viernes, 29 de marzo de 2024

Santiago sigue siendo el rey

Las Avispas picaron con todo en el play off final a los Leopardos de Villa Clara...

Norland Rosendo González en Exclusivo 05/06/2017
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Santiago Campeón
En el primer desafío los santiagueros le propinaron un contundente nocaut a los retadores de Ariel Pestano.

Sin perder un juego en la postemporada, el equipo de Santiago de Cuba se coronó campeón de la IV Serie Nacional de Béisbol sub-23 y se convirtió en el primer elenco que se impone par de veces en este torneo.

Las Avispas picaron con todo en el play off final a los Leopardos de Villa Clara, cuyos lanzadores lucieron indefensos ante una batería que fue implacable todo el tiempo y recordó aquellos tiempos en que las selecciones de esa provincia oriental eran conocidas como la Aplanadora, por la forma en que arrollaban en los campeonatos élites de la pelota cubana.

En el primer desafío los santiagueros le propinaron un contundente nocaut a los retadores de Ariel Pestano y estuvieron a una carrera del un supernocaut. Al día siguiente, volvieron a ensañarse contra los lanzadores del centro, quienes habían desembarcado en la Ciudad Heroína con uno de los mejores promedios de carreras limpias del certamen, con el cual dejaron en una sola anotación a los Cocodrilos de Matanzas en el cruce semifinal.

Pero, esos números no les bastaron para frenar a una tanda que exhibió mucha musculatura al ataque durante toda la Serie, y en la que no se extrañó ahora la ausencia del prometedor joven Oscar Luis Colás, fichado en el béisbol profesional japonés.

De suplirlo se encargaron los nueve hombres regulares, al extremo de que todos conectaron hits en los dos juegos, aunque hubo actuaciones sobresalientes como la de Sergio Barthelemy en el duelo inaugural, quien disparó un vuelacercas con las bases llenas que inclinó la balanza ese día definitivamente a favor de su equipo, y en la jornada del adiós el slugger Lionard Kindelán, el hijo de Orestes, mandó dos pelotas a pasear y extendió a 13 su récord de jonrones en este tipo de justas y a 54 la cantidad de carreras remolcadas, otra plusmarca que parece difícil de quebrar.

Pero, no solo fueron ellos. El resto de los bateadores hicieron su aporte para que la afición santiaguera, que demostró cuánto gusta la pelota en esa urbe y acompañó a su equipo con concurrencias no vistas antes en el certamen, disfrutara al compás de la conga y de los constantes embates ofensivos de los alumnos de Eriberto Rosales, quien repite como manager la corona de 2016.

Desde el box, Carlos Font trabajó cómodo en el primer desafío y en el siguiente Digney Arévalo repitió su comportamiento inestable de la semifinal: muy bien cuatro innings y en el quinto ni un out pudo sacar. Tampoco se presentó bien el primer relevo Jorge Carlos Barbosa, pero sí Florencio Maletá, a la postre ganador del partido.

Las mayores oportunidades de los Leopardos eran en el juego del sábado, cuando tuvieron en el box a su mejor lanzador disponible, Javier Mirabal, pero este no pudo tampoco ponerle freno a una Aplanadora que supo hacer los ajustes pertinentes para batear sus envíos en la esquina de afuera.

Después que explotó Mirabal, los anfitriones fueron contenidos parcialmente por el relevista José David Ruiz, hasta que en el séptimo aprovecharon el descontrol de los siguientes convocados del bullpen y la mala defensa de los anaranjados, lo cual combinaron con sus conexiones sólidas para desmarcarse, luego de un empate sensacional a cinco carreras. En definitiva, el duelo concluyó 12-7 y con ese resultado terminó el certamen, bajo un sol inclemente.

Ganó el equipo que mejor jugó durante todo el torneo, el único que nunca vio comprometido su pase a la semifinal, el que aseguró ser anfitrión de todos los play off en los que estuviese, el que encontró fórmulas para suplir las ausencias de los llamados a la preselección nacional, “bajas” que en otros conjuntos sí fueron determinantes en los últimos desenlaces de la ronda clasificatoria.

Su retador fue un Villa Clara que nunca antes había pasado de la fase de semifinal, aunque en las ediciones de 2015 y 2016 se colgó la presea de bronce. A ellos sí les hizo mucha falta su lanzador estelar, Yosver Zulueta, el rey de los ponches, y su bateador más consistente, Norel González.

Pero los muchachos de Ariel Pestano exhibieron buenas condiciones, pese a que eran uno de los elencos más jóvenes de todos los presentados. También hay entre ellos talento que pronto encontrará espacio en la formación grande de los azucareros.

Concluye un torneo que ha demostrado que es un eslabón imprescindible para el desarrollo del béisbol cubano. Esta categoría es antesala del campeonato más importante del país, y no pocos de estos muchachos vestirán a partir del seis de agosto las franelas de los equipos de sus respectivas provincias. Todo cuanto se haga para que cada temporada sea mejor, merece aplausos.

ESTADO FINAL DE LOS EQUIPOS

1-Santiago de Cuba

2-Villa Clara

3-Matanzas

4-Holguín

5-Cienfuegos

6-Sancti Spíritus

7-Granma

8-Camagüey

9-Pinar del Río

10-Ciego de Ávila

11-Artemisa

12-Las Tunas

13-La Habana

14-La Isla de la Juventud

15-Mayabeque

16-Guantánamo


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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