viernes, 29 de marzo de 2024

El caimán fue un salvavidas

¿Rememoramos, 35 años después,la suerte de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1982?...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 16/08/2017
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Teófilo Stevenson, Cuba, boxeo
El abanderado fue el boxeador ya fallecido Teófilo Stevenson, tres veces campeón olímpico.

Se iban a bolina… Sí, hace ahora 35 años exactos, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1982 se iban a bolina. Entonces, ¿un poco como si fuera un cuento de hadas?, salió a salvarlos Cuba (con su sabida forma de caimán). El reto era inmenso: para salvaguardarlos existían solo… ¡18 meses!

¿Hace falta escribir que en realidad los salvó el amor de Fidel por el deporte? Es bueno recordar todo eso, y no solo por el aniversario redondo del evento (7 al 18 de agosto), sino para conmemorar también la reciente fecha de nacimiento del padre de nuestro deporte (13 de agosto). No lo olvidemos: ¡18 meses!

Aquella historia fue así. La despedida en los de Medellín 1978 había sido: “Nos vemos en Mayagüez”. En definitiva los puertorriqueños no recibieron el apoyo de su gobierno.

¡18 meses! No había tiempo para construir una gran instalación, no solo por el tiempo, sino por tratarse de una nación en vías de desarrollo, bloqueada por Estados Unidos. La Habana, como era lógico, iba a ser la plaza principal del certamen; Santiago de Cuba y Cienfuegos, subsedes.

Esa decimocuarta edición atrajo a deportistas de 22 naciones, debido a la entrada de Granada e Islas Vírgenes Británicas. No pudieron hacerlo los de Honduras y El Salvador, pues sus gobiernos se lo impidieron. Colombia no solucionó sus alegadas dificultades económicas. ¿El número de participantes? ¡Aumentó hasta 2 799!
Así comenzó aquella fiesta…

PAR DE CONFESIONES

Y quiero hacer sin más demora una confesión: la recuerdo con especial agrado porque fue la primera gran competencia en la cual estuve como periodista. En una gaveta de la casa, 35 años después, guardo todavía aquella credencial inseparable (no voy a detener el tecleo, no me voy a levantar a buscarla, creo recordar carmelita muy claro).

Voy con una confesión más: en mi caso era la primera vez, por la pequeña dieta que me dieron para alimentarme durante los juegos, que tenía cuatro pesos en el bolsillo para invitar a algo a mi padre (periodista ya fallecido). Y aunque ni a él ni a mí nos gustaban las cervezas pude hacerlo una noche tras enviar mi material. Una solita, no creo recordar que ni siquiera hayan sido dos. Eso fue en el hotel Habana Libre, donde estuvo montado el Centro de Prensa (el principal). Esa noche, caminando unas cuadras, llegamos a casa. Él, aunque no lo dijo, no hacía falta, estaba feliz por su joven hijo periodista. Y yo por ser ya un pichón de periodista con credencial y dieta.

Allí, en el Centro de Prensa del hotel Habana Libre, los colegas boricuas armaron un tremendo alboroto en el partido masculino de baloncesto entre sus compatriotas y los cubanos. Yo, muy jovencito, pensaba que los periodistas deportivos debíamos ser imparciales. Es que de joven se llegan a pensar tantas cosas. Bueno, eso pasa también cuando ya no sé es tan joven…

REMEMORANDO

El programa de competencias tuvo 24 modalidades. Los velistas retornaron al ruedo. Y debutaron los exponentes del tenis de mesa, tiro con arco, remo y hockey sobre césped. Hubo 247 pruebas individuales, casi 60 más que en 1978.
¿Curiosidades? Hubo muchas…

La jabalinista cubana María Caridad Colón, antes primera latinoamericana campeona olímpica en Moscú 1980, se convirtió también en la primera mujer en estas citas que encendió el pebetero, y a la larga se adueñó por segunda vez del oro.

El abanderado fue el boxeador ya fallecido Teófilo Stevenson, tres veces campeón olímpico.
Otra sobre una compatriota: Hilda Ramírez había participado durante seis ediciones en el atletismo, siempre con medallas, y ahora lo hizo vestida de softbolista. No pudo llegar al podio, pero ahí estuvo.

No he olvidado una pincelada seguro más curiosa: el poderoso equipo cubano de béisbol no pudo alcanzar la corona, desplazado por el dominicano. Vuelvo a preguntar: ¿Hace falta escribir que ello aguó un poco nuestra fiesta por tratarse del deporte nacional? Pero hay algo que siempre debimos saber, incluso cuando no perdíamos: el mundo no es una pelota de béisbol. Y a veces nos ha parecido que lo es.

ENTRETELONES

Vamos con un poco más: Las 30 medallas de oro en las pesas fueron ganadas por los de casa, y Daniel Núñez, campeón olímpico en Moscú 1980, estableció el primer récord mundial de los juegos, en el arranque de la división de los 60 kilogramos (132.5 kg.)… Se vivieron los quintos triunfos consecutivos de los voleibolistas y los del polo acuático… Los de la esgrima y la gimnasia también coparon todo el oro… La mexicana Isabel Reuss fue la reina de la natación, con seis metales dorados, deporte en que, luego de 28 años de espera, Cuba conquistó una de oro, gracias al pechista Pedro Hernández (200 metros)…

Es difícil contenerse de mencionar otras pinceladas: Alberto Juantorena, campeón olímpico de 400 y 800 metros en Montreal 1976, salió a la pista después de haber estado dos años perseguido por las lesiones. Dominó en los 800. Y resultó decisivo cerrando la posta de 4x400. Cuando recibió el batón tenía 20 metros de desventaja y ganó por 10. Entonces al pasar por la meta saludó a Fidel, presente en las gradas, como fue habitual en aquellos días… Hubo una tabla gimnástica con 1 200 niños y niñas de cuatro a seis años, una pizarra humana de más de 5 000 integrantes… El español Juan Antonio Samaranch, entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, estuvo cinco días, incluido el de la inauguración. Y antes de partir hacia Madrid felicitó al Comité Organizador “por el excelente trabajo realizado, que permitirá a esta edición que se celebra en Cuba ser la mejor de la larga historia de este certamen…”.

NO OLVIDAR

La tabla general de medallas, como ocurría desde Panamá 1970, fue encabezada por los cubanos, incluso de forma holgada: 173 de oro, 71 de plata y 38 de bronce = 282. Ello los dejó bien separados de mexicanos (29 - 55 - 47 = 131) y venezolanos (19 – 39 – 54 = 112). Los tiempos hoy, como seguramente casi todos sabemos, son bastante diferentes.

Al principio escribimos El caimán fue un salvavidas. Y ahora, casi llegando al final, se impone otro recordatorio: la mascota de los Juegos Centroamericanos y del Caribe La Habana 1982 fue Cuco (un muy simpático cocodrilo).


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Rafael Norberto Pérez Valdés


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