viernes, 29 de marzo de 2024

Apuesta fuerte de un as del voleibol de playa

El exintegrante de la selección nacional de vóley de playa, uno de los diez mejores en la década de los 90, confía en la entrega de sus discípulos en el parqué austríaco...

Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne en Exclusivo 25/07/2017
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Francisco Alvarez Cutino-Voly de Playa
Considero que las principales duplas de Cuba están muy cercanas a las mejores de Canadá y Estados Unidos, expresó Francisco Álvarez Cutiño, entrenador de vóley playero.

Uno de los patronímicos ilustres del vóley playero en la Isla Grande del Caribe es Francisco Álvarez Cutiño. Pero uno puede ahorrarse el esfuerzo de llamarlo por su nombre oficial, porque en el ámbito de la disciplina, y fuera de ella, todos le llaman “Francis”.

Le sienta el calificativo de hombre proa porque, entre otros rendimientos, fue séptimo lugar en los Juegos Olímpicos Atlanta 1996. Campeón en los juegos deportivos panamericanos de Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007. Participó en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. Campeón Nacional en el primer circuito de la modalidad realizado en el país. Posee una atractiva leyenda, tras asistir a ocho circuitos mundiales: dos segundos lugares e igual cantidad de terceros escaños.

Y ahora Francis regresa al mayor escenario universal por causa de Karell Peña-Daisel Quesada, binomio que por adjudicarse tres victorias consecutivas igualó una plusmarca para el periplo de la región de Norte Centroamérica y el Caribe (Norceca). Los platós: Baja California, México, Islas Caimán y Ocho Ríos, Jamaica.

Los jovencitos subieron a una considerable altura la imagen del estratega oriundo del poblado San Luis, Santiago de Cuba, que, al igual que sus colegas de otras disciplinas, desea prevalecer, sonar, en esta apertura del ciclo que culminará con los XXXII Juegos de la Era Moderna en Tokio, la capital de Japón, en 2020.

Cutiño sigue tan locuaz dinámico como entonces. Se mueve como un resorte por la duela de la Escuela Nacional de Voleibol. Durante el diálogo se defendió, y remató, con la precisión mostrada entonces en aquellos inolvidables desenlaces.

—¿Karell y Daisel?

—Son audaces, y ello les permite mostrar la capacidad necesaria para revertir las pizarras. Trabajaron muy bien en las cuatro etapas de circuito, incluyendo Varadero. En Ocho Ríos no fueron tan compactos como en las presentaciones de México y Caimán. Enseñaron calidad técnica, pero lamentablemente aflojaron en la defensa y el trabajo en la net, debido a una mala concentración. En Baja California superaron a los mexicanos Juan Virgen-Lombardo, campeones en los Juegos Deportivos Panamericanos Toronto 2015. En Caimán, a las conformadas por Mark Burik-William Kolinske (USA) Y Maverick Hatch-Garrett May, de Canadá. En esas mangas fueron muy eficaces en el bloqueo y la defensa en la zona trasera del terreno. En Jamaica fueron unos puntos menos certeros en esos sectores.

“Siempre existe un calificativo agresivo cuando un atleta cubano llega a un punto destacado. Pero yo aseguro que las tres victorias fueron la consecuencia de ejecutar un gran volumen de trabajo debajo de un sol al cual hay que pedirle perdón cuando se propone castigar implacablemente. Y considero que las principales duplas de Cuba están muy cercanas a las mejores de Canadá y Estados Unidos. Desde que yo jugaba, los equipos de esas naciones lucen bien dotados física y mentalmente; y nunca se rinden; siempre están dispuestos a sacarte de posiciones cómodas en el marcador. Sí compay, son una pesadilla”.

—¿Varadero y el Mundial?

—Por supuesto las duplas Sergio González-Nivaldo Díaz y Karell-Daisel despertaron muchas expectativas en la parada de Varadero. Era lógico. Como tenían en la mano tres victorias al hilo, la victoria permitiría a una quedar sola en ese pedestal. Sí, los cuatro divulgaron que iban en busca de un récord. Eso los perturbó un tanto. Yo les aconsejé que miraran hacia adelante y dejaran el ego a un lado.

“Convino que asistieran a la manga de Varadero. Esos juegos los preparó hasta para llegar bien emocionalmente a Viena, Austria, sede del campeonato mundial entre el 28 de julio y el 6 de agosto. Y allí estar ajustados, desde ese ángulo, para intervenir en los duelos previstos en el organigrama”.

—¿El clásico imaginado?

—El Mundial será muy duro, quizás más fuerte que el torneo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Porque, treinta y dos equipos, como mínimo, poseen similar nivel cualitativo. Ellos saben la envergadura del evento y trabajarán con precisión, pues los desafíos serán muy distintos a los del circuito Norceca. Cometer un error será un pecado capital.  

—¿Indicaciones?

—Fueron dichas al mismo tiempo de empezar la preparación para este ciclo. Son las mismas del anterior cuatrienio. Quizás pronunciadas en un lugar diferente, con una o dos palabras nuevas; y con un tono de voz amigable, persuasivo. Les recordé que era una norma ética respetar al rival cuando estuvieran fuera del terreno. Dentro no, pues en ese espacio la tarea era asfixiarlo, desmantelarlo deportiva, y psíquicamente, los más pronto posible. Y les puse como ejemplo las ocasiones en que los hemos visto manteniendo su filosofía pese a tener una ventaja sustancial. Es decir, demuestra alguna relajación, solamente, tras concluir con el objetivo trazado para esa jornada.

—¿Consejos?

—Les advertí: ‘No jueguen como yo, sino como ustedes. Yo hice mi historia. Hagamos lo que resta. No abusen de la confianza de ninguna persona. Jueguen con confianza’.

—¿Pronósticos?

—Nuestro deporte, además de tener colectivos técnicos muy unidos, posee una población de jugadores bastante calificada. Eso propiciará que antes de finalizar el ciclo tengamos éxitos importantes, como regresar con una mayor delegación a los Juegos Olímpicos. El plan para esta campaña era la de asistir al Mundial con una pareja de cada sexo. Vamos con dos de hombres y una de mujeres. Imagino las dificultades que surgirán para nominar los equipos de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, los Juegos Deportivos Panamericanos Lima 2019, y el Mundial de nuestra especialidad que ocurrirá en esa misma temporada preolímpica.

“Vaticinar desde ahora no es un riesgo. En Colombia debemos ganar, aunque llevemos al segundo equipo del país. En Perú, debemos situarnos entre los tres primeros. Allí competirán los primeros dúos. Y concurrir con dos equipos, de cada clasificación, al encuentro del mundo”.

CAMPEONES (SIGLO XXI)

Klagenfurt 2001: Mariano Baracetti/Martín Conde (ARG). Río de Janeiro 2003: Emanuel Rego/Ricardo Santos (BRA). Berlín 2005: Márcio Araújo/Fábio Luiz Magalhães (BRA). Gstaad 2007: Todd Rogers/Philip Dalhausser (USA). Stavanger 2009: Julius Brink/Jonas Reckermann (ALE). Roma 2011: Emanuel Rego/Alison Cerutti (BRA). Stare Jabłonki 2013: Alexander Brouwer/Robert Meeuwsen (NED). Países Bajos 2015: Alison Cerutti/Bruno Schmidt (BRA).


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Abelardo Gregorio Oviedo Duquesne


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