Como una tragedia americana pudiera calificarse el paso de Estados Unidos por los primeros tres Clásicos Mundiales. Los norteamericanos , creadores del evento en 2006, siempre decepcionaban. Las grandes estrellas de sus elencos, desde Dereck Jeter y Alex Rodríguez hasta Chipper Jones y David Wright, dejaban con las ansias a los fanáticos. Pero en este IV Clásico la historia fue diferente, ganaron en toda la lid, quizás con el conjunto más "modesto" que hayan conformado.
Es de ese modo, así ocurrió, Estados Unidos ganó el Clásico con rotunda victoria ante Puerto Rico en la final de ayer miércoles . La "maldición" terminó y Jim Leyland guió a los estadounidenses a tan añorado cetro. Se que el aborrece a Dreiser, como a muchos detesta a Clyde Griffits como personaje y creo que por eso finalizó con la tragedia.
Un Stroman tan azul que tocó el cielo
El pitcheo, soberbio como arma decisiva del béisbol, como lo más importante del juego, el pitcheo fue la clave de la victoria y el derecho Marcus Stroman el "hombre de la suerte" de Leyland .
A menos de dos semanas para el día inaugural en las Grandes Ligas , el diestro de los Azulejos de Toronto se mostró hermético ante los boricuas, tan grande y azul que pareció tocar el cielo de Los Angeles.
En mejor forma que su anterior salida versus los de la Isla del Encanto, Stroman mantuvo en cero el casillero puertorriqueño hasta el séptimo ining. Con la sinker a casi 90 millas neutralizó a la mejor batería del certamen. Solo Angel Pagán pudo conectarle con fuerza a sus envíos.
El juego en equipo fue el que se impuso
La dinámica que le faltó a grandes estrategas como Joe Torre, fue la que le sobró a Jimy Leyland. El juego en equipo fue la clave, todos dieron un poquito de sí para ganar tal como señalara el mentor a ESPN después del partido.
En un equipo de buenos jugadores como Giancarlo Stanton y Andrew Macutchen, no existieron estrellas , todos brillaron; Kinsler, Yelich, todos. El triunfo estuvo ahí , en lo que llaman conocedores del juego, "dinámica de grupo".
Mucho que mejorar
Cierto es que aún queda mucho por mejorar , pero el buen béisbol fue lo que sobró en estos días . Los amantes de este deporte se deleitaron y muchas cosas buenas se esperan luego de este Clásico. La pelota lo merece, Cuba así lo desea.
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