Agricultores no creyó en Gatos Salvajes (+Fotos)

El año no pudo empezar mejor para el béisbol cubano fuera de la Isla. Aunque en extrainning, el equipo de Agricultores empezó en la Serie del Caribe ganándole a uno de sus últimos verdugos en torneos internacionales.

Curazao, invitado a la edición 65 del clásico regional, llevó a Caracas una manada de Gatos Salvajes que se jacta de incluir a unos cuantos jugadores con experiencia en los mejores circuitos profesionales, pero dos pícheres bastaron para controlarlos durante diez entradas.

Fue el primer partido de la justa. César García apenas había trabajado a un solo bateador en la serie caribeña de 2017, pero su actuación este jueves dejó sin argumentos a sus detractores.

Caminó siete entradas con una sola carrera admitida y buenos comandos para neutralizar a una tanda muy experta, capaz de hacer los ajustes rápidos, pero esta vez no pudieron.

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El as de la rotación de Granma en la Serie Nacional y de Agricultores en la Liga Élite localizó sus picheos con maestría en las áreas más vulnerables para los bateadores curazoleños, quienes suelen golpear fuerte la recta, y fue lo menos que les sirvió César. Y las que tiró jamás entraron noble sobre la goma.

Mucho rompimiento y en la zona lejana a los bates. Sabía el lanzador que sus rivales iban a buscar contactos rápido y jugó con esa carta. No les entregó nada cómodo y sorteó maderos sagaces en poner la bola lejos.

Fue una clase, igual que la de su adversario, Cody Mincey, quien resultó más dominante aún en igual lapso. Colgó siete escones y dejó el juego con ventaja, pero el bullpen no pudo preservar la diferencia.

Mincey atacó siempre la zona de strike, rara vez estuvo debajo en el conteo y también se benefició de la impaciencia de los cubanos, que por batear hacen swing a envíos que los entregan al guante de los jugadores del cuadro.

Más de 15 rodados que difícilmente pasan a los jardines, entre ellos el de Rafael Viñales en el cuarto, cuando había hombres en los senderos y la situación era ideal para producir un elevado de sacrificio, pero el MVP de la postemporada de la LEBC cayó en la trampa yéndole al primer picheo, bajo, que terminó en dos outs y la matanza del inning.

Que el triunfe no nuble los análisis, porque vienen juegos aún más tensos y la construcción de carreras va a resultar clave para obtener triunfos. Cada vuelta que se deje de concretar por no ejecutar bien los fundamentos puede pesar y esta es una Serie atípica, con un calendario muy exigente, de al menos siete juegos seguidos sin descanso.

Pero Cuba ganó, y esa noticia es bálsamo. Si César firmó una apertura de calidad, Andy Vargas ejecutó un relevo de lujo también: tres argollas y el triunfo fue a su currículo personal.

Entre los dos silenciaron los maderos de los Gatos Salvajes y a muchos que en Cuba les vaticinaron un aguacero de batazos como en el playoff de campeonato de la LEBC.

Con el staff más reducido de los ocho contendientes (12 lanzadores) y sin mucha experiencia internacional, la otra noticia es la economía de brazos para conseguir el éxito.

A juicio de este cronista, el hombre clave al bate fue Andrés de la Cruz. Su palazo de vuelta entera en el octavo emparejó el marcador. Sin ese jonrón no hubiera habido un décimo inning en el que Guillermo Avilés empujó la ventaja con cohete y después los mismos Gatos se quitaron seis de sus siete vidas con tres boletos, uno de ellos remolcó trotando la carrera del 3-1 definitivo en el Fórum de la Guaira.

Esos batazos fueron decisivos, pero los tres imparables en cuatro viajes al plato de Yosvani Alarcón clasifican como la mejor producción de un hombre en el juego, y en su caso hizo en una mañana lo que había hecho en tres series del Caribe, cuando sumaba esa misma cantidad de incogibles en 34 turnos oficiales.

Carlos Martí, ecuánime, no se desesperó en ningún momento. Dejó a sus muchachos jugar sin presionarlos. La vida le dio la razón. Acostumbrado a las situaciones estresantes, volteó el marcador como mismo remontó a Matanzas en la final de la Serie Nacional y después a Portuarios en la Liga Élite.

Dice que este equipo es mejor que los Granma que llevó a las series del Caribe en 2017 y 2018, cuando avanzó siempre a la semifinal. Su saldo de victorias y derrotas es positivo (+2), resultado de 6-4, ahora 7-4. ¿Qué esperar entonces? “El viejo” habla con los ojos y en su lenguaje hay optimismo.

Para este viernes la parada es otra. Superior. Tendrán enfrente a los dominicanos Tigres de Licey, el equipo más ganador de títulos en estos clásicos regionales (10) y de juegos también, con balance de 70-43, sumando la derrota sufrida ante Cañeros de Mochis por 4-5 en la fecha inaugural de esta cita.

A pesar de ese fracaso, su nómina no deja de ser la más impresionante y seguro querrán recuperarse rápido para no comprometer su posible pase a la semifinal. Con ese incentivo adicional se verán las caras hoy ante Agricultores. Jonathan Carbó fue anunciado por los Centauros y el zurdo Domingo Robles, que ha llegado ya al nivel AA en ligas menores trabajará por los Tigres del Licey.

Vaqueros de Montería sí ganó con más holgura ante Indios de Mayagüez. El desenlace cayó como un meteorito gigante en Puerto Rico, donde aún anoche no digerían el 1-7 de la pizarra. Y solo la diferencia en el marcador pudo sorprenderlos, porque el año pasado los Caimanes de Barranquilla colombianos fueron los campeones y dejaron claro que las ligas del área han subido, casi todas, de nivel.

Al cierre, Leones de Caracas, aún eufóricos por la forma en que ganaron su Liga el pasado lunes y ante una concurrencia histórica de más de 35 aficionados en el modernísimo estadio monumental Simón Bolívar, doblegó a Federales de Chiriquí de Panamá, por 5-2.

La primera jornada concluye con Cuba, Colombia y Venezuela arriba en la tabla de posiciones (1-0) y Panamá, República Dominicana y Puerto Rico debajo (0-1).

Además del CUB-RDO, la segunda fecha prevé los choques entre COL-PAN, MEX-CUR y PRI-VEN. O sea, un ganador contra un derrotado de la fecha inaugural.

Pero calma, esta Serie del Caribe recién está comenzando y son siete juegos seguidos.