, el orégano, eucalipto, la maravilla, marilope, caña santa, albahaca etc.
Los dolores en ocasiones son producto de estrés y problemas psicológicos. La Dipirona para el Cubano es como una taza de café, somos adictos a ella, como lo era la aspirina en otros tiempos, y sin embargo hoy su uso no es el mismo.
Practiquemos la medicina verde y ahorremos más los productos con los que el país tiene que invertir fuertes sumas de dinero y en ocasiones la malgastamos.
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Arnaldo
5/6/15 11:04
¿Por qué ni ministerio, ni periodistas, ni siquiera los propios especialistas, mencionan palabras como farmacodinámica o farmacocinética, términos científicos muy bien establecidos desde hace más de 100 años y prefieren hablar de supuestos beneficios no demostrados, tradiciones y no se cuantas más propuestas en las que el oscurantismo se desborda por todos los poros de la propuesta? ¿Por qué los periodistas no se cuestionan que el ministerio sancione prácticas en las que no se ha demostrado que no dañan a las personas? No pongo en dudas de que tal cocimiento puede ser benéfico para determinada dolencia, pero sí me cuestiono que nadie dude de que puede ser dañino para algún órgano en específico. Simplemente no se sabe. O sí se sabe, pero de manera criminal lo callan quienes quieren promover su terapia o medicamento. Y digo criminal porque ese proceder debiera ser sancionable por las leyes, aunque no lo sea actualmente. Que no haya leyes que sancionen no quiere decir que sea un proceder correcto.
Ernesto Estevez Rams
4/6/15 14:59
Hay algo muy mal cuando una institucion como el MINSAP, cuya eficacia no solo depende de la institucionalidad sino de la confianza publica, oficializa practicas misticas y religiosas como terapias medicas. Entendamos esto bien, no se trata de traer a colacion un anecdotario de hechos felices donde se haya usado la homeopatia o la terapia floral, al fin y al cabo, lo mismo puedo hacer el vecino babalo de mi barrio y ademas, estoy seguro, puede armar un expediente lleno de testigos que de buena voluntad, nos inundarian con lo beneficioso que ha sido consultarse con el y cuanta dolencias ha curado. Se trata de que en un estado moderno y laico, la medicina debe practicarse desde el mas absoluto respeto al rigor cientifico y la objetividad neutral. La realidad es que, al margen de los anecdotarios felices e incomprobables, todos los estudios sistematicos, rigurosos y objetivos, sobre la efectividad de la homeopatia y la terapia floral, ha demostrado que sus efectos no son mas que pura sugestion psicologica. Y resulta mas eficaz tales evidencias, si comprobamos que se tratan de conclusiones a las que han llegado instituciones cientificas de las cuatro esquinas del globo terraqueo. Desde Australia, hasta el Reino Unido, pasando por Belgica, Austria y un largo etc. Al fin y al cabo, el ser humano, como ente biologico, cumple las mismas leyes en el hemisferio sur que en el norte, en el occidental que en el oriental. Hay algo en que pensar cuando tantas evidencias apuntan a la misma conclsuion. Pero la alarma se dispara mas aun, si descubrimos que los fundadores de la terapia floral, negaban de la ciencia y decian que sus practicas curatorias estaban inspiradas en la voz de una divina deidad que les indicaba que hacer. Las "curas" que lograron, y que aun hoy son usadas por sus practicantes, ellos mismos confesaron que les vino por conducto divino y contrario a la ciencia. No hay nada malo en creer que hay santos que producen milagros como curar la lepra y resucitar los muertos, es parte de la leccion de tolerancia que hemos aprendido con la historia. No hay nada malo en el babalao que cura y el santo que sana desde la fe de sus creyentes y practicantes. Si hay algo muy mal, cuando una institucion del estado oficializa como practica medicas efectiva, creencias basadas en una religion. Cualquiera se alarmaria de ver oficializada la practica curandera de la santeria como practica valida en nuestros consultorios medicos. Eso es lo que ha hecho el MINSAP al oficializar la terapia floral, quizas lo que pasa, es que su fundador, el cual es mencionado en la resolucion del MINSAP, no tiene como nombre Lazaro, ni habla un dialecto Yoruba, su nombre es ingles y su secta tiene origen en la culta inglaterra. Parece que eso es suficiente para hacer su mistica tan respetable que amerite la oficializacion del MINSAP. Algo anda muy mal cuando a una institucion como el MINSAP, se le permite tanto desvario.
cayo
4/6/15 14:31
Me sentiría más complacido si las opiniones contrarias a la medicina natural y al uso de las plantas medicinales aspiraran a que se profundizaran los estudios de las mismas y se fundamentara su aplicacion, al amparo del conocimiento y no simplemente por el uso tradicional. La ignorancia a veces hace ver fantasmas y no creo que exista alguien poseedor de la verdad absoluta. Por mi parte confió en varias plantas medicinales, las uso como las usaron mis antepasados que, afortunadamente, murieron sobrepasando la esperanza de vida actual de los cubanos, lo que me hace suponer que no son tan malas esas plantas.
Vater
6/6/15 9:51
Salve Cayo! y larga vida a Ud. como la tuvieron sus bienamados antecesores.
Le explico. La investigación científica es un asunto muy serio que demanda recursos materiales y humanos cuantiosos, por eso es muy importante y estratégico, decidir con muy buen juicio que investigaciones van a recibir esos recursos. Aunque comparto con Ud. su reclamo de que se investigue con rigor y seriedad si son o no eficaces algunos remedios y terapias "naturales", considero, por otra parte que no debemos nosotros, es decir, los cubanos gastar nuestras pocas balas investigando tales cosas. Porque lo cierto es que las hipótesis en que se sustentan son endebles, están absolutamente divorciadas del conocimiento científico actual y por tanto es muy poco probable que se muestren eficaces. Si otros en el mundo hacen los experimentos y se demuestra, más allá de toda duda razonable, que sirven para algo podríamos, con buena conciencia, incorporarlas a nuestras práctica médicas. Antes no. Nosotros debemos apoyar el desarrollo de investigaciones serias, como las que hacen los centros de BioCubaFarma y de donde han surgido el Heberprot-P y el Nimotuzumab, bien probados con todo rigor. Lo otro es malgastar recursos valiosos o una vuelta el medioevo oscurantista.
Paloma
4/6/15 11:47
Opinaré desde la perspectiva como paciente de la tercera edad que después del climaterio comencé a padecer reacciones adversas con determinados medicamentos que usé habitualmente en el pasado y que con el avance de los años ya no es posible poderlos consumir, incluso otros como la penicilina, que en toda mi vida casi ni la he necesitado.
Considero que pueden resultar útiles sobre todo cuando no tenemos acceso a determinados medicamentos que están en falta constantemente y por supuesto en dependencia del problema de salud que se tenga. En el caso mío y por mis padecimientos, he logrado disminuir las crisis con tratamientos de la MTN, con las rehabilitaciones fisioterapéuticas y también con cocimiento de yerbas medicinales que contribuyen al alivio de malestares crónicos.
La berbena morada, me ayuda a disminuir los malestares de la artrosis y propicia que tome menos fármacos que a la postre son dañinos amén de que no puedo tomar sobre todo los antinflamatorios.
Para concluir, considero que el desarrollo científico alcanzado en estos temas es quien debe validar lo útil o no de la utilización de la medicina verde como decimos popularmente; pero ello no significa que desestimemos tradiciones que nos legaron nuestros ancestros y que resultaron beneficiosas en muchas ocasiones. Hay determinadas plantas que sirven para bajar el colesterol, el ácido úrico, la hipertensión; para subir la hemoglobina, para desintegrar cálculos, etc. Yo no se si están validadas o no científicamente, pero les aseguro que históricamente han solucionado o aliviado por lo menos los problemas que a la salud ellas provocan. Pienso también que es bueno conocer la existencia de ellas, cómo se usan y en qué momento; eso no está escrito en ningún libro, eso nos llega por tradición oral. Pienso además, como expresaron algunos foristas en el ártículo de la estudiante de periodismo, Claudia, (acceso desde el vínculo de este foro) y en este propio foro, que con los avances obtenidos en la farmacéutica, no es factible gastar recursos materiales, financieros y tiempo en la investigación de ciertas plantas para certificarlas como un medicamento efectivo si ya existen por otras vías productos que pueden resolver el problema de salud de que se trate.
Insisto, es bueno conocer las plantas e incluso tenerlas sembradas en macetas o jardines, todas esas que nuestras abuelas tenían para un resfriado, dolor de cabeza, malestar del estómago, menstruaciones dolorosas.... Y a la ciencia lo que es de la ciencia....
Vater
4/6/15 10:11
Estimada Delia,
gracias por su comentario, pero con respecto a su pregunta la ausencia o intermitencia de medicamentos en las farmacias, no creo que sea yo quien tenga la respuesta y mucho menos la solución. Yo soy un ciudadano que acude con su tarjetón a adquirir su enalapril y a veces no hay. Pero Delia, se dará cuenta que eso no es lo que discute aqui, ni siquiera que la MNT sea de algún modo la alternativa.
Saludos afectuosos,
Vater
Lourdes Guitart
3/6/15 19:37
Lo de ponerlo como especialidad puede aceptarse quizás. Lo increible e inaceptable es que el ministerio de salud pública ignore y desprecie el método científico. Las terapias florales son un absurdo en el que CASI NADIE en el mundo científicamente culto deposita el menor aval. Además, la homeopatía es algo risible y ridiculo. La experiencia funesta de hacer creer que con eso se puede mejorar la calidad de vida de la gente con cáncer (vidatox) o actuar contra la metástasis y todas las demás afirmación sin el menor respaldo ni teórico ni práctico de Labiofam que se han dicho al respecto parece que al MINSAP no le preocupa en absoluto. En mi opinión la resolución esta es un error mayúsculo. En cuanto a la pregunta de las plantas más significativas para mí... ¿para qué ese acopio de anécdotas que se quiere hacer? La ciencia no funciona así. Lo de las anécdotas es lo que le gusta a la pseudociencia, a Labifoam, a los que viven de todo esta parafernalia. De todos modos, mi testimonio es que una vecina que se empecinó en creer en que el tal vidatox iba a ayudarle, murió sin gloria pero con mucha pena (dolores cada vez peores a lo largo de los 6 meses que se trató con esa cosa del alacrán) de su cáncer.
José
3/6/15 17:21
Las prácticas curativas entre los seres humanos han estado indisolublemente ligadas a su propia existencia sobre la faz de la Tierra. Dado que interactuaban directamente con la naturaleza, aquellos seres primitivos observaron su entorno y por ensayo error fueron identificando propiedades curativas (sobre todo a corto plazo) entre las plantas y otros recursos naturales y fueron estableciendo las pautas terapéuticas que les permitían aquellas primeras Formaciones económico sociales. Ciertamente muchas de esas prácticas milenarias han llegado hasta nuestros días, pero también es cierto que la expectativa y la calidad de vida de los humanos se incrementó notablemente con el desarrollo científico técnico en los últimos 150 años, con el desarrollo de la medicina científica y de la Higiene como práctica social. La homeopatía y la terapia floral no tienen fundamentos sustentables ni lógicos a la luz de los conocimientos científicos actuales, los ensayos clínicos realizados con rigor para definir su eficacia terapéutica demuestran que su efecto es indistinguible del placebo; cada vez con mayor frecuencia se emiten pronunciamientos de Parlamentos y científicos del mundo condenando ambas terapias. La Academia de Ciencias de Cuba condenó la homeopatía en el siglo XIX. Los productos homeopáticos contienen alcohol y se administran a los niños. Saque usted sus propias conclusiones...
ss
3/6/15 17:20
No debe haber dicotomía, pueden complementarse según la experiencia y las posibilidades de cada quién. Lo que pasa es que a mí constantemente siempre me queda el sabor de que se promueve el uso de uno por la carencia de la otra, porque, señores, hay que ver lo que se pasa en ocasiones ante una emergencia por la falta de determinado medicamento a mano. Para mayor mal hay una corriente de pensamiento entre los directivos de Biocubafarma, que son los que principalmente nos abastecen, que afirma que los cubanos nos "sobremedicamos".
Carlos Rodríguez
3/6/15 10:37
El término medicina natural y tradicional abarca muchas propuestas terapéuticas diferentes. El problema es que se pretende incluir entre ellas algunas que, como la homeopatía y la terapia floral, no forman parte de ninguna tradición secular, están completamente desacreditadas por su carácter anticientífico, y su ineficacia está ampliamente demostrada. Hay otras que se basan en tradiciones y que pueden o no ser efectivas. De lo que se trata es de someter todas las propuestas terapéuticas, naturales, tradicionales o basadas en la ciencia moderna, a estudios científicos que prueben su eficacia e inocuidad. Cada cual es libre de tomar lo que quiera, pero sería muy irresponsable que las instituciones del Estado cubano que brindan servicios de salud avalen prácticas tan contrarias a la ciencia, ineficaces y desprestigiadas como las que mencioné. nuestro pueblo confía en sus sistema de Salud Pública, en sus médicos, por lo que ellos deben abstenerse de recomendar esos tratamientos a sus pacientes.
Vater
3/6/15 7:59
La extensión de varias modalidades de terapias alternativas en los últimos años, ha generado un debate entre practicantes y adeherentes a estas prácticas y miembros de la comunidad científica cubana. El problema tiene varias aristas. En primer lugar, nadie cuestiona los aspectos relacionados con las investigaciones en busca de principios activos potencialmente útiles en nuestra flora y fauna, siempre que se hagan con todo el rigor requerido. El consumo de decocciones y preparados artesanales a partir de plantas tiene raíces en nuestra cultura popular, son en general poco nocivos y pueden ser aceptados como alternativa, sobre todo en situaciones de emergencia y escases de otros productos. Entre las modalidades de medicina alternativa aprobadas por el MINSAP nadie discute el posible benificio de terapias blandas como la heliotalasoterapia (sol y playa) o los ejercicios suaves del Tai chi y similares. Sin embargo, se amparan bajo este manto regulatorio otras prácticas que si disparan alarmas, por dos razones fundamentales. Lo que se cuestiona de tales prácticas no es que la homeopatía se base en hipótesis no demostradas y que contradicen prioncipios muy fundamentales de la química, no es que la terapia floral haya sido "revelada" por Dios a su inventor, el Dr. E. Bach. Tampoco es que la acupuntura y otras medicinas orientales se basen en filosofías antiguas que no encuentran traducción en el marco conceptual de la ciencia moderna. No. El primer y fundamental problema de esas y otras prácticas es que NO existe evidencia científica de su efectividad, más allá de la anécdota (a mi me funciona) y del efecto placebo (que es real y cuyas bases neurobiológicas se comprenden hoy muy bien). TODOS los ensayos clínicos bien diseñados para evaluar la eficacia de la homeopatía, la terapia floral y la acupuntura han fracasado y se pueden consultar en Internet en bases de revisión médica como la colección Cochrane. Ese es un problema muy serio pues significa que estaríamos gastando recursos y perdiendo tiempo en investigar y utilizar terapias cuya efectividad no supera el efecto placebo. El otro problema es ideológico, pues cuando abro la puerta a estas terapias místicas y pseudocientíficas estoy quebrantando todo el fundamento científico de la comunidad médica y de la sociedad cubana, aquella que Fidel soñó ver convertida en una sociedad de hombres y mujeres de ciencia y pensamiento.
Ernesto
2/6/15 16:37
Creo que lo principal ante un evento doloroso es tener a mano algo que tomar, tanto la dipirona como el cocimiento son válidos, la tableta tiene activos principios químicos que a la larga impactan en otras zonas del organismo.
La medicina natural (cocimiento) tiene menos efectos adversos, pero cuán efectiva es? en qué dosis?
La medicina tradicional (acupuntura) es a mi entender la mejor debido a que apunta hacia los centros nerviosos del organismo sin que esto signifique ni tomar químicos (dipirona) ni cocimientos.
Anolia
2/6/15 16:10
Creo que no es imprescindible la paradoja. Sería un poco más feliz si fuera conocimiento o pastilla? Porque no todos los cocimientos alivian el dolor ni todas las pastillas. Hay cocimientos de plantas específicas, en dosis y modos de preparación específicos, como también hay pastillas específicas, de sustancias específicas con dosis según el tipo de dolor. Entonces la paradoja no es entre cocimiento y pastilla. La paradoja es entre el uso correcto de aquellas medicinas avaldas por la evidencia científica. El uso de plantas naturales está avalado por evidencias científicas, incluso por estudios de ADN, al igual que el uso de la dipirona. Existe, entonces, una medicina natural y tradicional basada en la evidencia. Ojo, incluso lo natural y lo tradicional pueden ser negativos, como los medicamentos por síntesis química, si no se emplean en las dosis y del modo adecuado. Pero el verdadero debate no es por el empleo de las plantas. El verdadero debate está en la inclusión dentro de la resolución del minsap de la homeopatía y la terapia floral, que no tienen confirmación científica de sus efectos más allá del efecto placebo. Ninguna de las dos tiene nada que ver con el uso tradicional que las abuelas y -valga la redundancia- la tradición hicieron de las plantas.
Equipo Cubahora
3/6/15 11:53
Gracias, Anolia, por la sugerencia para el nombre del foro. Muy válida. Ahora no modificamos el nombre para mantener la compatibilidad con su URL y puedan las personas acceder sin problemas. Pero siempre será útil comentarios como estos. Saludos.
Delia
3/6/15 11:58
A ver Vater y Ernesto. Por sus argumentos, parecen muy conocedores del tema. pero entonces. Pueden decirme quién responde por las ventas en la farmacia de gotas ALIVIO (homeopáticas) producidas por el Instituto Finlay? ¿Qué acredita la resolución del MINSAP? Si tenemos en cuenta la tímida y desarcetada respuesta a la falta de medicamentos de nuestro ministro de salud en la última reunión del Consejo de Ministros, leyendo lo de J. Rebelde sobre el tema, tendré que pensar que esto se ha hecho para paliar la falta de medicamentos por que faltan sí, componentes de otros países, etc, pero FALTA sobre todo ORGANIZACIÓN, PLANIFICACIÓN y DEMÁS falta, la verdad. ¿Saben ustedes acaso esa respuesta científica a un problema científico, ideológico, pero sobre todo humano?
Pituco
1/6/15 16:23
Depende del Lugar del Dolor.
Laura
1/6/15 11:48
Creo que la medicina es una sola y está basada en el desarrollo del conocimiento humano. De dónde dalió la aspirina sino del árbol Sauce blanco. De dónde salía la banapectina que me daba mi abuela sino del plátano. La acupuntura es milenaria y me parece tan válida como operar hoy por procedimientos de microcirugia. A mí lo que me parece que la medicina natural va más hacia el paciente y no hacia la enfermedad y si algo está de acuerdo todo el mundo es que la mejor medicina es la prevención, vida sana, nutrición balanceada,e tc. Celebro que no haya más medicina "alternativa", sino que para curar al ser humano los métodos probados y cada vez menos invasivos sean puestos en función de la calidad de vida de la gente.
Equipo de Cubahora
1/6/15 9:38
Recientemente la medicina natural y tradicional fue acogida como especialidad médica en Cuba por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), por lo cual los invitamos a comentar y debatir sobre este interesante tema ¿Qué opina usted de la medicina natural o terapias tradicionales? ¿A menudo te auxilias de la medicina natural para aliviar algún dolor? ¿Qué plantas medicinales son las más significativas para usted?
Manuel RR
3/6/15 9:21
La medicina verde siempre a existido, se ha utilizado desde tiempos remotos y esta a servido de alivio a muchos dolores o a contribuído a la desaparición de enfermedades. En Cuba su práctica es común y se ha retomado está idiosincracia como una especialidad médica. Las farmacias de medicina verde son muy visitadas por los cubanos y los remedios caseros son cada vez más utilizados. No es una santería o religión, es que realmente contribuyen a la salud .
Considero que son muchas las plantas que tienen propiedades terapeuticas, pero las más comunes son: el tilo, el orégano, eucalipto, la maravilla, marilope, caña santa, albahaca etc.
Los dolores en ocasiones son producto de estrés y problemas psicológicos. La Dipirona para el Cubano es como una taza de café, somos adictos a ella, como lo era la aspirina en otros tiempos, y sin embargo hoy su uso no es el mismo.
Practiquemos la medicina verde y ahorremos más los productos con los que el país tiene que invertir fuertes sumas de dinero y en ocasiones la malgastamos.
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