Manos en la obra

Sorprendió el estreno en este ciclo de las integrantes de la preselección nacional de baloncesto, clasificación femenina. Luego de una escasa preparación, tras la celebración de Torneo Nacional de Ascenso, viajaron a Argentina para integrar la nómina de varios elencos de la liga de esa nación.

Por supuesto, los observadores interpretan el suceso de varias maneras. La mayoría considera que esa decisión beneficiará mucho a la disciplina en la nación, pues esas jugadoras, experimentadas y noveles, poseen el talento necesario para conformar un buen colectivo en este ciclo que finalizará en el verano de 2020 en Tokio, Japón, con los XXXII Juegos de la Era Moderna.

Mientras una parte de sus alumnas confirman su maestría en territorio albiceleste, el técnico Eduardo Moya, asistente de Alberto Zabala (fiscaliza el desempeño de las cubanas en territorio sudamericano) instruye a un grupo de cinco jovencitas en el Centro de Entrenamiento Cerro Pelado.

El moreno con varios años de ajetreo en el nivel de alto rendimiento fue uno de los estrategas de Cuba, y del orbe, que despidió discretamente el pasado cuatrienio, pues el elenco no calificó para el jolgorio deportivo de la Ciudad Maravillosa.

Sin embargo, mira con optimismo el futuro: “Las 13 muchachas pertenecen a diferentes clubes de la primera división de la liga argentina. En un correo enviado por Zabala supe algunos detalles sobre el desempeño. Él mostró entusiasmo acerca de lo provechoso de la estancia, porque ellas juegan cuatro partidos semanales; y esa situación les exige aumentar sus capacidades, pues existe calidad, y paridad en las franquicias.

“Anisley Galindo, Leydis Oquendo, Arlenis Romero y Yunieski Bouli, junto a las menos expertas Anay García, Dayris Tornel destacan en el ataque. En la lucha por los rebotes y tapones están Anay y Leanyi Bécquer. El quehacer de esas jovencitas ofrece un mayor aval al equipo nacional para los compromisos que se avecinan, porque aún no contamos con jugadoras que sobrepasen los 1.95 metros. Contar con varias capaces de manifestarse bien en ese sector del juego propiciará efectuar cambios en los cotejos y mantener el nivel.

”Además de entrenar y jugar, en Argentina se acostumbrarán, en buena medida, a trabajar eficientemente en las situaciones de una contra una, así como a impedir que las adversarias logren fácilmente una buena selección del espacio para tirar desde la media y larga distancia. En síntesis, elevarán la concentración para efectuar las defensas, porque allí cada elenco tiene su estilo de juego pero ninguno se aleja de los criterios más contemporáneos”, precisó Moya.

Y además puntualizó: “Ese ejercicio nos posibilitará llegar en mejor forma a los enfrentamientos con los rivales del área, porque estaremos en condiciones de frenar su intensidad y profundidad en los contraataques. Y también nos servirá para definir ante los conjuntos europeos. Aquellos poseen jugadoras de gran talla y basan su ofensiva en los lances desde la media y larga distancia. Pocos dudan en otorgarle el título de verdugos en esa acción”.

LA TEMPORADA 2016

Al igual que las formaciones de otras naciones, la cubana intervendrá en lides previas al campeonato mundial, previsto para celebrarse en 2018 en una ciudad aún por definir. Del 4 al 8 de julio de 2017 disputarán el Centrobasket en un escenario también pendiente de confirmación. Especulan que será Puerto Rico, la Isla del Encanto. Ese debate otorgará tres visas para el Premundial Copa de las América, lid señalada del 17 al 24 de septiembre para un indefinido plató.

Ese debate continental será difícil para la representación de la nación que ofrecerá nuevos rostros en algunas posiciones. Moya opinó: “Será renovada el cincuenta por ciento de la anterior nómina. Sí, corremos riesgo con esa estrategia. No obstante discutiremos la medalla de oro, como sucedió en otras ediciones. Las victorias serán por marcadores menos holgados. Nos costará más esfuerzo finalizar invictos y, así, elevar a más de 52 victorias consecutivas el record de la competencia que está en nuestro poder.

”Varias jugadoras del pasado equipo asistirán a las dos competencias. Ellas tendrán la función de turbinas, pues aprendieron de las derrotas sufridas en 2015 y 2016 frente a Canadá. Y conocen la presión competitiva que surge en los desafíos ante Argentina, Brasil y Puerto Rico, aunque la nómina de esos rivales también haya sufrido renovación.

”Nosotros, los técnicos, también adquirimos experiencias. Una de ellas se refiere a la eficacia en el rebote. En los Juegos Deportivos Panamericanos de Toronto 2015 logramos más de un 50 %; unas semanas más tarde, en el preolímpico Copa de las Américas de Edmonton, descendimos a 49 %. Y logramos un 40 % en la justa antesala del torneo de Río de Janeiro. Carecíamos de una autopista segura para recortar las pizarras adversas”.
En la despedida, Moya traslado optimismo: “Pasamos una pesadilla en el final del pasado ciclo. Perdimos las oportunidades para regresar a los Juegos Olímpicos. Pero, mantendremos la continuidad en el escenario mundialista. No lo dudes”.