Cubanos juegan en racha

El equipo Cuba había empezado mejor que el año pasado en la Liga Can-Am. Visto pragmáticamente, las tres victorias iniciales frente a las Águilas de Trois-Rivieres podían engordar ilusiones, aunque ese es uno de los conjuntos que pierde más de lo que gana en ese circuito independiente.

Después de ese trío de éxitos seguidos vino una cadena más larga aún, pero de derrotas, que sin contar el primer duelo frente a los Champions de Ottawa, iba por cinco. Tras un agónico triunfo en diez entradas frente a las Águilas en el tercer duelo (las subseries son de cuatro juegos), sobrevino el primer descalabro ante ese mismo rival, y luego los Capitales de Quebec no tuvieron compasión con los insulares y se impusieron en todos los partidos.

Basta recordar los marcadores (10-2, 9-4, 11-3 y 5-1) para confirmar que fue un dominio absoluto sobre los muchachos de Roger Machado, quienes vieron, incluso, como los tres cubanos contratados con los Capitales se dieron banquete frente a sus paisanos.

Con el madero en la mano, el antesalista Yurisbel Gracial y el torpedero Yordan Manduley y por último el lanzador Lázaro Blanco casi pinta de blanco a sus “hermanos” en el juego del adiós, partido en el que menos han podido batear los cubanos de los ocho efectuados hasta el jueves por la noche en ese campeonato. Apenas conectaron 5 hits, ninguno de ellos de más de una base y nadie de los afortunados pudo disparar más de un cohete.

Blanco, que se conoce a la perfección las debilidades de la tanda insular, lanzó 8.1 inning y se apuntó el éxito con el cual los Capitales completaron la barrida para mantenerse en el segundo lugar de ese circuito con 18 victorias y 8 fracasos, a solo media unidad del puntero, Rockland Boulders (19-8).

Gracial produjo para .500 de average (8 en 16), con 8 anotadas y 6 remolques, mientras Manduley bateó 6 hits en 17 turnos, pisó 6 veces la goma y lo empujaron en 2 ocasiones.

Para los que siempre están detrás de los detalles, en todos los juegos frente a la selección nacional antillana los cubanos fichados en la Liga Can-Am, tanto con las Águilas como con los Capitales, batearon hits y estuvieron entre los más sobresalientes a la ofensiva de sus respectivas tandas.

EL CUBA CON EL BATE

Mientras, la escuadra de Roger Machado que empezó con mayor temperatura en el swing ha comenzado a ceder en la productividad y ya ninguno de los peloteros anda por encima de .400 de promedio ofensivo.

Colectivamente, han anotado 35 carreras, pero sus lanzadores han permitido 53, un desequilibrio que deben corregir si aspiran a terminar con un saldo positivo de triunfos y derrotas en esta, su segunda participación en la Liga Can-Am.

De los 89 hits conectados, solo 17 son extra bases (14 tubeyes y 3 jonrones), y también es muy desfavorable la proporción de ponches por bases por bolas recibidas (3-1), merced a 52 hombres que se han ido para el banco por la vía de los strikes y 17 que han llegado a primera por pasaporte de los pitchers rivales.

Siguen como los mejores ofensivamente el tunero Yosvani Alarcón (.368), 7 en 19, con 3 dobles y 4 carreras fletadas para la goma, y dos ponches e igual cantidad de transferencias; el granmense Guillermo Avilés acumula 11 hits en 30 veces al bate (.367), pero tiene 10 ponches (el que más ha sido dominado por esa vía) y solo par de boletos, y el granmense, matancero y ahora habanero Yordanis Samón también destaca en la alineación cubana con 12 cohetes en 35 oportunidades, 5 anotadas y la misma cantidad de carreras remolcadas.

Otros que se mantienen sobre .300 de average son Juan Carlos Torriente (.344), Denis Laza y Raúl González (.333). Jefferson Delgado (.321), Norel González (.303) y Yoelkis Céspedes (.300).

A la inversa, se espera la reacción de Víctor Víctor Mesa, quien apenas tiene 2 hits (uno de ellos, cuadrangular) en 28 visitas al plato, para un anémico .071.

MARABÚ EN LA LOMITA

Lo más preocupante ha sido la labor de los pitchers. Solo han tenido una apertura de calidad, la de Bladimir Baños en el juego inaugural frente a las Águilas, después de eso, nadie más de la rotación abridora ha logrado sostenerse en el box, ni el propio Baños cuando le tocó de nuevo.

De ahí que el staff trabaje para un excedido 6.04 de promedio de carreras limpias y un elevadísimo 1.80 de hombres embasados por inning (WHIP). Aunque han mejorado en algo la cantidad de boletos por juego respecto a otros torneos internacionales, todavía más de 4 bases por bolas por cada nueve inning no es bueno.

Algunos muchachos jóvenes, como el camagüeyano Yariel Rodríguez y el villaclareño Yosver Zulueta, han demostrado que tienen potencialidades, pero les falta aún muchas horas de vuelo para consolidarse en un béisbol que es cada vez más exigente.

AHORA CONTRA OTTAWA

El tercer rival en la larga cadena de 18 partidos seguidos sin descanso es el plantel de Ottawa, que se ubica ahora último en la tabla de posiciones, con saldo de 8-18.

En el circuito Can-Am intervienen 6 elencos locales y dos extranjeros, en este caso el de nuestro país y uno de República Dominicana, que no ha ganado aún en 6 salidas al terreno.

Aunque algunos aficionados se alarman por los resultados globales de la escuadra cubana, es importante recordar que la estrategia es ir desarrollando un equipo competitivo para el ciclo olímpico, que asegure su participación en la olimpiada de Tokio-2020 y un año después pueda mejorar el papel en el V Clásico Mundial de Béisbol.

En ese sentido, Roger les ha dado oportunidades a todos los miembros del conjunto, pues este torneo no es para ganarlo, sino para permitirles a los jugadores enfrentar un béisbol superior en calidad. Si el saldo definitivo de éxitos y derrotas es positivo, mejor; pero donde sí hay que crecer es en el orden cualitativo de los atletas y del equipo en general.