No es difícil pensar que los pensamientos le viajaron al pasado. Ahora en el 38 Campeonato Mundial de Judo Tokio 2019 a la cubana Kaliema Antomarchi deben haberle venido imágenes de su desempeño en el de Budapest 2017…
Entonces terminó con una medalla de bronce colgada en el cuello (la primera y única de ella en ese tipo de competencias). Y ahora seguro llegó a la capital nipona con el sueño de igualar o mejorar aquella actuación. Pero no fue posible: perdió en su segunda pelea (sí: eliminada). Le queda un consuelo que no consuela: la posibilidad de esperar por revancha dentro de dos años, en el Campeonato Mundial de Viena 2021.
PRIMER COMBATE
Era favorita en su debut en el Nippon Budokan, el mismo escenario que acogió el judo de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, y lo servirá en los de 2020 (¡falta menos de un año, pues se desarrollarán del viernes 24 de julio al domingo 9 de agosto!).
Antomarchi, 31 años de edad, no tuvo que pelear en la primera ronda.
En la segunda salió al tatami vistiendo judogui blanco.
Y enfrente, claro que con kimono azul, se topó con la china Fei Chen, 28 años de edad, quinta en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, con el aval también de haber participado en varios campeonatos mundiales, aunque no haya podido llegar a medallas.
Bueno, medallas, aunque no hayan sido en campeonatos mundiales, fueron las dos de bronce de Chen en los Juegos Asiáticos de 2010 y 2014. O dicho de otra forma: se trataba de una competidora con carretera recorrida. Es decir: experiencia…
No resultó nada fácil la china. Cuando faltaban apenas un minuto y 24 segundos para el final ambas tenían dos penalizaciones (Shidos). Eso significaba, vamos a recordarlo, que a quien le marcaran uno más quedaba eliminada bien temprano.
La cubana, tratando de apretar el imaginario acelerador, logró conseguir el Ippon, lo cual de paso le devolvió la sangre al cuerpo a su entrenador Yordanis Arencibia, quien llegara a ser medallista olímpico y mundial: “Viste, qué bien”, le gritó.
SEGUNDO COMBATE
Entonces le tocó verle la cara otra vez a la británica Natalie Powel, de 28 años de edad, como sucedió antes en el podio del ya citado Campeonato Mundial de Budapest 2017, donde ambas terminaron con medallas de bronce.
Un poco más acá se enfrentaron en diciembre pasado en el Máster de Guangzhou. Y allí había ganado… ¡la británica!
Ahora, faltando apenas 2:23 minutos, ambas tenían un Shido.
Entonces poquito después… la cubana inició sin éxito un ataque; la europea contraatacó y marcó el 1-0 a su favor.
No había ya entonces tiempo para Antomarchi; y tiempo tendrá desde ahora hasta el Campeonato Mundial de Viena 2021.
Un dato a tener muy en cuenta sobre la judoca que eliminó a la cubana: se ha enfrentado 12 veces con la que fue campeona ahora en Tokio, la francesa Madelaine Malonga. Y cada una de ella archiva seis éxitos. Ahora toca escribir un dato sobre Malonga. En la final le ganó nada más y nada menos que a una japonesa, Shori Hamada. Las de bronce correspondieron a la kosovar Loriiana Kuka, y a nuestra conocida brasileña Mayra Aguiar, campeona de los Juegos Panamericanos Lima 2019, en los cuales derrotó en la final a Antomarchi) ¿Y Natalie Powel? Quedó séptima.
Los japoneses, que son los padres del judo, se encontraban al frente del Campeonato Mundial, con tres medallas de oro, cinco de plata y cuatro de bronce. En segundo lugar la muy pujante Francia (3-0-2). Y después Portugal (1-1-0), Holanda (1-0-2), Canadá (1-0-1), Georgia (1-0-1), Israel (1-0-0) y Ucrania (1-0-0), por citar a las naciones que han alcanzado al menos una de oro.
Entonces lo de veras llamativo saltó a la vista en el párrafo anterior. Los japoneses habían disputado ocho finales, y ganado… ¡solo tres! Sí, es una efectividad por debajo de lo aceptable. Y que no debe tener nada contento a Jigoro Kano (1860-1938), el maestro fundador del judo.
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