La cotidianidad ha vuelto a este municipio tras la irrupción del huracán Matthew. Sus daños son hoy solo recuerdos, aunque imborrables, en la memoria de los pobladores. El empeño de la recuperación general se ha hecho muy fuerte también en las instalaciones deportivas.
Las corrientes de agua del río Yateras —nombre dado al territorio y notorio igualmente por cruzar por allí el meridiano 75— fueron la pesadilla principal de los poblados Felicidad y Palenque. Por suerte todo ocurrió de día y la eficaz acción preventiva evitó pérdidas de vidas humanas.
Como es lógico, la furia del torrente y sus arrastres hicieron impacto en casas y otras edificaciones.
El Combinado Deportivo (CD) de Felicidad está enclavado a orillas del cauce. En el momento de la visita de JIT solo apreciamos un arroyuelo de corrimiento inofensivo, mas en los días del meteoro el lugar se inundó y fue arrasado.
Hoy pocas huellas quedan del desastre, como expresión de la voluntad del país para resarcir los daños, del amor de sus pobladores y del esfuerzo de los trabajadores del sistema deportivo.
DEL DESASTRE A LA REALIDAD
Cuando cedió el nivel de las aguas, cualquiera pensaría que no se jugaría por mucho tiempo en el terreno de pelota Gerardo Acosta. Hoy, por el contrario, aguarda por importantes desafíos como juegos de la Serie Nacional.
«Quedó prácticamente cubierto de piedras y todo tipo de elementos arrastrados por la corriente. La cerca se derrumbó al inundarse esta parte del pueblo», aseguró Julio Coello Massó, director municipal de Deportes, nacido en el lugar y residente a escasos metros de allí, razón por lo que su morada sufrió igualmente el impacto del fenómeno meteorológico.
«Sacamos muchas carretas de escombros, volvimos a levantar la cerca y llevamos la arcilla y el pasto a mejores condiciones. Todo se hizo con gran esfuerzo de los trabajadores y la brigada nuestra de mantenimiento», dijo con orgullo este Licenciado en Cultura Física de 1983, quien una década después comenzó sus funciones como directivo en esta esfera.
El primer impacto de nuestra visita —tras viajar por una carretera sinuosa y escarpada, y acceder al CD pasando el río sobre una palma tendida— agrada a la vista, por lo cuidado del campo y por apreciar a un grupo de trabajadores pintando la cancha de baloncesto.
«También destrozó esa área y ya está mejor que antes, con sus aros nuevos», expresó Julio al pasar por el único sitio que tal vez conserva huellas del ciclón, dados los remiendos hechos a la malla que lo rodea.
Los pasos para perfeccionar las facilidades del estadio se extienden al mejoramiento de los banquillos, la construcción de una caseta para las trasmisiones de la radio y la televisión, y la remodelación del albergue para atletas y la cocina-comedor.
En el centro del pueblo, el local del gimnasio de boxeo y para ejercicios físicos cambió radicalmente.
«Todo se llenó de fango hasta un metro de altura y tuvimos que romper las paredes para sacarlo. Luego se repararon completamente esas instalaciones y se puso techo nuevo, sustituyendo toda la madera que estaba podrida», comentó al pasar por allí y en momentos en que el ring estaba listo para recibir también a futuros campeones.
MÁS ARRIBA, MÁS ESPERANZAS
Guiados por el experimentado chofer Antonio nos trasladamos a la cabecera de Palenque por un camino aun más peligroso, en el cual se podían leer reiterados anuncios sobre las precauciones a tomar en la vía.
Después de pasar junto al letrero de marcaje del meridiano 75, el viaje de unos 50 kilómetros finalizó en el otro CD afectado, el número 2, que atiende además con sus 76 trabajadores a los consejos populares de Arroyo del Medio y Bernardo.
«Aquí las principales afectaciones fueron la rotura de la cerca perimetral del estadio, al abrirse un hoyo y el agua arrastrar la tierra del terreno y verter escombros. Del gimnasio aledaño se llevó el aserrín que se sitúa debajo de la lona para practicar lucha y kárate», contó Misleidis Suárez Rodríguez, su directora por más de dos años.
La normalidad se palpa en los niños de la escuela Días de la Victoria realizando sus pruebas de eficiencia física en el estadio; los abuelitos con sus profesores en las habituales clases y el mantenimiento al gimnasio biosaludable. El local de lucha y kárate ahora tiene mejores condiciones también, después de varios beneficios.
Historia similar: solo un hilo de agua fluía por el cercano río, pero su lecho natural de decenas de metros recordaba el dicho de que “Cuando el río suena, piedras trae”.
«Se desbordó en aquellas jornadas de octubre, pero todos se volcaron a la recuperación, incluso participando en otras necesidades del municipio como la recogida de café y labores de urgencia», sentenció Coello.
Bernardo, una comunidad todavía más intrincada, fue beneficiada con mejorías en la casa de juegos, al colocarse techo nuevo y terminarse el muy bien acogido gimnasio biosaludable.
Lo sucedido en Yateras se hizo regla en otros municipios de Guantánamo afectados por Matthew, como Baracoa, San Antonio del Sur y Maisí. Han sido muchos los “guapos” capaces de recuperar por amor las instalaciones del deporte.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.