viernes, 19 de abril de 2024

El Liverpool, con su letal tridente (casi) en Kiev

El conjunto inglés goleó 5-2 a la Roma, que aún respira...

José Luis López Sado en Exclusivo 25/04/2018
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Manchester-vs-Liverpool-afp
El egipcio Salah metió dos goles y dio par de asistencias

La grama evidenció lo que todos esperaban, incluidos especialistas e hinchas más conservadores. Con una disertación de su veloz y habilidoso tridente ofensivo, el Liverpool inglés le recetó categórica goleada de 5-2 a la Roma, en el cotejo de ida semifinal de la Liga de campeones de Fútbol, disputado en su feudo de Anfield.

 Y aunque aún resta el cotejo de vuelta del próximo miércoles 2 de mayo, los alumnos del director técnico alemán Jürgen Klopp ya pueden ir haciendo las maletas para la final de Kiev, el venidero día 26. 

 El ataque “multinacional” del egipcio Mohamed Salah, el brasileño Firmino y el senegalés Sadio Mané que, con apenas tres toques en la mayoría de las ocasiones, llegaban al área chica rival, resultó indetenible para la defensa de la Loba.

 Eusebio Di Francesco, el timonel italiano, no se lo pensó mucho y salió al pasto con un diseño de juego que enrolaba a tres defensas centrales y cinco volantes de fuerte vocación defensiva. Pero ni así pudo repeler tamaño ataque, por todas las bandas y desde todos los ángulos. ¿Y el delantero croata Edin Dzeko? Pues dado el arrojo de los delanteros rivales, también debió enrolarse en labores defensivas.

 La Roma se robó el show durante los primeros 15 minutos de juego, en los cuales Koralov subió mucho por la banda izquierda y un disparo suyo, incluso, pegó en un poste de la cabaña defendida por

 Pero al ver este ritmo del rival, Klopp le pidió más comprometimiento a su cuadro. Y a partir de ahí, y hasta el minuto 72 en que Salah abandona la cancha, realmente hubo un monólogo local. El tridente hirió (casi) de muerte a la Loba, a base de toque, dominio de la pelota y goles que son amores.

 Luego de que Mané fallara dos claras ocasiones de gol, al quedarse casi libre de marca frente al portero brasileño Allison, y de que Klopp le pedía al público que lo aplaudiese a pesar de los deslices, llegaron los dos goles de Mohamed. Parecía que se jugaba Fútbol-Salah.

 El “rey egipcio” no los celebró, ya que había sido plantilla de la Roma en sus primeros años como jugador profesional. Pero realmente, fueron de excelente factura. Y el público sí los disfrutó con creces. Así, el delantero llegó a 43 goles en la temporada, y pugna fuerte por ser incluido en la lista, junto a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, de cara a la nominación del Balón de Oro.

 Primero, lo envió de zurda hacia arriba, en un ángulo. Y el segundo, fructificó en un excelso mano a mano contra Allison. Con ese 2-0 favorable a los anfitriones, se fueron al descanso. Para que se tenga una idea del dominio del Liverpool, vale citar que, tras 15 minutos de posesión del balón para la Loba, los últimos 30 cerraron con 67 por ciento de dominio para el cuadro de la ciudad de Los Beatles.

 Pero el festival de goles continuó en el complementario, pues cayeron otras cinco dianas. Salah se “cambió” la vestimenta y, de goleador, se transformó en asistente, en tanto Firmino fue a la inversa.

 En el minuto 56, el egipcio le traza el balón perfecto a Mané, que pone el 3-0 en el pizarrón, y solo cinco minutos después, asiste a Firmino, que certifica el 4-0. Ya en el 69’, otra vez llega el delantero brasileño y, de cabeza tras un cobro de esquina, sentencia el partido. Con estos cinco goles, el tridente ofensivo inglés es pura dinamita, pues en esta Champions League han marcado 28 goles: 10 de Salah, igual cantidad de Firmino y ocho al aval de Mané.

 Los italianos, totalmente desconcertados con esa paliza, no atinaban a crear jugadas. Corrían mucho, pero no asustaban al portero alemán Loris Karius.

 Entonces, en el 72’, con tanta ventaja y buena renta en pos del cotejo de vuelta, Klopp le da descanso a Salah. La defensa italiana, no lo creía: “nos libramos del vendaval”, parecían comentar. Y sus hombres de ataque, pensaron que había llegado el momento de buscar el arco rival.

 El Liverpool se relajó. Y en esas desatenciones defensivas, les cayeron dos goles en apenas cuatro minutos. En el 81’, Dzeko baja el balón de pecho, y le pega raso de derecha, hacia el segundo palo. Y en el 85, Milner mete la mano y el árbitro alemán Felix Brych decreta el penal, que transformó Perotti para el 5-2 final.

 Para mí, este pareo ya está decidido, aunque así pensé también cuando en la ida de cuartos de final, Barcelona goleó 4-1 a la Roma. Y todos conocemos la remontada italiana en la vuelta, precisamente en el mismo lugar que jugarán contra los ingleses el venidero día 2: el estadio Olímpico. La Loba está herida casi de muerte, pero aún respira.

 Hoy se disputará el cotejo de ida de la otra semifinal, en la cual el Bayern Múnich recibirá al monarca exponente Real Madrid, en la Allianz Arena.  


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José Luis López Sado

Periodista


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