viernes, 19 de abril de 2024

Jaque mate en la playa

Cuando Nivaldo Díaz perdió el interés por el ajedrez, el voleibol de playa ganó a un talentoso atleta...

Norland Rosendo González en Exclusivo 09/01/2017
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Nivaldo Díaz-Voli-Playa
Nivaldo Díaz (espalda) y Sergio González.

Quizá sea el único que del ajedrez haya pasado al voleibol de playa. Fue del tablero a la arena, así de directo. Cuando niño, Nivaldo Díaz participó en un campeonato del juego ciencia, quedó fuera de los tres primeros puestos y no fue promovido a la escuela nacional. Ahí perdió el embullo por el ajedrez y el voleibol de playa ganaría a un talentoso atleta, que todavía tiene mucho que exhibir.

“Mi familia quería que practicara voleibol. Intenté en el de sala, mi papá me llevó a la EIDE, pero la matrícula estaba cubierta, entonces fuimos a ver a un pariente en Marianao y fue él quien nos dijo que existía el voleibol de playa. Al principio dudé, por desconocimiento. Pero como era joven y quería practicar un deporte, me alisté y mira hasta dónde he llegado”, contó en exclusiva para Cubahora.

—¿Te sorprendió el resultado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro?

—No me sorprendió, esperaba un poco más. Mi pronóstico era estar entre los ocho primeros lugares. Por mi mente nunca pasó que fuéramos a perder todos los juegos en la fase de grupos; teníamos mucho voleibol que enseñar.

—¿Y el duelo contra los rusos en los cuartos de final?

—Ese partido yo esperaba que fuera menos complicado que el que jugamos contra la pareja de Brasil, aunque no pensábamos que fuera fácil tampoco. Con mejor pensamiento táctico hubiéramos ganados. Hubo de todo aquella noche, empates, remontadas, buenas juagadas, de todo un poco.

—Dice tu compañero de equipo, Sergio González, que la falta de competencias al más alto nivel pudo influir en ese resultado… ¿Tú coincides con él?

—Si al circuito de la Norceca fueran los principales equipos de las potencias del área: México, Estados Unidos y Canadá, hubiera más rivalidad y nuestro nivel fuera superior. Pero a esas parejas las mandan al Tour Mundial y acá envían a las que están en desarrollo. Por eso es muy alentador que nosotros también vayamos en 2017 al Tour Mundial.

—Y también competirán en el campeonato del orbe…

—Tenemos condiciones para ganar una medalla en ese torneo, aunque es más complicado que una olimpiada, porque hay más equipos y por tanto, serán más partidos.

—Y con Sergio, ¿cómo te llevas?

—Son casi cuatro años juntos, y a pesar de la diferencias en la forma de pensar y actuar, en la cancha siempre compartimos la misma idea y la combatividad. Nos entendemos muy bien.

—¿Qué es lo que más te distingue en el juego?

—La potencia, el salto, la resistencia, las capacidades físicas; he mejorado el saque y el ataque y debo entrenar más en la defensa. En el circuito de la Norceca no tenía tanta exigencia de los rivales, pero en los torneos de más envergadura hay que ser más precisos en ese aspecto de juego.

—Me dicen que eres adicto a la computadora...

—Es que estamos en la cancha hasta los sábados y a veces los domingos también. La computadora desarrolla la mente y a la vez distrae.

—¿Juegas ajedrez con ella?

—A veces, pero ya no veo cuatro jugadas seguidas… (sonríe).

—Y los estudios, ¿cómo van?

—Estoy en quinto año de la licenciatura de Cultura Física. Hasta ahora me va bien, siempre trato de recuperar las clases perdidas por las competencias, para no dejar de aprender ningún contenido.

—De los resultados hasta ahora, ¿cuál has disfrutado más?

—En cuestiones deportivas, claro que el quinto lugar en Río de Janeiro es lo mejor, pero me emocionó más la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, no fue una competencia de alto nivel, pero era el inicio del ciclo olímpico y sentí cómo la gente disfrutó con nosotros allí ese título.

—Si te pidiera que ubicaras a tu equipo en un escalafón mundial, ¿en qué lugar lo pondrías?

—Entre las primeras 16 parejas. Puede que hasta en el top ten.

—Entonces, piensas ir por la medalla a Tokio 2020.

—Somos un dúo joven, yo tengo 22 años y Nivaldo 26, y contamos con buenos entrenadores. Creo que sí, podemos ir por una presea a la próxima cita olímpica.


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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