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sábado, 7 de diciembre de 2024

¿Una buena señal del judo?

Dos medallas de bronce en el mundial juvenil...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 25/10/2017
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Melissa Hurtado-mundial juvenil
Melissa Hurtado ganó una de las dos medallas cubanas.

Ha sido alentadora, en sentido general, la faena más reciente de nuestro judo. Luego de algún que otro desempeño pálido desde el año 2015, reflejado antes aquí en Cubahora, se reciben muy bien esas dos medallas de bronce ganadas en el mundial juvenil.

La justa se desarrolló entre el 19 y el 21 de octubre, en la ciudad croata de Zagreb, donde se reunieron 590 competidores de 83 países, y salta a la vista que se encuentra en juego el futuro no tan lejano.

No debe resultar extraño que las dos preseas conquistadas por nuestro país hayan sido en el sector femenino, el de mejores resultados históricos entre nosotros, gracias a las de bronce logradas por Melissa Hurtado (división de los 48 kilogramos) y Eliannis Aguilar (más de 78).

Esos desempeños dejaron a Cuba instalada en el puesto 17 de la tabla de medallas (0-0-2), la cual, como tampoco es extraño, volvió a encabezar Japón (8-2-4), país considerado como el padre del judo.

La primera alegría de nuestra delegación llegó incluso en la jornada de apertura, el jueves, la cual cristalizó en el momento en que Hurtado doblegó a la rusa Daria Pickaleva, incluso por Ippon (el llamado nocao del judo), en su quinta salida a los tatamis.

Había archivado un poco antes tres éxitos y un revés.

Las sonrisas ocurrieron ante la argentina Agustina Lahiton, la brasileña Larisa Pimienta y la española Celia Hidalgo.

No pudo después también contra una española, Laura Martínez, y ello le dejó como mejor posibilidad buscar el metal bronceado.

Y entonces, como ya escribimos, pudo imponerse a la rusa.

LA OTRA MEDALLA

Luego de la presea ganada por Hurtado, el jueves, hubo que esperar hasta el sábado, jornada del adiós, para volver a tener la alegría de subir al podio.

Aguilar llegó a discutir el bronce contra la kazaja Kamila Berliakash, y, como hizo Hurtado, también logró el triunfo por la vía demoledora del Ippón.

Había logrado cuatro victorias, y la encargada de cortarle el camino fue precisamente una japonesa, Hikaru Komada, sí, venida del país considerado el padre del judo, quien a la larga terminó como subcampeona.

Aguilar había doblegado a la taipeyana Ling Fang Chang, la rusa Anna Gushchina y la alemana Ina Bavernfeind.

El ansiado y difícil camino de al menos avanzar un poco le fue negado a los otros tres cubanos, quienes incluso perdieron en sus primeras salidas: Nairelis Fuentes (70), Yasel Baeza (81) y Yoandy Travieso (90).

¿Cómo fueron esos desenlaces? Fuentes perdió contra la japonesa Remi Ao Yagi, Baeza con el georgiano Luka Maiseradze y Travieso ante el alemán Eduard Trippel.

Ah… ¿y el resto de la tabla de medallas después de Japón (repetimos, con 8-2-4)? Quedó así: 2.-Azerbaiyán (2-1-1), 3.-Rusia (1-2-2), 4.-Alemania (1-1-2), 5.-Holanda (1-1-0), 6.-Bélgica (1-0-3), 7.-Georgia (1-0-2) y 8.-Brasil (1-0-1).

APUNTES FINALES

Se impone, una vez bajado el telón, viajar a los archivos en busca de elementos más o menos recientes…

Si prestamos atención podremos escuchar todavía los ecos de otro campeonato mundial de judo (este en la categoría de adultos), celebrado en Budapest, la capital de Hungría, del 28 de agosto al 3 de septiembre.

Allí, nuestro país, por diversos motivos publicados, presentó una escuadra de menos fuerza a la de ocasiones anteriores.

Y se ganó una sola medalla: el bronce de Kaliema Antomarchi (78), con la cual se igualó el no buen desempeño del mundial anterior, en Astaná 2015, donde Idalis Ortiz (más de 78) también se ubicó en tercer lugar.

Así han sido los dos mundiales anteriores entre adultos.

¿Y, entre ellos dos, qué pasó en los Juegos Olímpicos de Río 2016? Solo Ortiz, plata, llegó a subir al podio.

Lo visto en Zagreb, repetimos que en sentido general, puede ser una señal alentadora (después de esos patinazos). Hace falta ahora consolidar esa señal. Que no quede, cuando vengan otras competencias, incluso más exigentes, como algo aislado.


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Rafael Norberto Pérez Valdés


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