Me ha puesto dos veces a lo que se llama “correr”. La primera ocasión, de la que escribiré un poco más adelante, fue en el año 2011. Y la última hace solo unas horas, cuando las editoras de Cubahora mehicieron una invitación decisiva en un correo electrónico. Era, como se reveló en los titulares, escribir sobre la participación del Gran Maestro cubano Lázaro Bruzón en el torneo Millionaire Chess, en la ciudad estadounidense Atlantic City.
Pero es muy justo decir ya, sin demora alguna, que en realidad mis carreras han sido mínimas al lado de las suyas. Es que la justa de ahora tiene programadas algunas jornadas con… ¡dos partidas!
Un apunte muy breve para recordar un elemento que ubique a los lectores sobre el escenario en que se disputan los encuentros: Atlantic City es una ciudad ubicada en el condado de Atlantic, en el estado de Nueva Jersey, exactamente al noreste, y es importante destino turístico por sus playas y casinos.
Bueno, entonces, ¿cómo le iba a Lázaro Bruzón?
Se impone escribir que comenzó muy bien. El tunero, de 34 años de edad, y Elo de 2623 puntos, fue uno de los 16 jugadores, según leímos en el sitio Jit, que tuvo un inicio perfecto en las dos primeras rondas.
UNO, DOS, TRES
En ese debut soñado se impuso “sin tener que correr tanto” a dos hombres de casa: Bobby G. Moore (2275) y Alexander Katz (2369), en este último caso jugando nuestro compatriota con la desventaja de hacerlo con piezas negras. El duelo antes citado en realidad no resultó corto: 60 movimientos de una Apertura Española.
Le tocó entonces enfrentar con blancas a otro de los anfitriones, Levy Rozman (2354), ante quien a juzgar por el Elo podía lograr otro punto. Y lo consiguió, en 28 de una defensa Holandesa.
A continuación de esas tres sonrisas acordó tablas con el ruso Alexander Shimanov (2639), en 31 de Peón Dama, todo lo cual lo dejó con buen acumulado de 3.5 unidades.
Pero el sábado fue un día atravesado para Bruzón. En la doble jornada, con las rondas cinco y seis, nada más pudo sacar medio punto. Y todo ello, con cuatro puntos, lo privó de… incluirse entre los cuatro semifinalistas.
Un descenso hasta el lugar 13: Qué casualidad: un número al que muchos le atribuyen da “mala suerte”.
Las tablas, según reflejó la misma fuente, las acordó con el local Jeffery Xiong (2647), en 41 de una defensa Siciliana. El revés contra el polaco Dariusz Swiercz (2636), en 46 de una apertura Española.
Unos apellidos y unos rostros, Xiong y Swiercz, que con su buena memoria ajedrecística no olvidará: ¡Ellos fueron los causantes de que no le pudiera ir como deseaba en el torneo Millionaire Chess!
RECORDANDO…
Al principio dijimos que ya una vez Bruzón nos puso a correr…
Lo vamos a contar enseguida, pero antes se debe recordar que se trata de un ajedrecista respetado, aunque sus rendimientos hayan descendido, y su luz haya aparecido por momentos muy intermitente.
Hay muchos ejemplos de buenos momentos suyos, pero vamos a quedarnos ahora con tres: solo tenía 17 años de edad cuando logró su segunda norma de Gran Maestro; fue campeón mundial juvenil (en Ereván, Armenia 2000); en 2001 dominó en el torneo Young Máster, organizado por el Comité Olímpico Internacional (COI), en Lausana, Suiza, para jóvenes talentos.
Bueno: ¿y, por fin, cuándo nos puso a correr?
Sucedió casi a finales de 2011. Entonces él tenía 29 años de edad (ahora 34) y un Elo superior (2682 por 2623). Bruzón y el también GM Leinier Domínguez habían estado a punto de colocarse entre los ocho primeros de la Copa del Mundo, celebrada en Khanty-Mansiysk, Rusia. Era la primera vez que dos cubanos estuvieron tan cerca de ello. Para Bruzón fue su mayor alegría en años. Un colega me dijo que en ese momento estaba grabando un programa en la televisión y que luego se iba para Las Tunas. Fui y lo esperé en un sofá a que terminara. Le pedí una entrevista… ¡y me la dio!
La entrevista se publicó en sección Gente, de la revista BOHEMIA, el 4 de noviembre de 2011, con el título Un paso adelante. Al final de la conversación, en el último bloque, le hice “una pregunta loca”, y como me sigue pareciendo interesante la reproduzco…
–Una interrogante sobre dos jugadores que no estuvieron demasiado separados en el tiempo: ¿Qué hubiera sucedido en un match entre el estadounidense Robert Fischer y el ruso, de origen azerí, Garry Kasparov?
–En ese tipo de historia es muy difícil especular. Estás hablando de dos jugadores extraordinariamente geniales. Sucede eso, que jugaron en diferentes épocas, y cambió un poco la forma de verse el ajedrez, la preparación. Ahora, te repito, estás hablando de dos de los jugadores que han alcanzado el nivel más alto. Es muy difícil, son demasiado geniales. No me atrevo a decirte qué hubiera pasado.
–¿Y para tú gusto cuál fue mejor?
–Pienso que la forma más correcta de jugar la llegó a alcanzar Garry Kasparov, pero más genial, por todo lo que hizo, enfrentarse solo a la poderosa escuela soviética de ajedrez, pues creo que Fischer.
(Y así mismo terminó aquella entrevista que no he olvidado, y para la cual el GM Lázaro Bruzón también me puso a correr…).
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