Lastimosamente, la historia se repitió para el país que priorizó en su fútbol el juego de equipo en detrimento de lo que ama su afición: la samba y las individualidades sobre la cancha. Con Dunga conduciendo los destinos, Brasil volvió a irse sin medallas de un torneo de fútbol. Y eso duele. Les duele a quienes aman el "jogo bonito". Entonces, al seleccionador le debe quedar muy poco en el banquillo, ya que este fracaso estrepitoso se une al que acuñó en terreno propio durante la pasada Copa del Mundo 2014.
La selección brasileña cayó este sábado en la Copa América igual que en Argentina 2011: en los cuartos de final, en la tanda de penaltis y por el mismo rival, Paraguay, por 4-3, tras finalizar el tiempo reglamentario con empate 1-1.
En su convocatoria, Dunga solo le dio libertad para "pedalear" y mostrar sus bellas gambetas a Neymar, el crack del Barcelona español, quien fue expulsado de la Copa en el juego contra Colombia. En tanto, el veterano Robinho y jóvenes de talento como Willian, Coutinho o Firmino, no pudieron o no quisieron mostrar esa magia que siempre han exhibido los brasileños.
No obstante, en el duelo de marras disputado en el estadio Ester Roa, de Concepción, un disparo de Coutinho en el mismo primer minuto obligó a una buena estirada del cancerbero Justo Villar, quien envió la pelota al córner. La "canarinha" venía dispuesta a todo. Y fue precisamente Robinho, ese jugador que apenas suena en el ámbito nacional, quien en el minuto 14 puso delante a los suyos al definir por el centro del área chica, luego que iniciara la jugada en mediocampo y recibiera la esférica del lateral derecho Dani Alves.
Pero los guaraníes no se amilanaron y tomaron las medidas pertinentes para que su defensa rocosa, de la cual se vanaglorian eternamente, no mostrara más desatenciones. Ellos tuvieron escasas opciones a la ofensiva: un tiro desviado de Roque Santa Cruz (33') y otro débil de Nelson Haedo Valdéz (45'). Nada más. Brasil ganaba 1-0 y así se fueron al descanso.
En el complementario, los albirrojos adelantaron líneas en búsqueda de la paridad. Y ahí mismo, el equipo de Dunga tomó la decisión de replegarse y esperar la ocasión para un contragolpe letal. Nada de gambetas ni toca-toca. El objetivo era neutralizar el ataque de Paraguay, que tuvo el empate primero con Derlis González (51'), quien exigió al portero Jefferson y luego Haedo Valdéz (55') que por poco la anida de cabeza.
Brasil no respondía. Quien más se veía sobre la grama era Coutinho. Pero no sabía, o no podía, conectarse ni con Firmino ni con Robinho.
Los minutos pasaban y el cuadro guaraní mantuvo su ataque. Pero jamás hubieran pensado que llegaría con un penal, cuando en el minuto 69, el experimentado defensa central Thiago Silva le metió la mano innecesariamente a un centro y el árbitro uruguayo Andrés Cunha pitó la penalidad. Derlis González lo cobró eficientemente y puso el 1-1.
Y como el pizarrón no cambiaría, el partido se definió por la lotería de los penales, al igual que en la pasada Copa América Argentina 2011, donde los albirrojos se impusieron en el estadio Único de La Plata.
Desde los doce pasos anotaron por los guaraníes Osvaldo Martínez, Víctor Cáceres, Raúl Bobadilla y Derlis González, fallando Roque Santa Cruz. Por los verdeamarelhos marcaron Fernandinho, Miranda y Felipe Coutinho, errando Everton Ribeiro y Douglas Costa.
Así, Paraguay se enfrentará en semifinales a Argentina, el próximo martes, en el mismo estadio Ester Roa, de Concepción. Un día antes se conocerá el primer equipo finalista, que saldrá del duelo Chile-Perú.
Paraguay eliminó otra vez a Brasil en penales
La selección guaraní venció 4-3 en penales, tras el empate 1-1 acuñado en tiempo reglamentario...
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