miércoles, 24 de abril de 2024

Cruciales las paradas en Texas

Los luchadores cubanos de estilo greco y libre buscarán la clasificación olímpica en los clásicos de América que acontecerán en Estados Unidos...

Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne en Exclusivo 11/02/2016
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Quien diga lo contrario miente rotundamente. Cuando llegó las 12 de la noche de este 31 de diciembre, los moradores de las casas situadas en el archipiélago cubano tiraron un cubo de agua hacia el exterior “para refrescar el camino a emprender y que marchen sin dificultad todas las tareas”, suelen explicarles las abuelas a los pequeños y jóvenes integrantes del núcleo familiar. Y ante la réplica de los mozalbetes sentencian: “Eso ha ocurrido siempre. Desde los tiempos en que Cuba era colonia”. Ese suceso, como es lógico, aconteció tanto en el hogar de Pedro Vals como en el de Julio Mendieta, estrategas de los equipos nacionales de lucha greco y libre, respectivamente. Eso mismo sucedió en los hogares de sus homólogos de otras disciplinas cuyos alumnos aún carecen del pasaporte para comparecer a los XXXI Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil.

Unos días después de despedir al anciano de larga barba blanca y recibir al niño con el pañal en la mano, los técnicos y sus discípulos estaban en el colchón del Centro de Entrenamiento Cerro Pelado.

Los gladiadores del estilo clásico pasarán otro tamiz para los JJ.OO. en la primera semana de marzo. La eliminatoria de América ocurrirá en Texas, Estados Unidos. Conferirá dos plazas en cada división. Todavía faltan por lograr la visa los cubanos pertenecientes a las divisiones de 66, 75, 85 y 98 kilogramos.

Y por qué no está clasificado ninguno de los de estilo libre para la gran fiesta deportiva estival, se preguntará usted, estimado lector. Le pregunté a Julio Mendienta sobre el tema tan pronto iniciamos el diálogo en la cátedra de su deporte en el recinto deportivo ubicado en el municipio capitalino de Boyeros. La respuesta fue precisa: “Asistimos al campeonato mundial celebrado en la ciudad de Las Vegas, Estados Unidos. El seleccionado lo integraron Yowly Bonne (57 kg), Franklyn Marén (65 kg), Liván López (74 kg), Reineris Salas (86 kg) y Javier Cortina, en 97 kilogramos. Ninguno logró el desempeño esperado y quedaron fuera de las rondas importantes del certamen y, por lo tanto, no se adjudicaron el visado para Río”.

Qué sucedió, fue la interrogante sobre el asunto. Y la respuesta fue sincera: “Mostraron un discreto trabajo mediante la defensa con las piernas y sus rivales obtuvieron mayores opciones para realizar los ataques. Además, exhibieron poca efectividad con sus movimientos preferidos ante rivales con una notable eficacia.

"Para alcanzar el visado olímpico nos urge que los muchachos puntualicen su trabajo defensivo mediante las extremidades inferiores. Esa falla es imperceptible en el escalón medio de la disciplina, pero es definitoria en el máximo. Es decir, se convierte en una tragedia cuando el adversario posee una apreciable ejecutoria técnica. La vía para solucionar ese obstáculo es intercambiar durante la temporada con más frecuencia con esos rivales. Esos topes sí constituirían un medidor y nos permitirían vaticinar los rendimientos con mayor certeza”.

El elenco cubano tiene realce a escala universal. En la cita del orbe de 2014, escenificada en Uzbekistán, se adjudicó una buena performance. Salas obtuvo el segundo escaño. Bonne, López y Cortina fueron medallistas de bronce.

“Todos mis discípulos tienen capacidad física y habilidades para liderar sus divisiones en cualquier escenario. Los limita el hecho de encontrarse insuficientemente con los adversarios de mayor jerarquía. Porque cuando llegan a las citas de gran rango les resulta muy difícil enmendar los errores. La solución es que prueben, en breves intervalos de tiempo, su destreza para hacer los tacles, las turcas, los bomberos, y otros movimientos técnicos, frente a contrarios de Rusia, Azerbaiyán, Georgia, porque son del primerísimo nivel”, argumentó Mendieta.

RÍO DE JANEIRO

“Nosotros lograremos las plazas para Río de Janeiro allá en Houston, Texas. Existen otras lides para alcanzar ese objetivo. Las naciones anfitrionas serán Mongolia, en abril; y Turquía en mayo. A nosotros nos conviene obtener las clasificaciones en la justa de América. Allí tendremos la posibilidad de ubicar a más de tres muchachos entre los dos primeros de cada división. En los otros encuentros asistirán competidores de todo el mundo. Y será muy embarazoso abrirse paso”, afirmó Mendieta.

“El torneo olímpico será durísimo. En casi todos los combates programados para las distintas jornadas surgirán visibles acentos de calidad técnico-táctica. Los analistas conceden muchas opciones para acceder al podio a los representantes de Japón, Ucrania e India. Ningún contrincante es infranqueable. Cuba, como es habitual, posee un plan de preparación con vistas al evento. Con esto quiero decir que, con la ejercitación adecuada, mis alumnos pueden batir a los favoritos”, aseveró.

La angustia podría apoderarse del entorno de los entrenadores aún exentos de un espacio olímpico. Y quizás ellos decidan ponerle una ofrenda a Changó (deidad del panteón yoruba) para que también les ayude, primero, a obtener la visa; y luego, a conquistar su sueño en la Ciudad Maravillosa.


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Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne


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