Copa de Oro: Cuba desorden total y nuevo desencanto

Evento tras evento, y decepción tras decepción. ¿Será que jamás podré escribir una crónica agradable de la selección absoluta cubana de fútbol? Parece que me voy a demorar bastante. De momento, y en lo que llega ese “día”, no me queda otra que citar otro rotundo fracaso, pues el representativo de la Isla fue goleado 3-0 por Martinica y devino primer eliminado por el grupo A en la Copa de Oro, a falta de una fecha para que expire la fase clasificatoria.  
 En la grama del Broncos Stadium, en Denver, Estados Unidos, la incompetente escuadra absoluta cubana comandada por el técnico villaclareño Raúl Mederos mostró lo mismo con lo mismo: su tradicional desorden táctico, desatenciones defensivas, escaso fútbol, y cuanto error existe en el marcaje al rival, además de su letal sequía goleadora.
 Goleados también en el debut, por 7-0 ante la favorita escuadra de México, los cubanos mostraron muy poco durante los primeros 20 minutos de juego y tuvieron poco la pelota. Pero en el resto del primer tiempo se recuperaron y, con el volante capitalino Andy Baquero en funciones de servidor de balones para el extremo villaclareño Roberney Caballero y el “falso nueve” matancero Luis Javier Paradela, crearon peligro.
 Ese trío llegó varias veces al área y le exigió al arquero Loic Chauvet, quien atajó y despejó varios esféricos. Incluso, ni el árbitro ni su asistente vieron una clara mano en el área, que debió ser valorada como penal favorable al cuadro de Mederos, cuando Paradela le tiró un “sobrerito” a un zaguero.  
 Pero cuando mejor tocaba el representativo cubano, Martinica cobró un córner y, desprovisto de marca, el mediocampista Silvain Marveaux marcó el primer gol al minuto 44. Y así se fueron al descanso.
 En el complementario, continuaron los errores cubanos. Dejaron muchos espacios libres, no había marcaje del rival, pésimos trazos y, lo peor: patadas y golpes innecesarios, como el que le costó la expulsión del partido en el minuto 80 al lateral derecho santiaguero Erik Rizo, por doble amarilla. Y los representantes del equipo del territorio de ultramar francés, les dieron un paseo de fútbol.
 Así, entre pifias tan ingenuas y la poca creación de fútbol, cayeron las restantes dianas del volante Stephane Abaul y del delantero Kévin Fortune, quien se convirtió en un peligro constante. E incluso, el ariete Kévin Parsemain falló un penal, que provocó el experimentado Daniel Luis Sáez tras un evidente agarre de camiseta y empujón a Marveaux en el área chica.
 El tema de Sáez merece un breve comentario. Acostumbrado a jugar siempre como volante de contención, fue trasladado por Mederos a la posición de zaguero central, tras el abandono de la delegación del avileño Yasmani López. Y ese fue un grave pecado, porque al gigante capitalino de 1.93 metros, se le escapaban todos los rivales de su marcaje. ¿Especulación en plena competencia?  
 Con este resultado, Cuba se quedó fuera de la fase de cuartos de final de esta Copa de Oro, al recibir par de goleadas. En su primer duelo, había caído 0-7 contra el favorito cuadro de México.
 Los Leones del Caribe, que una vez más se quedan sin rugir, disputarán su último enfrentamiento el próximo domingo, con Canadá como rival.  
 Y como me sucede al final de cada torneo, espero que los directivos cubanos valoren la imposibilidad de cumplir el sueño, con el escaso -casi nulo- número de partidos amistosos preparatorios que tienen los equipos cubanos, a los que, por demás, no les es permitido convocar jugadores quienes, fuera de los requisitos de contratos establecidos por el Inder, militan en clubes internacionales.   
 Y mucho fruto podría recogerse si esos “legionarios extranjeros” uniesen su talento con jugadores como Arichel Hernández, Yordan Santa Cruz, Andy Baquero, Daniel Luis Sáez o Yosel Piedra, quienes junto al cancerbero Sandy Sánchez, podrían mostrar otra cara. De eso, no tengo dudas. ¿Qué me dicen?