sábado, 27 de julio de 2024

Brasil 2014: Locos

Loco resultó el primer tiempo de este choque. Australia jugaba como Holanda, y Holanda jugaba como Australia...

Jhonah Díaz González en Exclusivo 18/06/2014
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Holanda y Australia
Holanda finalmente venció a Australia.

El fútbol es así. Aguanta cientos de sistemas, miles de resultados, millones de hinchas opinando, disertando, por eso es tan maravilloso. Cuando el balón rueda por el pasto, cabe lo mismo las atajadas descomunales de un portero que anda como vagabundo sin rumbo en el mercado de fichajes (“Memo”), que el error también descomunal de un arquero (ruso, me vale poco su nombre ahora mismo, cuesta hasta escribirlo) que tiene segura su presencia regular en un club la próxima temporada. El fútbol, digámoslo, es un deporte raro, un poco excéntrico, donde sirve lo mismo una goleada  a los actuales monarcas 5 por 1 a que te someta un equipo menos lúcido, de inferior caché y linaje.

Y es que loco resultó el primer tiempo de este choque. Australia jugaba como Holanda, y Holanda jugaba como Australia. Los tulipanes olvidados de su excelsa muestra de poderío ante España; y los canguros pasaron por alto el debut de su oponente. Y dominaban, y  llegaban más luego de que Arjen Robben, vestido de dictador, hacía de las suyas y de zurda marcaba su tercera diana para emular con su compañero de club, Thomas Muller. Pero ni hubo tiempo para la calma, apenas segundos, un saque, un pase largo y un disparo de primera para que la brazuca entorpeciera las ideas europeas. Y que me perdone  Timothy Filiga Cahill pero, ¿serás loco o te hace daño Brasil? Pedazo de gol, pedazo de gol… perfecto. Ya tenemos competencia: Tim vs Van Persie. Marque con una cruz.

Todos andaban equivocados. Se suponía que al término de la fracción inicial otro fuera el dueño de la grama, otro, no Australia. Nunca empate. Jamás el pequeño como guionista, sugiriendo las reglas del juego. El único “prudente” resultó  el imparcial que “pintó” de amarillo a Tim, y casi sentenció de por vida su participación  mundialista, porque se perdería el próximo desafío por acumulación de cartulinas, y a sus 34 años parece imposible llegar a Rusia en el 2018, a menos que le toquen sus clases de polska, tras aprender a bailar samba. Cumplidos los 45 tuvimos sensaciones gratas, instantes agradables y roles trastocados.

El complementario debía empezar con los oceánicos de muro, tirados atrás. La presión antes había sido demasiado intensa. Sin embargo, llegó una mano en el área de un holandés, luego de un centro,  y el árbitro decretó el penal. Soy sincero, pensé que el cobro era para el amigo Tim, y no fue así. Mile Jedinak, del Cristal Palace, endosó la pena máxima.

Pero  si antes los australianos llegaron de remolque, ahora la “Naranja Mecánica” no quería ser menos, y rápidamente Van Persie, le tocaba por transición, ya Robben había anotado, dijo yo también tengo tres. Juego de locos. Mundial de locos. Los brasileños que se cansaban de protestar antes del evento, lanzaron fuegos artificiales con el empate ante México.

El momento fue propicio para que los del Viejo Continente comenzaran a poner el ritmo sobre todo al caer el tercero a la cuenta de Memphis Depay. Y con la pizarra 3_ 2, nadie dimitía, ambos luchaban en el medio de la cancha, corrían.

 Dicen que no hay derrotas dignas, pues retracto la idea. Meditabundos salieron los canguros, pero con un sabor de boca que ni la nueva pasta Dentex. Le costó a Holanda; igual, tienen  zapato y medio en los octavos de final, son líderes del grupo B y solamente la matemática, tan exacta como siempre, no los tiene ya seguros en esa instancia.

Algunos creen que el fútbol es para cuerdos y no es así.  Para despejar dudas, pregúntele a Maradona. Tal vez le diga que siempre tuvo la cancha en su mente, y también es verdad. Al final, cuando todos se saludaban, encontré la respuesta de la intransigencia australiana: vestían de verde y amarillo, le habían prestado un módulo, parecían Brasil, los pentacampeones universales, aunque cualquier pasado sea mejor de lo que ayer presentaron. Australia perdió sus dos primeras apariciones, pero nos ha regalado  atractivos pasajes de este deporte loco y para locos llamado fútbol. Grata revelación.

Ficha del partido

2. Australia: Ryan; McGowan, Wilkinson, Spiranovic, Davidson; Leckie, Jedinak, McKay, Oar (Taggart, 77’); Bresciano (Bozanic, 51’) y Cahill (Halloran, 69’)

3. Holanda: Cillessen; De Vrij, Vlaar, Martins Indi (Memphis, 45’+1’); Janmaat, De Guzmán (Wijnaldum, 78’), De Jong, Blind; Sneijder; Van Persie (Lens, 87’) y Robben

Goles: 0-1, Robben (20’); 1-1, Cahill (21’); 2-1, Jedinak, de penalti (54’); 2-2, Van Persie (58’); 2-3, Memphis (68’)

Árbitro: Djamel Haimoudi (Argelia). Amonestó a Cahill, Van Persie.

 

Estadio: Beira-Rio. 42.887 espectadores.


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Jhonah Díaz González

Amante ferviente de todos los deportes, sin distinción. Jugador asiduo de ellos, al menos creo eso. Periodista y comentarista deportivo, a ratos.


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