jueves, 28 de marzo de 2024

Elsa Ramos: La verdad existe, y el periodista tiene que llegar a ella (II)

Elsa y sus consideraciones sobre el fatalismo geográfico, los retos del periodismo y los sueños por cumplir.

Lilian Cid Escalona en Exclusivo 06/03/2023
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Elsa Ramos
Escribir terminó por ser su salvoconducto para iniciarse en los estudios de la Licenciatura en Periodismo

Elsa Ramos ha hecho toda su vida, y su carrera en Sancti Spíritus. Ama su tierra y encuentra el equilibrio con la tranquilidad que le transmite. Desde allí ha hecho el periodismo que ha querido, y lo ha hecho cómo ha querido. Esa es su mayor satisfacción y la razón que le hace reír, incrédula, cuando hemos hablado del fatalismo geográfico.

Y es que el hacer de esta mujer remueve cimientos y quiebra muros, para erigirse -aunque ella diga que no- como un referente para todos los que buscan hacer un periodismo a la altura de estos tiempos.

- El llamado fatalismo geográfico en el contexto de ejercer el periodismo ¿existe?

- ¿Fatalismo geográfico? Que va, yo no creo en eso; para mí no existe. Fíjate que cuando yo era mucho más joven me propusieron trabajar en La Habana y no quise. Quizás porque soy guajira y porque me gustan los lugares tranquilos porque contrastan con mi temperamento.

En esa oportunidad, recuerdo, me dijeron que aceptara para que pudiera brillar porque en desde provincia siempre es más difícil, pero que va, es que yo no creo en eso, respeto al que lo piense, pero no creo en ello. Tampoco es que mi meta haya sido brillar, lo único que me he propuesto ha sido trabajar y en ese pedacito de Cuba que es Sancti Spíritus yo he podido hacer, tanto en el periodismo deportivo como en el periodismo en general, lo que me ha venido en ganas.

Desde aquí he podido hacer un periodismo universal, he abordado esos temas que se consideran tabú, he tenido absoluta libertad para ejercer y hasta he tenido la suerte de que mi trabajo haya sido reconocido con premios.  Entonces creo que es más una cuestión de olfato, de preparación y de trabajo que de donde uno viva. Desde el lugar más recóndito de la Sierra Maestra también se puede ser un buen periodista.

Desde aquí tuve la gran oportunidad de hacer la cobertura de los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro 2016 y soy consciente de que ese tipo de eventos si normalmente se dirigen más a periodistas de los medios nacionales. Sin embargo, gracias a Onelio Castillo Corderí, director nacional de la Radio Cubana, tuve la posibilidad de hacer el periodismo que nunca había hecho, una cobertura internacional, y eso también lo logré, desde aquí, desde Sancti Spiritus.

- Usted eligió, digamos, ser profeta en su tierra

- La verdad no ha sido una elección, es que yo decidí vivir aquí, porque me gusta Sancti Spíritus. Las personas que me conocen saben que cuando voy a La Habana trato de estar el menor tiempo posible porque el ritmo de la vida me abruma.

Al margen de eso, todo parte de que aquí soy feliz y además me siento realizada. Yo he hecho el periodismo que he querido hacer.

Cierto es que cuento con algún reconocimiento entre los espirituanos por la forma en que entiendo y hago el periodismo, pero profeta nunca. Eso sí quiero que me lo dejes bien claro.

- Un momento cumbre de todo lo vivido hasta hoy

- Por suerte he tenido varios. Te contaba de la paralimpiada, pero también he disfrutado mucho los cuatro premios Juan Gualberto Gómez que he ganado.

Pero si tuviera que destacar uno sería cuando gané el Premio Nacional de Periodismo Deportivo por la obra del año en Prensa plana. Ese fue un momento especial para mí, y que lo guardo.

¿Por qué? primero porque si algo tenía Cuba en ese momento era una enorme cantidad de periodistas deportivos que en prensa escrita son de grandes ligas. Colegas que admiré, que estudié y que respeto. Además de que el deporte es un tema que todo el público domina. Entonces, ganarle en buena lid a todos los hombres – yo era la única mujer concursando- y hacerlo desde mi humilde página del Escambray fue una victoria, en toda regla.

Fui ganadora, no solo en materia periodística sino por superar todos los prejuicios que sabemos que existen. Demostrar que todo eso de la discriminación, o del fatalismo son pura retórica. Que hay cosas más completas como el empeño, el conocimiento y la preparación que una tiene que defender, sobre todo.

- ¿Cómo es un día en la vida de Elsa Ramos?

- Una locura. Aunque los actuales no son los días más agitados si he tenido momentos que han demandado de mi la necesidad de multiplicarme, de dejar de dormir, y de prácticamente no vivir, para poder cumplir los compromisos profesionales y los personales en tiempo.

Sin embargo, creo que esas dinámicas me han ayudado a desarrollar capacidades, que me permiten lidiar con todo. Ahora además de la profesión tengo un nieto hermoso que me roba horas, y me encanta que me las robe.

Por regla general mis días son tensos, descanso poco, y sé que son dinámicas que me han deteriorado un poco, pero tengo aquí la satisfacción de que, aunque a veces me tenga que dar una fricción para componerme, me la doy y puedo seguir adelante. Y tengo que decir que cuento con apoyo incondicional de toda mi familia.

Por solo ejemplificar, imagínate que ahora mismo tengo tres documentos abiertos en la computadora, uno tiene que ver con la leche que no viene, el otro con el Clásico Mundial y un tercero editando una entrevista de un colaborador para la radio. Además de que mis teléfonos ya no son privados, hace mucho tiempo que prácticamente no paran de sonar, con personas que me plantean un problema, o me sugieren un tema, en un contacto que agradezco porque de ahí han brotado los mejores trabajos que yo haya podido escribir en mi vida.

- ¿Se siente realizada?

- Sin sentir que mi vida laboral ha terminado, y al margen de que también he sido víctima de censuras, lo cual es inherente a ejercer este arte de escribir y/o de decir, puedo afirmar que me siento realizada como periodista. No puedo decir que he llegado a la cumbre porque eso es imposible que un periodista te lo diga. Pero yo he hecho el periodismo que he querido hacer, y lo he hecho con el enfoque que he querido darle.

- ¿Algún sueño por cumplir?

- Yo diría que más que un sueño es un reto. Tengo que hacer un libro, y respeto mucho a las personas que hacen libros, pero lo he cifrado como un pendiente porque dos grandes amigos que ya no están: Jorge Moisés y Juan Antonio Borrego me instaron a ello.

- ¿Qué consejos dejaría a las nuevas generaciones?

  1. Que, por encima de cualquier muro, por encima de cualquier circunstancia, tienen que saber defender la verdad. Tienen que defender el tratamiento de los temas que la gente quiere y necesita que sean tratados. Que el periodismo vaya aparejado a los procesos, complejísimos, que vivimos como país. La prensa tiene que ser un reflejo de la realidad.
  2. Que aprendan a defender su criterio y que defiendan con su trabajo, además de la belleza y la claridad que requiere el lenguaje periodístico, el contenido, el enfoque de los temas.
  3. Que no tengan miedo, que no se autocensuren. Que no se detengan ante la necesidad de hurgar profundo, que sean capaces de derribar muros, abrir puertas y alcanzar llegar a la verdad con todos sus matices. Porque la verdad existe y a esa tiene que llegar el periodista.

- Si usted tuviera la posibilidad de dirigir el beisbol cubano por un día, cuáles serían las primeras disposiciones que ejercería.

- (Risas) Te voy a responder, aunque jamás cometería esa locura porque no me gusta dirigir ni en mi casa.

Creo que lo primero que haría sería un reglamento nuevo y atemperarlo a este tiempo. Para quitar de ahí todo lo que no tiene que ver con la Cuba que se está viviendo hoy. Si lo revisan sabrán que es contradictorio en diversos puntos, y aún conserva disposiciones que están obsoletas.

- ¿Qué pronóstico tiene para con el equipo Cuba que está disputando el V Clásico Mundial?

- Este Cuba puede pasar la fase de grupo. Yo lo publiqué así ya en Escambray. Entiendo que no tenemos el Dream Team que todo mundo soñaba, pero llegamos con un equipo con virtudes y que puede competir en el grupo que le ha tocado. Ahora, seguir de ahí en adelante no lo veo claro porque entiendo que el equipo tiene fisuras, y los rivales que tentativamente debe enfrentar son, al menos en el papel, superiores.


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Lilian Cid Escalona

Me gusta contar historias.


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