viernes, 29 de marzo de 2024

Jugando otra vez a ser Pitágoras

Es que la lucha es un deporte estratégico en Cuba, y nos quedaron pendientes unos apuntes tras el final del Campeonato Panamericano...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 15/05/2017
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Iván Fundora- librista cubano
Iván Fundora (rojo): el librista cubano más destacado en campeonatos panamericanos.

No es una verdad de Perogrullo. La lucha es uno de los deportes estratégicos de nuestro país. Lo cual a veces uno desea se pueda notar de una manera más visible. El tema de hoy no es traído por los pelos. Todavía se escuchan con fuerza los ecos del recién terminado Campeonato Panamericano, disputado en la ciudad brasileña de San Salvador de Bahía. Hoy venimos con la intención de actualizar unos datos publicados en Cubahora en un comentario anterior (titulado Una radiografía oportuna). Y también de reflejar otros que quedaron en el disco duro.

Estuvimos sacando tantas cuentas, sumando tantos números, que nos pareció que estábamos jugando a ser Pitágoras…

Un apunte antes de actualizar los datos históricos que ya publicamos. Estados Unidos, sumando las tres modalidades, quedó al frente de la tabla de medallas de esta porfía que bajó el imaginario telón el pasado domingo (siete de mayo). Los norteños acumularon 11 de oro-0 de plata-6 de bronce=17. Y nuestros compatriotas lo hicieron con 7-2-4=13. ¿Cómo fue por estilos esta vez? En la grecorromana se impusieron los cubanos (4-1-0=5, por 3-0-2=5). Los de las barras y las estrellas dominaron la libre masculina (5-0-2=7, por 3-1-3=7). Y también, como es lógico entre otras razones por mayor tradición, salieron mejor en la femenina (3-0-2=5, por 0-0-1=1), aunque terminaron segundas, detrás de las canadienses (5-1-1=7).

Llegó la hora de actualizar. Cuba ha merecido ahora en la grecorromana 184-28-16=228 (los estadounidenses archivan 52-83-76=211); en la libre masculina 112-50-40=202 (los norteños 113-55-46=214), y en la femenina 6-10-15=31 (48-27-27=102), situándose entonces los totales en 302-88-71=461 (213-165-149=527). Quiere decir, resumiendo, que los criollos tienen más de oro, y sus rivales mayor total. Repito lo mismo: Ufff… ¡cuántos números! Y una confesión: queda todavía mucho en el tintero.

Hubo un duelo adicional en la lucha libre masculina. Cuba llegó con una más de oro (109 por 108) y ahora se fue con una por debajo (¡113 por 112!), lo cual se convierte en un resorte que desde ya disparará el interés para el campeonato de 2018.

¿EL REVÉS DE MIJAÍN?

Quiero seguir con otra curiosidad. En Una radiografía oportuna reflejamos que el estelarísimo súper completo de la grecorromana, Mijaín López, (división ahora de los 130 kilogramos), tres veces campeón olímpico, cinco mundial y tres de plata en ellos, había merecido en estos campeonatos del continente nueve medallas de oro… y una de plata. La pregunta, que dejamos pendiente, resulta inevitable: ¿Quién lo venció? Ocurrió cuando no era todavía “Mijaín”. En la edición de Ciudad de Guatemala 2003, contra el estadounidense Dremiel D. Byers, medallista de oro un año antes en el Campeonato Mundial de Moscú, y de plata después en el de Herning 2009. ¿Hace falta escribir que el pinareño le ganó luego las cuatro veces que se enfrentaron?

Vamos a seguir montados en el tren de la grecorromana y el desempeño de los cubanos a lo largo de las 27 ediciones de los campeonatos panamericanos, surgidos en el año 1984. En aquella primera versión, la del estreno, ganaron ocho medallas de oro (solo se les escaparon dos, teniendo en cuenta que entonces existían 10 divisiones), cifra repetida en siete ocasiones. Un punto muy empinado se alcanzó en 1988: ¡actuación perfecta (10 de oro)! ¿No estuvieron los estadounidenses? Sí fueron: 0-5-3=8. Hubo 9 en 1993. Lo máximo posible se conquistó también en 2005: ¡siete de siete!

¿Recordamos, como hicimos en el trabajo anterior, los cubanos de la grecorromana más destacados en estos certámenes? Juan Luis Marén, multimedallista olímpico, tiene… ¡10 de oro! Héctor Milián, campeón a ese nivel en los de Barcelona 1992, consiguió nueve (junto a tres de plata). Mijaín le sigue con 9 (y la ya citada de plata). Filiberto Azcuy, doble campeón olímpico en Atlanta 1996 y Sídney 2000 se llevó ocho doradas.

Los de la libre conquistaron nueve doradas en 1988 (repetimos que con 10 divisiones), ocho de ocho en 2001, seis de siete en 2004, 2009 y 2010. Y a la cabeza de ellos, como ya señalamos en el trabajo anterior, se coloca Iván Fundora, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, quien en los campeonatos continentales ganó ocho de oro.

TERMINANDO EL COMBATE

Vamos entrando al último minuto del combate…

¿Y la historia de nuestras luchadoras? Es más corta. Apenas comenzaron a practicar, ya de forma oficial, antes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006. Hasta ahora, en campeonatos panamericanos, su mejor momento lo vivieron en 2013, con 2-1-2=5. Quizás puedan lograr progresos ahora que a finales de año empezaron a ser preparadas por Filiberto Delgado, un entrenador de primer nivel. En su exitosa conducción de varones ha llevado a conquistar seis medallas olímpicas, 22 en mundiales de adultos, 28 en juveniles. Pero él mismo, bien realista, ha dicho que la tarea es muy difícil.

¡Se acaba ya el tiempo de este combate! Solo falta agregar que la fuerza de los luchadores cubanos, de indudable prestigio, queda otra vez reafirmada luego de este acercamiento a la historia de los campeonatos panamericanos. Una aproximación trabajosa en que no podían faltar muchos números. Y jugar a ser Pitágoras…


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Rafael Norberto Pérez Valdés


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