sábado, 27 de julio de 2024

El béisbol: de la novela de mi vida a la pasión nacional (II)

Entre “soberanos batazos” y espectaculares fildeos pasan angustias, viajan las penas y quedan nostalgias...

Alexander García Milián en Exclusivo 18/01/2017
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Serie Nacional Beisbol
Las Series Nacionales tienen que seguir impactando sobre el imaginario social porque es pasión nacional.

En sutil flash foward avanzó la serie y a principios de los 70 aumentaron los equipos, y el torneo era la comidilla del día, estaba en el habla popular más que nunca tanto como las mujeres y la política. Un  capítulo aparte merecen los vegueros de Pínar del Río  que arribaron con “embrujo antillano” y en derroche de calidad plasmaron su sello en un certamen donde pugnaban por el cetro habaneros, serranos y azucareros, estos últimos empinaron a Las Villas tan alto como El Escambray, nombres como Antonio Muñoz, Pedro José Rodríguez y Víctor mesa llenaron de gloria  a la provincia pero sin lugar a dudas , José Miguel Pineda y Jorge Fuentes con los de la tierra del tabaco fuero los reyes del momento, aunque el león sacaba su garra una que otra vez como en 1986 cuando Agustín Marqueti mandó a viajar a otra galaxia un tenedor de Rogelio García y “soñar en azul” fue el anhelo de muchos en Cuba.

LOS 90: VILLA CLARA Y SANTIAGO ENTRE CENTRALES Y CONGAS

Llegaron los 90 y el período especial parecía ahogarlo todo, pero la pelota y la Serie Nacional seguían ahí reacios a ceder, de nuevo daban el paso al frente en medio del caos, la esperanza criolla pasaba en buena medida por  disfrutar de un buen partido, la existencia quedaba circunscrita a eso , todo era soportado con el estadio lleno.

Villa Clara quiso destronar al rey, ganó tres campeonatos en cinco años  y en pleno éxodo beisbolero rescató la pasión que parecía extinguirse. Con las medallas olímpicas volvió la felicidad y Santiago de Cuba con una “aplanadora de estrellas” relegó algo al olvido la derrota de Sidney en el 2000.

LA LLEGADA DE LO IMPENSADO

Entramos a la nueva era, Industriales resurgió como ave fénix y a pesar que las segundas partes nunca fueron buenas solo la nueva versión de la aplanadora santiaguera pudo frenar el ímpetu azul, pero la realidad chocó a todos y la llegada del profesionalismo le puso la parada más alta a la serie ; con las victorias en los Mundiales de 2001, 2003 y 2005 ,la prueba de fuego llegó con  el Clásico Mundial de Béisbol en 2006, y la plata obtenida en la única competencia seria después de 1959 conllevó a un descenso estrepitoso ; dicho resultado fue el último título importante ganado a nivel internacional.

Lo demás quedó en esto, desde entonces los apasionados tenemos que conformarnos con vivir de remembranzas y viejos anhelos, ya sea por malas decisiones e infatúas deserciones, la calidad declina cada vez más y aunque los talentos brotan como agua de manantial una interrogante nos impacta a todos, ¿Y nuestro béisbol?

DESDE LAS GRADAS: UNA SENCILLA OPINIÓN DE FANÁTICO

No es llover sobre mojado lo que pretenden estas líneas, a Fito Páez es lógico que le guste el fútbol a mí y a usted la pelota, es necesario rescatar las Series Nacionales por el motivo que sean no deben perder su simbolismo, tienen que seguir  impactando sobre el imaginario social porque es pasión nacional y hay que cuidar lo que tenemos, hacer las cosas bien y entonces pensar que no fue un deja vu sino una breve pesadilla.


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Alexander García Milián


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