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viernes, 11 de octubre de 2024

Sergio y Nivaldo sobre arena firme

Los voleibolistas cubanos acumulan dos victorias ante binomios encumbrados a escala universal...

Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne en Exclusivo 09/08/2016
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El sinuoso clima reta  menos que en otras temporadas a los habitantes y visitantes de Río de Janeiro, urbe brasileña que celebra los XXXI Juegos de la Era Moderna. Y además de la favorable situación climatológica también satisface a los aficionados del voleibol de playa que viajaron a esa urbe, las exposiciones originadas por las 24 duplas (doce de cada sector) participantes en la justa que comenzó el pasado sábado en la afamada playa carioca de Copacabana.

El binomio de caballeros de la mayor isla de la Antillas que conforman Nivaldo Díaz y Sergio González figura entre los más connotados del certamen porque, no obstante la escasa preparación internacional antes de llegar a la Ciudad Maravillosa, ha demostrado saber cómo escalar elevadas pendientes, zambullirse en el curso de embravecidas aguas; y desbrozar las espesas vegetaciones.

El quehacer de ellos en las dos primeras comparecencias al rectángulo de arena superaron en tie break a los dúos de Brasil: Alison Ceruti/Emanuel Rego y de Letonia: Martins Planis/Janis Smedins. El marcador del  los encuentro frente a los del Viejo Continente fue de 23X21,19X21, 15X9 puntos.

Es cierto, ya el quehacer de los dos morenos dejó de constituir un acertijo para los escépticos analistas, pues en la segunda jornada superaron a contrincantes que, al igual que los auriverdes, pertenecen a los primeros del rango olímpico y mundial. Los brasileños conquistaron la medalla de plata y los letones el tercer peldaño en Londres, 2012, escenario de los versión XXX de la magna fiesta deportiva que germinó en 1896 en la Antigua Grecia.

No obstante la insistencia de los empinados rivales en quitarle la iniciativa enloso cotejos y sembrar el desconcierto mediante jugadas bien estructuradas, los mozalbetes han evidenciado control emocional en pasajes importantes de los intercambios.

Ante los letones la prueba fue contundente desde los primero arpegios de la disputa, porque los gigantones europeos exhibieron el desplazamiento de jugadores con menor talla. Y esa cualidad les permitió acceder a mayor cantidad de esféricos peligrosos.

Sin embargo, Díaz y González mantuvieron en buen grado el  guión diseñado de antemano y fueron bastante consistentes en el bloqueo, ofrecieron mesura para concebir el tipo de ofensiva; y hacia dónde debía encaminarse la redonda en ese instante.

El cubano vincula muchos hechos de la cotidianidad con el béisbol, el pasatiempo nacional. Un colega del barrio con siete décadas de existencia, que peina canas desde hace bastante tiempo y con poco conocimiento sobre el voli playero, juzgó así la conducta de nuestros paisanos: “A esos fiñes es difícil cantarle el tercer strike, porque siempre están dispuestos a batear la que venga por/o cerca de la zona buena”

Todavía a la historia le quedan capítulos en la instalación de la playa donde el visitante imita al de casa y,  durante su estancia, se entrega a la ejercitación física. El venidero jueves la otra pugna de la ronda preliminar para nuestros coterráneos será frente a los canadienses. Deben tener cuidado, pues quizás los norteamericanos tengan las pretensiones de su similar de sala. Esa formación batió a la de Estado Unidos en la apertura del clásico; y destruyó todas las predicciones formuladas antes de empezar el ajetreo en la mítica instalación de la ex capital de Brasil.

El antitóxico para evitar desagradables sorpresas es recordar que en el ambiente olímpico es inaplazable amanecer con una ilusión; saber el significado de un atardecer; y ejecutar una buena técnica para adjudicarse triunfos.


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Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne


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