viernes, 19 de abril de 2024

Las dos alas vuelan alto

Cuba y Puerto Rico debutaron con victoria en el campeonato. Lázaro Blanco y Yurisbel Gracial fueron los protagonistas por los Alazanes de Granma en una jornada en la que se lesionó la estrella Alfredo Despaigne...

Norland Rosendo González en Exclusivo 04/02/2018
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El lanzador derecho Vladimir García (D) y el receptor Frank Camilo Morejón, ambos de Cuba, durante el segundo partido entre los Alazanes de Granma y los Criollos de Caguas, de Puerto Rico

Con triunfos de los Alazanes de Granma y los Criollos de Caguas, de Cuba y Puerto Rico, respectivamente, comenzó ayer en esta ciudad mexicana la 60ma. Serie del Caribe de Béisbol, un torneo que muchos llaman la pequeña Serie Mundial, pues reúne a los campeones de las cinco ligas más importantes del área.

La selección cubana se vio en apuros para concretar su éxito por 6-4 ante los Caribes de Anzoátegui, de Venezuela, cuando estos se rebelaron en el noveno capítulo y dejaron en base el empate y la ventaja y a más de uno de pie en las gradas del estadio Panamericano, una moderna instalación con césped sintético que sirve de sede a los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico.

Tras una apertura de calidad de Lázaro Blanco, quien en seis entradas lanzó cien envíos, exhibió buen comando en la zona baja y efectividad con su slider, para dejar en solo dos anotaciones a una tanda que se precia de su alta productividad ofensiva, el bullpen preservó la ventaja, pese a que Miguel Lahera explotó en el noveno y su sucesor, Raidel Martínez, embasó a un corredor por base por bolas y cometió un balk antes del ponche a Luis Jiménez, que había disparado un vuelacercas en el cuarto episodio.

Afortunadamente, no hubo un final infeliz, pues hubiese sido muy frustrante para los dirigidos por Carlos Martí desperdiciar la oportunidad de un éxito que aviva las esperanzas de mejorar el cuarto puesto de 2017.

No obstante, se confirmó una verdad que todo el mundo sabía antes del inicio del certamen, los principales relevistas: Lahera y Raidel, tendrán mucho trabajo por estos días, una razón por la que debieron incluirse más pitchers con experiencia en situaciones complejas de juego en la nómina de los Alazanes, el equipo que menos lanzadores trajo a este campeonato.

De los once serpentineros cubanos, solo los dos que relevaron ayer tienen más habilidades como apagafuegos, y ojalá que no lleguen agotados a los partidos cruciales, pues sería lamentable.

Si Blanco logró dominar a los Caribes, muy enfocado en las zonas vulnerables de ellos y sin levantar mucho la bola, pues en este estadio se batean jonrones con mucha facilidad, con el madero sobresalieron Yurisbel Gracial, de 3-2 y tres remolques; Yordan Manduley, de 3-2 también y una fletada; y Carlos Benítez, de 4-2.

Pero el mayor mérito de Gracial está en que asumió dos responsabilidades de gran envergadura y riesgo, sin que ninguna limitara su potencial. Fue ubicado como tercero en la alineación y defensor del bosque derecho, una posición inédita para él, pues está acostumbrado a la custodia de la antesala, pero para aprovechar su bate, y teniendo en cuenta además su poderoso brazo, fue que la dirección tomó esa interesante y arriesgada decisión.

Interesante, porque es primera vez que se aplica en eventos internacionales y arriesgada porque este es un terreno con dimensiones por encima de las habituales. Le salió bien la jugada a Carlos Martí, que no es un mentor que se salga mucho del librito.

Lo malo para Cuba fue la lesión que se resintió Alfredo Despaigne en el pie derecho y que lo inhabilita para volver a salir al torneo, aunque no se descarta que pueda retornar al line up en la semifinal, si el médico lo autoriza después de valorar todos los exámenes a los que iba a ser sometido.

Ante su posible ausencia Carlos Martí dijo que emplearía a Frederich Cepeda como cuarto bate y jardinero izquierdo y entraría Alexander Ayala como sexto y designado, una variante que podría mantener la buena salud ofensiva con que arrancó el elenco.

En cuanto a la sede, Guadalajara ha sido una anfitriona exquisita hasta el momento y se prevé que la organización de esta edición de la Serie del Caribe sirva para continuar incentivando el béisbol en una tierra que tiene más apego por el fútbol.

 


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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