El equipo Cuba que participará en el venidero Clásico Mundial de béisbol fue dado a conocer este 7 de febrero. Con una nómina de 28 peloteros, el conjunto cuenta con la base del que asistió a la Serie del Caribe de Culiacán.
El reto es difícil, tal vez sea este el torneo con menos posibilidades de obtener buenos resultados. Una somera ojeada al listado permite constatar que a las pasadas ediciones se fue con mejores jugadores. La cuestión radica en que después de observar el juego de Granma en el concluido certamen caribeño, las expectativas cambiaron.
REMEMBRANZAS
Los pronósticos antes de ir a México no eran los más halagüeños, incluso ahora tampoco deparan grandes cosas. Pero la cara mostrada por los Alazanes en tierras aztecas sembró la esperanza de nuevo en la pelota cubana.
La afición disfrutó de un juego bonito, con buen pitcheo y “garra deportiva” en todo momento. La confianza con la que jugaron los criollos hizo rememorar al equipo que asistió al primer Clásico, el cual enfrentó, por primera vez, a lo mejor de este deporte en el orbe. El mismo que nadie daba entre los favoritos y terminó agenciándose la medalla de plata.
Con la mirada puesta en suelo asiático, los antillanos van con un fuerte aliciente para la competencia que iniciará a principios de marzo.
Un buen cuerpo de abridores, con Lázaro Blanco como líder de staff, secundado por lanzadores de la talla de Vladimir García, Freddy Asiel Álvarez y los veteranos Yosvany Torres y Vladimir Baños, le brinda garantía a los cerradores Liván Moinelo, Miguel Lahera y José Ángel García.
Asimismo, la ofensiva, tal vez el “punto flaco” del equipo, parece reforzada respecto a Culiacán. A los nombres de Alfredo Despaigne, Alexander Ayala y William Saavedra se suman los de Yurisbel Gracial, Jefferson Delgado y una figura de probada calidad como Frederich Cepeda. Algo, sin dudas, para tener fe en los nuestros.
UN GRAN IMPACTO
Los efectos de la actuación brindada en la Serie del Caribe trascienden el plano espiritual. Ese que desbordó pasiones y vivió, jugada a jugada, lo hecho por los de la Isla.
El gran impacto se concretó en la oficialización del “team” Cuba en la Confederación de Béisbol del Caribe. En la cita del 2018, prevista para celebrarse en Venezuela, los caribeños asistirán como miembros plenos de la organización. Un paso de avance en la futura evolución y mejoría del pasatiempo nacional.
SOLO RESTA ESPERAR
En resumen, todo está dicho. El equipo parte en próximos días rumbo a la concertación de duelos preparatorios frente a elencos asiáticos. La realidad parece otra y el positivismo irradia la mente de los jugadores y de la fanaticada. Lo que resta es confiar y creer que puede haber sorpresas.
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