jueves, 25 de abril de 2024

La mala noticia en la lucha

Apuntes por el fallecimiento de Cándido Mesa, el hombre que ganó nuestra primera medalla mundial de la modalidad grecorromana...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 08/01/2017
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Cándido Mesa-Lucha grecorroma-Cuba
Cándido Mesa, su valiosa existencia dejó una huella imborrable en la lucha cubana.

La familia de la lucha deportiva cubana llegó muy feliz al 31 de diciembre pasado, el día en que pasamos al año 2017. Y, de modo especial, por los resultados en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Pero… tres días más tarde, en un abrir y cerrar de ojos, llegó una noticia muy lamentable: el fallecimiento de Cándido Mesa, hombre importante sobre los colchones. Bueno, lo fue tanto que ganó nuestra primera medalla mundial de la modalidad grecorromana.

Vamos a recordarlo: tenía solo 52 años de edad, falleció a causa de una insuficiencia renal, y las cosas no resultaron fáciles para él. Lo escribimos así, de forma específica, por el tema del peso corporal. Al inicio de su carrera se competía en la división de más de 100 kilogramos (sin límites para ello). Pero después hubo restricciones. Y a él se le volvió casi imposible ajustarse a la de los 130.

Un importante acercamiento a la figura de Cándido Mesa nos la ofreció Manuel Rodríguez, metodólogo de la comisión nacional, árbitro internacional, al frente de esa esfera en nuestro país.

“Fue el que estrenó las medallas de Cuba en el estilo grecorromano en Campeonatos Mundiales. En ellos ganó dos de bronce. Y en los Juegos Panamericanos de Caracas 1983 conquistó dos de oro, en la libre y también en la grecorromana. Se tuvo que retirar poco después, a los 21 años de edad, por el tema del peso corporal. Luego hizo un esfuerzo adicional, regresó y pudo competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992”, indicó el especialista.

POR LOS ARCHIVOS

Las medallas de bronce en mundiales las conquistó en la ciudad polaca de Katowice, en 1982, y en la entonces soviética de Kiev, en 1983.

En los Juegos Panamericanos de Caracas 1983, siempre compitiendo, claro está, en la división superpesada, se impuso en la libre al muy laureado estadounidense Bruce Baumgartner, quien después terminó campeón en tres ocasiones en esas citas: los de Indianapolis 1987, aquí entre nosotros en La Habana 1991 y Mar del Plata 1995. Un dato: hasta el triunfo del cubano en esa división solo habían dominado estadounidenses: Jefrey Smith (Cali 1971), Michael Mc Cready (México 1975) y James Jackson (San Juan 1979). Y en la greco dominó al venezolano Jorge Añez.

Queremos detenernos para realzar el triunfo de Cándido Mesa ante Bruce Baumgartner. El norteño no solo ganó nueve medallas en mundiales (tres de cada color). O en Juegos Olímpicos dos de oro (Los Ángeles 1984, ¡solo un año después!, y Barcelona 1992), una de plata (Seúl 1988), una de bronce (Atlanta 1996).

¿Cómo le fue a Cándido Mesa en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992? Bueno, lo primero es que al poder competir en ellos, y en su caso con muchísimo sacrificio, pudo lograr el gran sueño de todo deportista. En definitiva terminó onceno. Logró victoria 3-0 en su primera salida, ante el senegalés Bounama Toure. Luego no tuvo suerte, y tuvo que enfrentarse al invencible ruso Alexander Karelin (compitiendo por el Equipo Unificado, en la última aparición conjunta de las antiguas repúblicas soviéticas). Y ante ese rival, para muchos el mejor luchador de la historia, perdió 0-7.

“Era un luchador muy fuerte, tirador de movimientos, era una estrella. Lástima lo del peso corporal. El bajar tanto le afectó su salud. Fue diabético. Y tuvo esta insuficiencia renal”, agregó.

Entonces se le dispararon más los recuerdos…

“Trabajé con él durante 20 años, cuando yo era comisionado en La Habana. Él fue muy buen entrenador en el CVD Ponce Carrasco, con importante promoción de atletas”.

En medio de la triste noticia por el fallecimiento de Cándido Mesa se nos ocurre cerrar con una idea: su valiosa existencia dejó una huella imborrable en la lucha cubana.


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Rafael Norberto Pérez Valdés


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